SON UNAS 'TEMIBLES CAZADORAS'
Actualizado jueves 13/07/2006 15:49 (CET)
EFE
MADRID.- El número de medusas triplica ya al de peces en algunos mares a causa de la sobrepesca, un cambio radical del ecosistema, que según expertos consultados por Efe, ha comenzado a notarse también en aguas españolas y que sería en parte responsable de la disminución de la anchoa en el Cantábrico.
Las medusas, del grupo de los cnidarios, "son unas temibles cazadoras" que se alimentan de crustáceos, además de huevos y larvas de otros peces como la sardina o la merluza, compiten con ventaja por el alimento con otras especies como grandes crustáceos, y disminuyen sus posibilidades de encontrar presas.
Así, en las aguas de Namibia, ya son 12,2 millones de toneladas de medusas frente a 3,6 millones de toneladas de peces, una situación opuesta a la que existía en el pasado y que pone en peligro la supervivencia de algunas especies, según un trabajo que acaba de publicar la revista 'Current Biology'.
"La sobrepesca es uno de los factores fundamentales en la excesiva proliferación de medusas en las aguas de Namibia", señaló Andrew Brierley, uno de los autores de la investigación, en la que han participado científicos de Reino Unido, Suráfrica y Noruega.
Aunque en la actualidad no existe ningún estudio equivalente en aguas españolas, Josep María Gili, investigador del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC), explicó que en el Mediterráneo "se está produciendo ya" un fenómeno similar al de Namibia.
La acción depredadora de las medusas se postula también como causa de la reducción de la población de anchoa en aguas del País Vasco, según Gili, que recordó que ya se han dado otros casos similares en el Atlántico Norte o el mar Negro.
En el caso de los bancos de pesca de Namibia, subrayó que los primeros indicios de la actual superpoblación fueron observados hace 20 años, pero que se ha esperado demasiado tiempo a intervenir porque el problema "no se tomó en serio por las autoridades".
Esa situación sucede actualmente en España, opina Gili, ya que "no hay todavía ningún proyecto" que estudie los efectos de la sobrepesca en la proliferación excesiva de medusas a pesar de que estos organismos "llegan en grandes cantidades y con demasiada frecuencia" a las costas del país.
Una vez que la medusa se convierte en especie dominante, la recuperación del equilibrio es muy complicada, según este investigador, que calcula que serían necesarias moratorias de pesca de entre 10 y 20 años para estabilizar de nuevo el ecosistema.
El exceso de capturas favorece la proliferación de medusas ya que reduce el número de depredadores tradicionales de esa especie, como son el atún o la tortuga.
Una medusa adulta puede vivir de seis meses a un año, y tiene unos periodos de aparición estacionales.
En el Mediterráneo, donde habitan 300 de las 4.000 especies conocidas de este cnidario, el periodo de máxima abundancia se sitúa entre inicios de primavera hasta finales de verano, mientras que el resto del año hay muy pocos individuos y aguardan en forma de pólipos en el fondo del mar o en forma de huevos en el plancton.
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