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18 February 2009

SALAMANDRAS EN RETIRADA

Tierramérica, miércoles 18 de febrero de 2009

Ya casi no se encuentran salamandras en algunas zonas de México y Guatemala donde abundaban apenas unas décadas atrás, afirma un nuevo estudio
SAN DIEGO, EU; 18 febrero 2009.- Las salamandras de Mesoamérica también parecen víctimas de la declinación mundial de especies anfibias, sumando evidencias del cambio ecológico.
“Lo que les pasa a las salamandras y a otros anfibios puede ser una importante lección para los humanos”, dijo el investigador David Wake, de la Universidad de California en Berkeley.
Hay cambios globales que están alterando ecosistemas y patrones de enfermedades, creando así nuevos elementos de presión biológica, añadió.
Wake y sus colegas descubrieron que varias especies de salamandras desaparecieron o se volvieron muy raras desde los años 70 en áreas muy estudiadas del occidente de Guatemala y del meridional estado mexicano de Chiapas. Esos hallazgos fueron publicados la semana pasada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.
Es posible que el cambio climático y las enfermedades hayan causado este declive, pero los científicos no saben por qué, dijo a Tierramérica Wake, uno de los expertos mundiales en salamandras.
“Ignoramos cuáles son los impactos sobre los ecosistemas locales, pero pueden ser significativos”, planteó.
Dos de las especies más comunes de salamandras apulmonadas (familia Plethodontidae) estudiadas en los años 70 por Wake y otros en el occidental departamento guatemalteco de San Marcos, la Pseudoeurycea brunnata y la Pseudoeurycea goebeli, ya no se encuentran.
“Simplemente se fueron”, resumió Sean Rovito, herpetólogo de la Universidad de California en Berkeley que entre 2005 y 2007 realizó la investigación de campo con expertos locales.
Parece que se extinguieron poco después de 1978, dijo.
“Los guatemaltecos del lugar que ayudaron a hacer los estudios en los años 70 nos llevaron a las mismas ubicaciones, los mismos restos de árboles, y simplemente no estaban allí”, señaló Rovito a Tierramérica.
Los investigadores rastrearon los flancos del volcán Tajumulco, en la costa oeste de Guatemala, y pudieron hallar señales de dos de las tres especies más comunes hace 40 años, mientras que fue imposible hallar incluso rastros de la tercera.
Ésta fue una revelación completamente inesperada. “Pensábamos que las salamandras estaban bien”, dijo Rovito.
Además, otras especies presentan muchos menos ejemplares que en el pasado.
En México, la reducción fue más evidente en el cerro San Felipe, una reserva en el sureño estado de Oaxaca, entre las especies que vivían a unos 2.800 o 3.000 metros a la redonda. La más común, Pseudoeurycea smithi, prácticamente desapareció.
Donde otrora se podían hallar cientos en una sola mañana, los investigadores encontraron apenas una o dos en los últimos 10 años.
El problema se extiende hasta ciudad de México. Al norte de la capital, en el Parque Nacional El Chico, ex “paraíso de las salamandras”, las poblaciones disminuyeron radicalmente.
Wake observó que las especies que dependen de las salamandras, como la serpiente que se alimenta de ellas, también se redujeron de modo significativo.
En algunas zonas, el hábitat se vio muy alterado en los últimos 30 años por la tala o la expansión agrícola. Pero como la reducción de ejemplares ha sido tan amplia, incluso en áreas protegidas como el guatemalteco volcán Chicabal, los científicos sospechan que la mortandad de anfibios se debe al hongo Chytrid, al cambio climático o a una combinación de ambos.
Desde los años 80 se culpa al Chytrid de las abruptas reducciones de la población anfibia en América. Se trata de un hongo que mata rápidamente y que se expande en oleadas.
Pero las alteraciones climáticas también afectan a los anfibios, que no pueden adaptarse o trasladarse rápidamente hacia zonas más adecuadas.
La mayoría de las salamandras afectadas viven en elevaciones medianas o altas, lo que sugiere que el clima más caluroso las empuja a esas zonas más frescas, pero también más inhóspitas. Si la estación seca dura más de lo normal en los bosques nublados, es suficiente para que esos animales sean más susceptibles al hongo, especuló Rovito.
Las salamandras pasan inadvertidas, excepto para los niños curiosos. Y todavía, en la mayoría de los bosques, hay una alfombra oculta de salamandras que constituyen la mayor parte de la biomasa, más que los pájaros y los mamíferos juntos, dijo Wake.
“No se puede eliminarlas sin causar un profundo efecto en el ecosistema”, señaló el científico, que entre 1969 y 1978 realizó investigaciones del hábitat principal de la salamandra en México y Guatemala.
Wake recordó que en los 70 halló muchos miles de ellas por hectárea en San Marcos y otros lugares. El agravamiento de la guerra civil guatemalteca (1960-1996) lo obligó a poner fin a sus observaciones.
El científico guatemalteco Carlos R. Vásquez Almazán, del Museo de Historia Natural de la Universidad de San Carlos, invitó a Wake y sus colegas a volver a los sitios que habían estudiado.
Gabriela Parra Olea, del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México, lideró al equipo que regreso a estudiar los sitios mexicanos.
Las salamandras apulmonadas respiran a través de su piel, como las ranas, y pueden encontrarse desde Canadá hasta América del Sur. Aunque no tan estudiadas en los trópicos, “son enormemente importantes en los ecosistemas forestales”, dijo Wake.
Por ejemplo, comen muchos insectos. Y en áreas donde han desaparecido las ranas, otras grandes insectívoras, los arroyos terminaron cubiertos de algas, según han mostrado otros estudios, agregó.
Las salamandras constituyen un grupo de especies de gran diversidad, que ha existido durante 150 millones de años. “Y aquí parece que se están extinguiendo apenas en el curso de mi vida", sostuvo Wake. "Sin duda hay algo que está muy mal", concluyó.

