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20 March 2009

La deforestación y el cambio climático están llevando a la Amazonía a un colapso socioambiental inminente

Unos 150 expertos de ocho naciones dieron, recientemente, el diagnóstico científico de la cuenca más grande del continente americano. Actualmente, se deforestan más de 10 campos de fútbol por minuto. Eso, de cada hora, de cada día y de cada año. Las naciones amazónicas deberían establecer medidas de ordenamiento territorial, a fin de evitar su destrucción total.

Imagínese al gran pulmón del planeta al punto de la devastación, y no estará lejos de la realidad. La cuenca amazónica, la más grande del continente americano, compartida por ocho naciones sudamericanas, se encuentra al límite del colapso.

Lo advierte el informe GEO Amazonía, recientemente desarrollado por aproximadamente 150 investigadores convocados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y por la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), y los datos que arroja este documento, aunque aparentan ser escandalosos encabezados de algún tabloide popular y efectista, son todo lo contrario.

Son el resultado de dos años de investigaciones serias y científicas, más que preocupantes.

Es que, de acuerdo con el informe GEO Amazonía, es un hecho que el cambio climático amenaza la región; que la ganadería, las nuevas poblaciones y el avance de la frontera agrícola aceleran la transformación de los suelos; que los bosques se han reducido un 17%; que la tala arrasa más de 857 mil kilómetros cuadrados de árboles y la pérdida del agua pone en peligro también la vida humana.

La cuenca está enferma

La cuenca amazónica, la más grande del continente americano, está a punto de colapsar.

Según el informe GEO Amazonía, elaborado recientemente por 150 investigadores convocados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y por la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), hay varios aspectos que amenazan la región.

Entre otras cosas, se incluyen como amenazas los asentamientos mineros insostenibles, ubicados donde nace el agua de la cuenca, los inmensos “mares” de cultivos para la elaboración de agrocombustibles, la contaminación producto de la elaboración de pasta básica de cocaína, los campos petroleros y muchos desastres ambientales más.

El Informe GEO Amazonía ha cubierto las áreas amazónicas de Colombia, Bolivia, Brasil, Perú, Ecuador, Guyana, Venezuela y Suriname, y “demuestra que la Amazonía está cambiando a ritmo acelerado”.

Sin embargo, de acuerdo con el PNUMA y la OTCA, hay indicios alentadores de que los gobiernos intentan desplegar esfuerzos por comprender y atacar los problemas reportados con medidas de mitigación de impactos.

GEO Amazonía propone varias estrategias para enfrentar los retos y llama imperiosamente a la integración de las naciones amazónicas a compartir una visión integrada; a dar prioridad a medidas ambientales, temas regionales -como la conservación de las cuencas-; diseñar estrategias de gestión de los recursos compartidos y el uso sostenible y eficiente de los ecosistemas que propician la vida; y llama, además, a robustecer la institucionalidad ambiental, la educación a todo nivel.

El informe GEO Amazonía es un último llamado de atención a los gobernantes y pobladores de la región; uno de los muchos gritos de alarma que se vienen dando en los últimos tiempos, alrededor del “bioma amazónico”, ante la indiferente sordera globalizada.

Pero al ritmo de la deforestación que allí se registra, cerca de 10 campos de fútbol de bosques tropicales por minuto, las acciones ya no pueden esperar al mañana.

La respuesta llama a actuar, demandando a las autoridades modelos de desarrollo sostenible, porque ya no están solo en riesgo la fauna o flora ni los ríos, sino la salud humana de todo un continente que necesita de esa megafábrica de aire y agua pura, que es el gran Amazonas. www.ecoportal.net

La Prensa www.prensa.com

18 August 2008

La biodiversidad de la Amazonia se ve amenazada por los proyectos petroleros y gasistas

Un estudio revela que ya hay 180 bloques de exploración petrolera y de gas en la región occidental

Fecha de publicación: 16 de agosto de 2008
Consumer Eroski

La búsqueda de petróleo y gas en la región occidental de la cuenca amazónica amenaza la biodiversidad de la zona y la supervivencia de los pueblos indígenas que allí viven, según un estudio publicado en la revista "PLoSONE" en su edición digital. La investigación, realizada por dos ONG estadounidenses y científicos de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, advierte de que esa zona, donde se encuentran la mayor biodiversidad y las selvas más extensas del planeta, podría estar cubierta por plataformas petroleras y gaseoductos en un breve periodo de tiempo. De hecho, ya hay 180 bloques de exploración petrolera y de gas en la región. Estos bloques cubren una superficie de 688.000 kilómetros cuadrados en territorios que pertenecen a Colombia, Ecuador, Perú y Brasil.

