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08 June 2009

Los pobres tienen en sus manos el futuro alimentario

La Cumbre de Túnez acuerda dar 80 millones para salvar la biodiversidad

El País / EMILIO DE BENITO - Madrid - 07/06/2009 Vota Resultado 38 votos

La esperanza para la alimentación de la humanidad en el futuro está en los países en desarrollo, que mantienen una mayor biodiversidad en sus cultivos. Para ayudarles, 121 países han acordado esta semana en Túnez un adelanto de 80 millones de euros para financiar proyectos de desarrollo. La idea, como explica el español José Esquinas Alcázar desde la capital africana, es que mantengan la biodiversidad que los más ricos han despreciado en aras de una mayor rentabilidad.

Con esta premisa, la Agencia para la FAO consiguió que en 2001 se firmara un acuerdo, el Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para la Agrocultura y la Alimentación. El texto "tiene el mismo nivel legal que el de Kioto sobre cambio climático, pero a pesar de su importancia casi nadie le hace caso", comenta Esquinas, considerado el padre del convenio, que España ratificó en 2006. En Túnez ha habido representantes de 121 países que ya lo han ratificado.

La razón del acuerdo es la pura supervivencia humana. Mientras cuatro cultivos (trigo, arroz, maíz y patata) suponen el 60% de la alimentación calórica de los habitantes del mundo, en los países pobres se mantienen especies de nombres exóticos -quinua, kiwicha, tarwi, cañihua, por citar sólo algunos cereales andinos- que pueden ser la reserva si en un futuro las plantas más consumidas actualmente sufren una epidemia o resultan inviables por cambios en el entorno (por ejemplo, por el calentamiento), advierte Esquinas.

Claro que mantener estas especies no es gratis. Las modas y los hábitos -el "colonialismo alimentario", como dice el experto- han hecho que de las 8.500 especies vegetales que se han usado a lo largo de la historia como sustento de la humanidad, actualmente sólo se exploten 150. "Hay una erosión genética", afirma Esquinas.

El problema es que convencer a los pobres para que mantengan sus variedades cuesta dinero. El acuerdo prevé que se les compensará con una parte de los beneficios de las patentes obtenidas a partir de sus semillas. Pero eso lleva tiempo. Por eso en Túnez, después de una semana de discusión, se ha llegado al acuerdo de hacer una aportación a cuenta. Son sólo 121 millones de dólares. Muy barato para asegurar la alimentación mundial.

14 February 2009

El maíz y la vida en la siembra, testimonios indígenas del maíz y la autonomía en México

www.ecoportal.net 09-02-09, Por Biodiversidad

Defender el maíz es defender la vida y la cosmovisión campesina-indígena. Y viceversa. En ese camino, la gente de las ciudades tiene un papel que apenas comienza a reconocer. Este proceso de resistencia ante las agroindustrias y las instancias de planificación mundiales culmina reforzando la visión con horizonte que los pueblos estrenan apenas hace pocos años. En el campo, pero inescapablemente también en las ciudades. Mientras, pese a la violencia y la criminalización, pese a todos los ataques a los pueblos indígenas y campesinos, la esperanza y el maíz siguen vivos.


Uno de los rasgos más antiguos de los pueblos originarios es que nuestra vida es la siembra. Ser campesinos no es una actividad más. Toda nuestra visión milenaria y nuestra manera de relacionarnos con el mundo viene de ahí. Ser sembradores, desde siempre, producir nuestros propios alimentos, cuidando de la familia y la comunidad, nos hace ver el trabajo, las relaciones sociales, el espacio y el tiempo, de un modo particular. Los campesinos valoramos lo comunitario y en colectivo nos relacionamos con la tierra. La conversación con que se crió el maíz es también colectiva. En gran medida, quien siembra para comer no necesita trabajar por dinero para aquéllos que explotan su trabajo. Nuestra relación con la siembra, minuciosa y detallada, crea vida a diario y nos hace prestar atención a muchos signos. En cada una de nuestras tareas de cultivo se cumplen ciclos diminutos que dan orden, sentido, al paso largo de otros ciclos más grandes como el del sol durante el año, en un verdadero tejido de estaciones, climas, humedad. Los campesinos vemos detalles que la gente de las ciudades no mira. Ser sembradores, campesinos, es una espiritualidad completa, colectiva, comunitaria, que nos enfrenta de inmediato con los sistemas que nos quieren imponer tantas formas de relacionarnos. Esto nos da conciencia de ser diferentes, de resistir las imposiciones, nos hace ver claramente los ataques de los gobiernos y las empresas. Pensar que el maíz es sólo un “rasgo cultural” que hay que “comprender”, “tolerar”, en una época de “multiculturalidad”; proponer que la cultura o vía campesina es un aspecto del pasado al que hay que guardarle un nicho (si se pudiera en un museo, mejor) es no entender que nuestra vida sin maíz, sin siembra, no es vida. Ser sembradores no es folklore, es nuestra existencia entera.