01 March 2008

Rana dorada y otras especies amenazadas

Alertan sobre el cambio climático
Notimex / Univision
Científicos de las Américas exhortaron a los gobiernos a prestar atención sobre el cambio climático y sus consecuencias. The Associated Press

29 de Febrero de 2008
PANAMÁ - Científicos de las Américas exhortaron a los gobiernos a prestar atención sobre el cambio climático y sus consecuencias en la biodiversidad, que en zonas tropicales podría eliminar a especies amenazadas, como la llamativa rana dorada.Consecuencias del cambio climático "Uno puede ver señales de la naturaleza por todas partes del mundo, en respuesta al cambio climático que está en vigor", plateó Thomas Levejoy, asesor de ciencia del Banco Mundial, durante una presentación en la apertura del Simposio sobre Cambio Climático y Biodiversidad en las Américas. "Son cosas que impactan, que uno no vio hace 30 años", señaló el científico, aunque consideró que lo más importante es "mirar hacia el futuro".

Refirió que los principales cambios en el estado físico del planeta se dan en las regiones polares, particularmente el Artico. En tanto que el nivel del mar aumenta en pequeñas cantidades, hasta ahora.



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Otros cambios físicos incluyen el aumento de ciclones tropicales y de las estadísticas de la correlación de los incendios forestales en el oeste de los Estados Unidos.

En el área biológica se ha comprobado que especies de plantas han cambiado su periodo de florecimiento. "Muchas especies están creando flores más temprano", lo cual afecta a su vez especies de animales, señaló.

Las zonas tropicales, por su parte, han sido afectadas por el aumento en la frecuencia de los días secos. "Es un problema muy serio para un ecosistema que básicamente depende de su humedad para la condensación de las nubes", señaló Levejoy, quien también preside el Centro Heinz en Washington.

Especie en peligro de desaparecer

Advirtió que en estas regiones la primera especie que podría extinguirse por los efectos del cambio climático es la rana dorada, cuya población ha disminuido.

La rana dorada es una de las especies emblemáticas dentro de la fauna silvestre debido al tono dorado de su piel, pero está en peligro de desaparecer a causa de la destrucción de su hábitat y a su tráfico ilegal como mascota, según los expertos.

Otras especies tropicales como los quetzales y los tucanes también están severamente amenazadas al igual que la biodiversidad marina.

El Congreso se realiza en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en la capital panameña y reúne a un centenar de científicos y administradores de recursos naturales de América.

Durante cinco días los científicos informaran sobre sus investigaciones y ofrecerán información a los funcionarios para que la utilicen en la elaboración de políticas dirigidas a mitigar los efectos del cambio climático.

05 November 2007

Back from verge of extinction only to face a new threat

The Scotsman Mon 5 Nov 2007
There has been a remarkable improvement in the...

There has been a remarkable improvement in the number of corncrakes in Scotland over the past 15 years.
Picture: RSPB/PA Printer friendly

JOHN ROSS

A FARMING crisis in Scotland could again threaten a rare bird that has fought back from the brink of extinction.

Corncrake numbers have risen to their highest in nearly three decades of monitoring, according to RSPB Scotland.

The population here now stands at 1,273 calling males, but bird numbers have seriously declined throughout most of western Europe.

The turnaround in Scotland follows a recovery programme started by the RSPB and crofters in 1993, when there were only 470 calling males in the UK and the species was in danger of being wiped out.

But experts say the species continues to be threatened by changes to agricultural support systems and a growing crisis in Scottish livestock farming.

The environmentally-fragile, peripheral areas in the north and west, particularly the islands, have already suffered some loss of cattle farming, as it has become ever more economically marginal and, in some cases, unviable.