"Descubrimos que los bloques de gas y petróleo se sobreponen perfectamente con las zonas de mayor biodiversidad para pájaros, mamíferos y anfibios del Amazonas", afirma Clinton Jenkins, de la Universidad de Duke. Ni siquiera los parques nacionales, como el de Yasuní, en Ecuador, y el de Madidi, en Bolivia, se salvan de la exploración de hidrocarburos.

La región amazónica peruana es la que más preocupa. Allí, 64 bloques de petróleo y gas natural cubren aproximadamente el 72% de la región, que es de unos 490.000 kilómetros cuadrados.

Indígenas en peligro

Muchos de esos bloques de exploración amenazan los territorios de pueblos indígenas que viven totalmente aislados de la civilización y son susceptibles a enfermedades externas para las que carecen de resistencia inmunológica natural. El desarrollo petrolero en el Amazonas occidental es "una flagrante violación de los derechos de los pueblos indígenas", denuncia Brian Keane, del grupo ecologista "Land is Life". Keane advierte de que los acuerdos internacionales reconocen que los pueblos indígenas tienen los derechos sobre sus tierras y "explícitamente prohíben entregar concesiones para la explotación de recursos naturales en sus territorios sin su consentimiento libre, anterior e informado".

25 June 2008

Brasil busca frenar la extranjerización de la selva tropical.

Alternativa Bolivariana
Enviado el martes, 24 de junio a las 03:43:52
Por Taiana González.

El gobierno brasileño tras largos años de disputa por la soberanía del Amazonas, impulsa medidas para conservar el territorio y la biodiversidad de la zona más rica en minerales y especies biológicas.