Crianza mutua
El maíz no es una cosa, ni sólo una mercancía o un cultivo: el maíz es un tejido de relaciones. Se originó hace unos 10 mil años de la crianza mutua, de la conversación entre pueblos originarios de Mesoamérica y algunos pastos que, con el cultivo, se fueron haciendo al modo humano. Poco a poco aprendimos que el maíz es comunidad con el frijol, la calabaza, el chile y otras plantas, algunas medicinales. A esa convivencia los pueblos de México le decimos milpa y en otros lugares le dicen chacra. Esta crianza mutua entre campesinos (sobre todo las mujeres) y maíz hizo que éste dependa de la gente para cumplir su ciclo de vida y ya no se da silvestre. Es una crianza mutua que han ejercido muchos pueblos diferentes, por eso el maíz es tan variado y los pueblos florecieron tanto en la historia: su diversidad cultural y la del maíz se alimentan mutuamente.

Su versatilidad
El maíz tiene sus parientes silvestres, pastos no comestibles que se encuentran todavía en México, Guatemala y Nicaragua, y su permanencia da esperanzas de que el maíz siga vivo. El maíz de nuestros días es muy versátil: rinde mucho, es muy nutritivo y se adapta a variados ambientes: es tan noble que se esparció por toda Mesoamérica y gran parte de América del Sur y del Norte. Cuando se conoció el maíz en el Viejo Mundo, todos quedaron impactados por la facilidad con que se prepara, lo mucho que rinde a partir de unas pocas semillas, lo poco que se desperdicia pues tiene “su propia envoltura”, el tiempo que dura bien almacenado, la cantidad de nutrientes que proporciona. Puede cultivarse en muchos climas y humedades, del semi desierto a las selvas, en las tierras templadas del altiplano y las bajas tropicales. Madurar le lleva de cuatro a trece meses. Crece en planicies, en cañadas, en terrenos fértiles o pedregosos.

Dicen que hay más de 40 razas de maíz en México, y más de 250 en toda América. Hay más de 16 mil variedades. Entre los cientos de maíces tradicionales usados todos los días por los campesinos e indígenas de México existen blancos, rojos, amarillos, azules, negros, pintos, con mazorcas pequeñitas o que miden más de treinta centímetros, con granos dientones o finitos, con caña gruesa o delgada, más duros o más blandos.

Las hojas y raíces se usan como medicina (los cabellos del maíz tierno se usan como diurético y para disolver cálculos renales; combinado con otras plantas cura males hepáticos y biliares; los pistilos de la flor se utilizan como tranquilizantes). Bebidas de maíz se usan como sustituto para niños que no toleran la leche, la masa se usa para cubrir heridas; las mazorcas tostadas para madurar abscesos.

Hoy muchos pueblos de los países europeos, africanos y asiáticos dependen de él para sobrevivir. Es uno de los cuatro cereales que aportan más del 50 por ciento de toda la nutrición de la humanidad. En 18 países (12 de América Latina y 6 de África), es el principal alimento. Las variedades tradicionales, en especial de México, son la reserva más importante para criar maíz en todo el mundo.

El cuidado del mundo
La vía campesina en el mundo sigue siendo pujante todavía y hoy gran parte de la población mundial es campesina y somos nosotros, justamente esos vilipendiados cuidadores del mundo, quienes alimentamos al resto de la humanidad.

Si sucumbiéramos las comunidades indígenas que hemos cuidado del maíz escuchando su voz milenaria, el futuro de la humanidad estaría amenazado.