The June agricultural census shows the number of cattle in Scotland has fallen to 1,898,280, from 2,078,900 in 1997. Sheep numbers have also dropped, from 9,563,190 to 7,490,870.

The RSPB says the environmental consequences of losing cattle from these areas would be severe. In addition to the grazing benefits these systems of farming produce, loss of cattle also means declining hay production and mixed farm practices, depriving corncrakes and other wildlife of the food resources and habitats they need.

Livestock diseases, and the restrictions that have resulted from disease control elsewhere in the UK, along with uncertainty for the future of support systems, are threatening to accelerate the decline into a "freefall".

Stuart Housden, the director of RSPB Scotland, said: "

The corncrake and many other important species are very much dependent on extensive cattle rearing practices that characterise much of the Highlands and Islands.

"This type of farming has become ever more economically marginal because of changes in agricultural support systems. If we are to see this wildlife flourish, funding streams like the Less Favoured Areas Support Scheme and Rural Stewardship Scheme must be both retained and targeted to ensure that these extensive farming systems continue to produce benefits for the rich array of species and biodiversity found here."

The corncrake's strongholds are in the inner Hebridean and Argyll islands. Tiree's population of calling males has increased by 23.4 per cent from 316 in 2006 to 390 in 2007.

Together with Coll, Iona, Mull, Oronsay, Colonsay and Islay, this area accounts for 59 per cent of the total Scottish population. The calling male population in the Outer Hebrides was also up by 22 birds, compared with last year.

• CORNCRAKES migrate to Scotland in April and May from sub-Saharan Africa, where they spend the winter.

They are found in herbs and tall grass, particularly in hay meadows.

Numbers of the birds began to fall towards the end of the 19th century. Although it was recognised that numbers varied from year to year, a link was noticed between the decline of bird numbers and the increase in the mechanisation of mowing.

By 1972, the corncrake had disappeared from most of mainland Britain, and population declines continued, except in Lewis, Coll and Tiree, where suitable hay meadow habitats and late mowing dates allow successful breeding.

This article: http://news.scotsman.com/scotland.cfm?id=1757512007

Last updated: 05-Nov-07 00:05 GMT

23 August 2007

Biólogos españoles hallan nuevas claves de la extinción 'en cascada' de las especies

Comprueban que la desaparición de un ejemplar puede arrastrar a muchos otros emparentados evolutivamente





Biólogos españoles hallan nuevas claves  de la extinción 'en cascada' de las especies
El Lince ibérico, una de las especies en peligro de extinción. / DM




La extinción de una especie animal no es una desgracia aislada en la vida del planeta. Casi seguro desencadenará otras desapariciones de especies 'emparentadas' en términos evolutivos, interrelacionadas en el complejo mecanismo de la subsistencia. Son extinciones 'en cascada' dentro de un ecosistema, racimos de vida que se pierden y, con ellos, irremediablemente, fragmentos de la historia de la evolución en la Tierra.

Un grupo de investigadores españoles, comandados por Jordi Bascompte, biólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Doñana, publica en el último número de 'Nature' nuevos hallazgos de su trabajo sobre la 'arquitectura' de la biodiversidad. Sus conclusiones dan una nueva dimensión a la extinción masiva de especies que registra el planeta. De la misma manera que la biodiversidad, las relaciones entre las distintas especies animales y plantas de un ecosistema no es aleatoria, sino que responde a un diseño 'arquitectónico' definido, los procesos de extinción tampoco son casuales. Responden -dice Bascompte- a un patrón universal.

«Los ecosistemas son una especie de mecano, donde las especies están ensambladas. Y entender cómo funciona ese andamiaje, cómo están ensambladas, tiene mucho que ver a la hora de entender cómo de resistentes son ante perturbaciones». También, a la hora de explicar que la desaparición de una especie en un determinado ecosistema puede desatar un daño mucho mayor.

«Las especies están interrelacionadas por esos vínculos de dependencia, y el hecho de que se pueden extinguir cinco especies puede iniciar un proceso de avalancha, una especie de efecto dominó», añade.

Además de una aniquilación física de especies mucho mayor de lo que se pensaba, la segunda dimensión del problema es que «estamos perdiendo también historia evolutiva», porque cada especie actual es el resultado de un largo recorrido evolutivo, de una adaptación de milenios al medio y a las circunstancias.

Bascompte ilustra así las conclusiones de su trabajo. «Si perdemos especies aisladas, aun cuando es trágico, podemos decir que son hojitas del árbol de la vida. Pero aún más trágico es perder una rama entera. Si se pierde una rama entera, jamás vamos a tener especies como las que se han perdido», y jamás se entenderán la historia evolutiva que había detrás de ellas.

La novedad de la investigación del equipo español, está en su enfoque global y en la «generalidad» de sus resultados, «poco habitual en Biología»