Los recursos naturales son la riqueza del mundo, y la puja por apoderarse de ellos no cesa. De un lado aparecen los gobiernos que buscan "protegerlos" y por otro la maquina demoledora que intenta explotarlos y hacerlos sumamente productivos sin importar la pérdida de biodiversidad. Para intentar frenar este avance inminente sobre la riqueza natural, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva lanzó un programa para impulsar el desarrollo sostenible de la región amazónica.
Para conservar las tierras, el presidente brasileño impulsó la creación de dos reservas explotables y de un parque nacional, protegiendo de esa manera alrededor de 2,6 millones de hectáreas. Se trata de las reservas de extracción del Medio Xingu (303.800 hectáreas) e Ituxi (776.900 hectáreas), en los estados de Pará y Amazonas, y del Parque Nacional Manpiguari (1,6 millones de hectáreas), en el estado de Amazonas.
A diferencia de los parques naturales y de las reservas ambientales, en las llamadas reservas de extracción, el Estado permite a las familias que habitan esas áreas, el derecho a explotar artesanalmente y de forma sustentable las frutas y los recursos de la selva.
La creación de estas 3 áreas protegidas, se enmarca dentro del Plan Amazonia Sustentable (PAS), a partir del cual el gobierno brasileño busca estabilizar la situación que se vive en la región, agregando casi 3 millones de hectáreas de selva, a la zona de protección oficial.
Dicho plan busca combatir el desmantelamiento ilegal, garantizar la conservación de la biodiversidad, de los recursos hídricos y mitigar el cambio climático.
La selva amazónica es la selva más grande de la tierra y cubre aproximadamente siete millones de kilómetros cuadrados, lo cual equivale al 40 por ciento del territorio sudamericano. Esta región es rica en biodiversidad y se calcula que contiene alrededor de un cuarto de todas las especies. Otro dato importante es que la cuenca amazónica contiene más del 20 por ciento del agua dulce del planeta.
El 63 por ciento de este territorio pertenece a Brasil, por eso Lula -aunque reconoce que el Amazonas es Patrimonio de la Humanidad y como tal debe producir recursos para todo el mundo- asegura que el gobierno brasileño es quien debe cuidar el territorio. "Es Brasil el que cuida de la Amazonia y no aceptaremos ninguna discusión que deje de reconocer y respetar nuestra afirmación inequívoca e incondicional de nuestra soberanía nacional sobre la Amazonia", afirmó el ministro de asuntos estratégicos, Roberto Mangabeira Unger, quien además coordina el PAS.
Este afán por proteger la soberanía nacional sobre el Amazonas se debe a que del los 5,5 millones de hectáreas que extranjeros poseen en Brasil, más de la mitad -3,1 millones- se sitúan en la región amazónica. Por esta razón el gobierno brasileño estudia la implantación de medidas jurídicas para frenar el avance extranjero sobre este territorio rico en biodiversidad.
En ese marco, la Policía Federal y los servicios de inteligencia de Brasil, investigan al empresario sueco Johan Eliasch, consultor del primer ministro británico, Gordon Brown, quien estaría alentando a empresas europeas a comprar lotes en la Amazonía. "Entre 2006 y 2007, Eliasch realizó reuniones con empresarios y propuso que comprasen tierras en la Amazonía, llegando a afirmar que serían necesarios solo 50.000 millones de dólares para adquirir toda la selva", indicó O Globo, de acuerdo a un documento obtenido en la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin).
De hecho la empresa maderera Gethal Amazonas de Eliasch, fue multada y debe pagar 280 millones de dólares por posibles actividades de tala ilegal, de acuerdo a lo dicho por el portavoz de Ibama -la agencia brasileña de medio ambiente- Marcelo Dutra. La presencia de extranjeros en Brasil, se debe al creciente interés que tienen hoy en día, los inversores en adquirir tierras para la producción de alimentos y agrocombustibles, de acuerdo a lo afirmado por el presidente del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra), Rolf Hackbart.
Además, tras haber logrado pagar su deuda externa, la estabilidad económica alcanzada por Brasil, hizo que el país sea seguro para la inversión extranjera. La preocupación brasileña por conservar la soberanía sobre el Amazonas, y consecuentemente sobre los recursos naturales que la conforman, debería ser tomada como ejemplo para el resto de los países latinoamericanos que están vendiendo, hace años, sus tierras al mejor postor.
El caso argentino es sin dudas uno de los más lamentables, ya que la venta de tierras no tiene freno. La Patagonia argentina, al igual que el norte del país están en la mira de grupos privados que buscan comprar el territorio. Este fenómeno no es nuevo, ya que comenzó en la década del 90, cuando personajes como Douglas Tompkins, Luciano Benetton y Ted Tuner se instalaron en las propiedades que adquirieron a precios irrisorios.
Estos extranjeros son dueños de propiedades que incluyen ríos y lagos, territorios que de acuerdo a lo que establece la ley nacional no pueden ser vendidos. Pero una vez más las leyes parecen estar hechas para ser rotas, sino no se puede explicar cómo el magnate ingles, Joseph Lewis, se ha convertido en el dueño del Lago Escondido –ubicado entre El Bolsón y Bariloche-. Este multimillonario, además intenta construir un aeropuerto privado -lo cual le impediría al estado controlar el ingreso de aviones extranjeros-, en una zona geopolíticamente estratégica, que busca tener conexión directa con las Islas Malvinas.
En Argentina se calcula que alrededor del 10 por ciento del territorio ya está en manos extranjeras. De hecho la mayor propietaria del país es una conocida familia italiana dedicada a la moda: los Benetton, que son dueños de 900 mil hectáreas. En Uruguay sucede algo similar, ya que la Agencia de Bienes Raíces Century 21, ha puesto a la venta casi toda la Playa Grande dentro del Parque Nacional Marino Las Baulas, de aproximadamente 379 hectáreas. Parece no importar que dicho parque fue creado en 1995 para proteger el desove de las tortugas baulas -las más grandes del planeta-, ya que la zona ya está loteada y lista para convertirse en una mercancía valuada en dólares. Además, como dato alarmante, es necesario resaltar que en Uruguay existen alrededor de 16 millones de hectáreas productivas, y que más de medio millón pertenecen a 3 empresas extranjeras. La filial forestal de ENCE en Uruguay, EUFORES, y otras dos grandes empresas forestales extranjeras: Botnia y la estadounidense Weyerhaeuser.
Los recursos naturales son el botín de una nueva batalla que todavía no ha explotado violentamente, pero que intenta saquear a los países ricos en biodiversidad.
Es alarmante que no existan –o no se apliquen – leyes de regulación y protección de la naturaleza. Esta falta de medidas hace que tanto empresas como inversionistas extranjeros, se conviertan en los dueños de las riquezas del mundo, quitándoles soberanía a los países.
El diario ingles The Indepedent afirmó que la Amazonia "es muy importante para ser dejada en manos de los brasileños". Está claro que los países más poderosos no buscan proteger el Amazonas, en tanto patrimonio de la humanidad, sino que buscan explotar al máximo sus riquezas.
Volviendo al caso brasileño, hay que destacar que el Plan Amazonia Sustentable propone otorgar créditos a los gobiernos regionales para la construcción de escuelas y proyectos de inclusión social, para beneficiar a más de 24 millones de personas que habitan la amazonia brasileña. Estos proyectos serán negociados con los 9 estados que conforman la región.
Las medidas para frenar la extranjerización de territorios brasileños, están siendo evaluadas por un organismo federal: la Abogacía General de la Unión (AGU. Lo que se intenta es modificar las normas actuales sobre la adquisición de tierras por parte de extranjeros -vigentes desde 1998- que eliminaban la exigencia de una autorización previa para la compra de tierras en Brasil por parte de empresas de otros países.
A partir de la implementación de estas nuevas medidas en defensa de la biodiversidad, hay una vuelta a la situación que se vivía en 1971, y las tierras que desde hace años están siendo acechadas incesantemente por capitales extranjeros, dejarían de correr peligro.