Hay colectivos que no le pedimos permiso a nadie para ser, por el solo hecho de tener un cultivo del cual nos alimentamos como fruto de labores comunitarias, sin depender del exterior casi para nada. Esto nos permite cuidar nuestra comunidad, nuestro territorio, el bosque, el agua, los seres vivos materiales y espirituales, la biodiversidad y nuestros saberes tradicionales y contemporáneos que son toda una manera de asumir la vida. El impulso vital que existe entre la milpa (que es también una comunidad) y la comunidad humana, tiene un corazón político y social inagotable, por eso, después de 10 mil años en que nuestras semillas siguen vivas, hoy sembrar maíz con nuestras propias semillas es un asunto político.

La guerra contra los campesinos.
Despojados de vastas extensiones de nuestro territorio ancestral los pueblos indígenas seguimos sembrando maíz en las laderas y en las terrazas, a veces en condiciones muy difíciles. El maíz lo ha resistido todo.

Las grandes empresas y los gobiernos decidieron que quienes sembramos maíz nativo —con tantos saberes que le dan vida— debíamos irnos del campo pues sólo producíamos para la comunidad sin entrar al mercado. Quieren que la gente que sembramos nos vayamos a la ciudad a las fábricas o a las grandes empresas agrícolas a trabajar semi esclavizados, y así poder quedarse con nuestro territorio y con todas las riquezas que ahí se encuentran.

Desde los años cincuenta, los gobiernos y las empresas, cómplices, engancharon a los campesinos a comprar semillas llamadas híbridas, que al principio rendían más pero después sólo con mucho fertilizantes y plaguicidas industriales apenas muy poco. Los suelos se erosionaron y se hicieron dependientes de esas drogas, que muchos compran año con año para que los terrenos rindan.

Hoy, los campesinos que tienen menos posibilidad de sobrevivir son quienes cambiaron sus semillas por las híbridas y se metieron a pagar año tras año por bultos de esos agrotóxicos, desgastando sus suelos. Comenzó a ser muy difícil vivir del maíz y la gente vació muchas comunidades y perdió su ser más antiguo: ser sembradores. Con las tecnologías de la Revolución Verde se despreció la enorme sabiduría que sustenta los maíces nativos, se impusieron formas de cultivo y consumo muy emparejadas, se destruyeron muchos modos que las comunidades tenían para mantener, mejorar y compartir las semillas.

La privatización de la tierra abrió de nuevo la especulación agraria, las invasiones y expropiaciones, y dio entrada a los megaproyectos que hoy amenazan a cualquier comunidad rural cuyo sustento sea la agricultura. Se extremó así la creciente marginación social en el campo. Se provocó la expulsión de mano de obra a las ciudades o a los campos de jornaleros, el vaciamiento de los territorios, fomentado también por la escuela oficial, que les inculca a niños y jóvenes que estudiar sirve para recibir un salario, dejar de ser campesinos e irse. Estas ideas arruinan de tajo la relación con la tierra y el orgullo de producir la propia comida.

La contaminación transgénica es la señal más alarmante porque es intencional. Los transgénicos desfiguran el maíz, agotan la variedad cuidada por siglos, su riqueza y significado. Promueven la dependencia total de las industrias, le quitan a la agricultura todo su sentido vital. Pero muchos mantenemos nuestro antiguo oficio y estamos en resistencia. Tal vez la clave es el cuidado detallado que campesinas y campesinos pusimos en el asunto, mediante un tramado de saberes que hoy día parecen misteriosos.

1. Sólo quienes están directamente involucrados en la siembra pueden hacer algo. La solución al problema de contaminación del maíz transgénico sólo puede ser resuelta en el largo plazo, y somos los pueblos campesinos e indígenas quienes podemos lograrlo, comunitariamente. Hay que impulsar una prevención y curación naturales, propias de la relación milenaria entre el maíz y los humanos, y para los casos de maíces deformes o semillas que les parezcan extrañas a las comunidades, se puede hacer un diagnóstico de laboratorio.
Repensar colectivamente que la cultura es fuerza política, económica, social y ecológica, y se sustenta en nuestro ser campesinos sembrando lo propio junto con la comunidad, cuyo corazón es la asamblea.