Desde la Redacción de APM

09 June 2008

BIODIVERSIDAD: Deforestación tensa la naturaleza al límite

Por Julio Godoy

BONN, 27 may (IPS) - Lucio Flores, indígena terena de Brasil, viajaba en camión por la Amazonia con un hacendado que, al observar la selva, comentó: "Mira esto. No hay nada aquí."

Siguieron andando. La selva abrió paso a una plantación. El hacendado exclamó: "¡Pero hay soja!". Para él, la selva no era nada. El cultivo lo era todo.

Flores contó su relato ante ambientalistas, representantes gubernamentales y periodistas en una sesión de la IX Conferencia de las Partes del Convenio de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica (COP 9), que se realiza en esta ciudad del occidente de Alemania.

La anécdota ilustra las visiones opuestas que separan a la comunidad empresarial de los indígenas. "Para la agroindustria, la naturaleza no es nada. En cambio, para nosotros es todo", señaló.

Los opuestos son muy reveladores en Brasil. En su territorio está gran parte de la mayor reserva de biodiversidad del planeta, la Amazonia. Pero también es el principal productor de etanol, combustible de origen vegetal destilado de la caña de azúcar, y el segundo de soja detrás de Estados Unidos.

El gran crecimiento de los cultivos de caña de azúcar y de soja en los últimos 30 años llevó a la deforestación de grandes extensiones de tierra en la región del Amazonas, según numerosos ambientalistas.

"En Brasil hay hoy 21 millones de hectáreas cultivadas con caña de azúcar, la mayor parte para producir etanol, y soja, insumo del combustible vegetal y forraje para el ganado", indicó Camilla Moreno, abogada de la no gubernamental brasileña Terra de Direitos.

Moreno señaló que el gobierno brasileño permitió la deforestación a pesar de la ambiciosa protección legal que tiene la selva.

"Una ley de 1965 obliga a reforestar un área en 30 años con al menos 20 por ciento de vegetación autóctona", remarcó Moreno. En la Amazonia, el requisito se eleva a 50 por ciento.

"Tras el pico de deforestación alcanzado en 1995, se aprobó una medida provisoria en 1996 para elevar la reserva del Amazonas a 80 por ciento. Pero no se hace un seguimiento", se lamentó Moreno.

Por su parte, Paulo Adairo, de la filial brasileña de la organización ambientalista Greenpeace Internacional, dijo a IPS que en las 36 municipalidades de la región amazónica, sólo 20 por ciento de los hacendados aplican la legislación.

En el marco del plan agroenergético del gobierno de 2005, las plantaciones de caña de azúcar y soja aumentarán a 200 millones de hectáreas para 2030. Es decir que la deforestación continuará.

"El gobierno sencillamente ignora el hecho de que no hay forma de que los monocultivos sean sustentables, ya sean de caña de azúcar o de soja", subrayó Adairo.

El auge de los biocombustibles no está en la agenda de la conferencia de Bonn, que comenzó el día 19 y concluirá este viernes. Pero sí la deforestación, consecuencia del auge de aquéllos.

A su vez, la deforestación es la principal causa de una mayor concentración de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, a los que la mayoría de los científicos atribuyen el recalentamiento global y el actual ciclo de cambio climático.

Al final de la cadena de causa y efecto, el cambio climático diezma la biodiversidad mundial. Unas 150 especies de fauna y flora desaparecen cada día, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La mayoría son víctimas del cambio climático.

"La destrucción de selvas y la consiguiente pérdida de biodiversidad tiene consecuencias graves sobre millones de poblaciones que dependen de ella. Pero también afecta a la seguridad alimentaria y acelera el cambio climático", dijo a IPS Belmond Tchoumba, coordinador del programa bosques y biodiversidad de Amigos de la Tierra Internacional.

Los países con más deforestación son Brasil e Indonesia. Ambos son los principales productores de insumos para producir biocombustible. Las plantaciones de palma de aceite para diesel orgánico son la principal causa de la pérdida de bosques ese país de Asia sudoriental.

Numerosos científicos pronostican que en 2020, el área cultivada con palma en Indonesia se triplicará hasta alcanzar 16,5 millones de hectáreas, una superficie del tamaño de Inglaterra y Gales, lo que ocasionaría la pérdida de 98 por ciento de la cobertura vegetal del país.

La vecina Malasia, el mayor productor mundial de palma de aceite, ya perdió 87 por ciento de sus selvas, y la deforestación continúa a un ritmo de siete por ciento anual.

Numerosos ambientalistas urgieron a la conferencia de la ONU a tomar medidas de forma inmediata para frenar la deforestación de selvas importantes y contener el comercio ilegal de sus productos derivados.(FIN/2008)

16 May 2008

Brazil Environment Minister Marina Silva resigns

By PETER MUELLO
The Associated Press
Tuesday, May 13, 2008; 9:59 PM

RIO DE JANEIRO, Brazil -- Renowned rain forest defender Marina Silva resigned as Brazil's environment minister on Tuesday, saying she lacked the necessary political support to protect the Amazon.

Silva did not elaborate and did not blame President Luiz Inacio da Silva in excerpts of her resignation letter that were published by the government's official Agencia Brasil news service.

Marina Silva _ who is not related to the president _ said she was stepping down because of "the difficulties I have been facing to pursue the federal environmental agenda," Agencia Brasil said.

She said she would leave office and go back to her post in Brazil's Senate to rebuild political support and push for Brazilian environmental causes.

The president's appointment of Marina Silva after he was elected in 2002 brought a universally renowned environmental star into his Cabinet. Her resignation ended a stormy six-year term during which she often clashed with Brazilian interests lobbying for development in the Amazon rain forest.

It also left environmentalists lamenting that they had lost their biggest ally in the fight against rampant destruction of the world's largest standing forest, known as the "Lungs of the World."

"Brazil is losing the only voice in the government that spoke out for the environment," said Sergio Leitao, director of public policy for Greenpeace in Brazil. "The minister is leaving because the pressure on her for taking the measures she took against deforestation has become unbearable."

President Silva picked Carlos Minc, Rio de Janeiro state's environment secretary, to be the new environment minister, according to Agencia Brasil.

Marina Silva was a colleague of Brazil's most renowned rain forest activist, Chico Mendes, who was shot to death in 1988 in the western Amazon state of Acre. She earned a reputation for defying developers and setting stringent conditions for logging permits and environmental licenses.

Her positions antagonized pro-development ministers within the current government as they sought to boost Brazil's economic growth with agricultural commodities often cultivated in cleared jungle.

Speculation arose that President Silva wanted to fire her but feared she would gain martyr status as an environmentalist.

Silva's office did not immediately comment on the resignation.

____

Associated Press writers Michael Astor in Rio and Tales Azzoni and Alan
Clendenning in Sao Paulo contributed to this report.

14 May 2008

Lula: Brasil es quien decide qué hacer con la Amazonia

La Voz.com, Argentina

Viernes 9 de mayo de 2008

El presidente brasileño presentó un plan de desarrollo para esa región del país. Agencias EFE y AP

Brasilia. Brasil lanzó ayer un plan para el desarrollo de la Amazonia que contempla créditos para la reforestación, la promoción de actividades productivas sustentables y medidas de emergencia en comunidades donde se está combatiendo la tala ilegal del bosque.

Con el Plan Amazonia Sustentable (PAS), Brasil pretende reafirmar su soberanía sobre este territorio de 4,2 millones de kilómetros cuadrados, al tiempo que aspira a suprimir la tala ilegal del bosque y promueve formas productivas que garanticen su preservación, según el gobierno.

“La Amazonia pertenece a la humanidad, produce beneficios para todo el planeta, pero quien cuida de la Amazonia es Brasil, quien decide qué hacer con la Amazonia es Brasil”, declaró el presidente Luiz Inácio Lula da Silva al presentar la iniciativa, junto a varios de sus ministros y gobernadores de la región amazónica.

Lula explicó que los planes para el desarrollo sustentable suponen una necesaria defensa de la biodiversidad, pues se trata de una “ventaja comparativa para los productos que Brasil quiera venderle a otros países”.

Este plan incluye inversiones en el área de infraestructura, sobre todo en carreteras, y la promoción de actividades económicas dirigidas a aprovechar el potencial específico de cada región de la Amazonia brasileña, con unas férreas limitaciones ambientales.

También propone apoyo crediticio a los gobiernos regionales para la construcción de escuelas y proyectos de inclusión social.

Tres ejes. Por su parte, la ministra del Medio Ambiente, Marina Silva, explicó que el PAS contempla acciones en tres ejes: el ordenamiento territorial, el combate a las prácticas ilegales de tala de bosque, y la creación de infraestructura de desarrollo y la introducción de tecnologías productivas que garanticen la sustentabilidad del bosque.

Precisó que se creará una línea de crédito por 580 millones de dólares con un interés del cuatro por ciento anual y un plazo extenso de pago para incentivar la reforestación y recuperación de áreas degradadas.

Además, anunció acciones para apoyar a los agricultores que trabajan en las áreas sin bosque, con garantías de precio mínimo e incentivos para las prácticas sustentables.

Preocupación mundial. El plan se anunció en momentos de preocupación por un repunte en la destrucción del bosque desde fines del año 2007, después de tres años seguidos de reducción de la tala ilegal, que llevó al gobierno a aumentar la presencia de las fuerzas de seguridad para frenar la devastación.

Ante ello, Silva dijo que se desarrollarán acciones de emergencia en los municipios donde más se registraron prácticas ilegales para promover la transición a actividades agropecuarias y boscosas que aseguren la protección del bosque, y asistir a las familias afectadas por la represión de la tala ilegal.

En materia de infraestructura, el plan contempla el mantenimiento de carreteras, mejorar la navegación fluvial, ampliar la red de puertos y universalizar el acceso a la energía eléctrica.

Según el ministro de Integración Nacional, Geddel Vieira Lima, el plan pretende encarar el desafío de compatibilizar el desarrollo económico con la preservación ambiental.

“Estamos reafirmando el concepto de que la Amazonia no es sólo un conjunto de árboles, sino también más de 24 millones de brasileños que viven en ella”, destacó Lima.

12 May 2008

Lula anuncia un plan de desarrollo amazónico y defiende a los indios que están en el conflicto

Terra Actualidad - EFE
brasil-amazonía 08-05-2008

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció hoy un plan para el desarrollo sustentable de la Amazonía y defendió a tribus de indios del norte del país que están en conflicto por posesión de tierras con empresarios del arroz.

Lula anuncia un plan de desarrollo amazónico y Explicó que los planes para el desarrollo sustentable suponen una necesaria defensa de la biodiversidad, pues se trata de una 'ventaja comparativa para los productos que Brasil quiera venderle a otros países'.

Este plan incluye inversiones en el área de infraestructura, sobre todo en carreteras, y la promoción de actividades económicas dirigidas a aprovechar el potencial específico de cada región de la Amazonía brasileña, con unas férreas limitaciones ambientales.

También propone apoyo crediticio a los gobiernos regionales para la construcción de escuelas y proyectos de inclusión social en una región habitada por cerca de 24 millones de personas, en su mayoría de las clases sociales más bajas.

Según el Ministerio de Medio Ambiente, todos los programas que se incluyan en esta iniciativa serán negociados con los nueve estados que conforman la región amazónica, cuyos gobernadores asistieron al acto celebrado hoy en el palacio presidencial de Planalto.

Fuentes de ese despacho dijeron que la estrategia de desarrollo se dirigirá a la generación de empleo, la reducción de los abismos sociales, el fomento de actividades económicas con cuidado ambiental y el uso sustentable de los recursos naturales, con preservación de los ecosistemas.

Al tratar el tema indígena el jefe de Estado señaló: '¿Quién osa decir que nuestros indios están poniendo en riesgo la soberanía del país?', preguntó Lula a un nutrido auditorio, en un claro mensaje a sectores del Ejército que han criticado abiertamente la creación de una enorme reserva en la frontera con Venezuela.

En esa reserva, conocida como Raposa Serra do Sol, indios de diversas etnias están en pie de lucha contra empresarios arroceros que se niegan a abandonar sus plantaciones, incluidas dentro del área que el Gobierno ha preservado para los indígenas.

Según Lula, el conflicto está movido por 'la ignorancia' o 'la falta de información' y la creación de esa reserva indígena es una prueba de que 'en Brasil se está asumiendo la Amazonía no solo en el discurso'.

La reserva 'Raposa Serra do Sol' ocupa 1,6 millones de hectáreas, que equivalen al 7,7 por ciento del estado de Roraima, y alberga a unos 18.000 miembros de las etnias Macuxí, Taurepang, Wapixana, Ingarikó y Patamona, que estuvieron representadas en el acto de hoy.

Lula consideró que la creación de reservas indígenas que impulsa su Gobierno es equiparable a la construcción de infraestructuras en las barriadas populares de las grandes ciudades del país.

'Obviamente, si un indio no recibe nada del Estado, será tan rebelde como un ciudadano de una favela de Río de Janeiro que no tiene agua potable ni saneamiento', declaró el presidente.

Lula insistió, como ha hecho en otras ocasiones, que Brasil 'sabe cuidar solo' de la Amazonía y no necesita 'consejos' de Gobiernos u organismos extranjeros preocupados con las tasas de deforestación.

'Hay gente que cree que la Amazonía es de la Humanidad y nosotros también lo creemos, pero debemos decir en alta y buena voz que quien cuida de la Amazonía es Brasil y quien decide qué hacer en la Amazonía es Brasil', sostuvo.

Según Lula, Brasil 'no está en condiciones de explotar todavía ni el 10 por ciento de la fauna, la flora y la biodiversidad de la Amazonía', por lo que el mundo 'puede estar tranquilo'.