2. Recuperar la confianza en la semilla que sembramos. Detectar los maíces dañinos con la sabiduría de los viejos, abandonar los híbridos (y cualquier otra semilla ajena) regresando a los canales de confianza de intercambio y cuidado de las semillas. Como es un momento crítico, no basta hacer lo que siempre se ha hecho. Hay que reflexionarlo y aguzar la atención sobre nuestro maíz, física, espiritualmente, sobre lo que ocurre en su entorno, para identificar los transgénicos y aislarlos (despuntar la espiga de una planta poco confiable es una de las tantas precauciones). Tenemos que saber qué semilla estamos sembrando, ir depurando cada ciclo nuestra semilla, así iremos desechando el maíz contaminado.

3. El reto es recordar. Entender qué hacían los viejos para conservar la vida. Fomentar la defensa, el reconocimiento e intercambio de nuestras técnicas tradicionales de cultivo (agronómicas, ecológicas, medicinales y otras) incluidos los nuevos conocimientos del cultivo “orgánico”, la agroecología, la permacultura y otras técnicas confiables. Juntar técnicas tradicionales y métodos alternativos de agricultura nos da una herramienta poderosa si además reforzamos la diversidad en las parcelas y el cultivo de traspatio.

4. Para defender al maíz hay que seguir cultivándolo. La mayor amenaza al maíz nativo es que ya se cultiva poco. Hay que diversificar las variedades, sembrar todas las posibles en cada ciclo, pues eso da garantías contra las variaciones de clima, calor y humedad. Es importante sembrar maíz precoz y tardón. Si diversificamos variedades, también hay que diversificar siembras y hacer un manejo de las edades del polen, con eso disminuimos la posibilidad de que semillas no confiables se metan a nuestros terrenos.

5. Es central mantener nuestra identidad como pueblos. La defensa del maíz pasa por recuperar y fortalecer nuestras ceremonias sagradas, el costumbre, nuestras tradiciones y rituales de cuidado y permiso como siempre. Hoy día existe toda esa riqueza porque cada pueblo supo mantener su tradición, porque hubo respeto a la historia y la voluntad de cada comunidad y familia, un respeto a lo sagrado. Si queremos mantener toda esta riqueza tenemos que respetar lo que ha sido nuestro y sagrado durante toda la historia.

6. Hay que mantener la semilla y la tierra. Alguien que pierde la semilla tiene muchas más posibilidades de tener que migrar que alguien que todavía la tiene. Mantener la semilla significa tener buena semilla para uno mismo, para la comunidad, para la tierra a la que uno tiene acceso. Una semilla que responda a las necesidades y gustos de cada pueblo. Si se uniforman los gustos o se tratan de emparejar las necesidades, se pierde la calidad de las semillas: su diversidad.
Hoy existe un ataque contra la biodiversidad. El pueblo que no tiene diversidad se hace dependiente. Se están cambiando las leyes para obligar a los campesinos e indígenas a hacerse dependientes. Para conservar la diversidad tenemos que preguntarnos cómo conservar la vida, qué es lo que la ley permite y qué es lo que necesitamos, con permiso o sin permiso de la ley. Hay que negarnos a las leyes que criminalizan nuestro ahorro y nuestro intercambio milenario de semillas de confianza.

7. Recuperar los saberes colectivos. El maíz jamás puede quedar en manos de un grupo, no importa cuán escogido o comprometido esté. Es imposible que haya una persona, empresa o instituto del Estado que sea capaz de crear semillas que sean buenas para todos.
La diversidad y la calidad de la semilla vienen de que haya miles y miles de campesinos produciéndola. No sólo intercambiamos semillas sino que intercambiamos saberes. Las semillas pueden ser distintas porque todos sabemos cosas distintas. Para que haya semillas diversas tienen que haber saberes diversos. Pero sabemos por pedacitos, y sólo entre muchos se hace un saber grande. La riqueza de variedades no acaba nunca. Cada persona, familia o comunidad por la que pasa una variedad le agrega o cambia algo. No hay que olvidar jamás que todos sabemos. Cuando aceptamos que alguien nos trate como ignorantes, que no sabemos, que no tenemos ideas, estamos aceptando que se pierdan saberes sobre las semillas.


8. Recuperar los suelos. No sólo a nivel de parcela, sino en microregiones o regiones más amplias. Hay que abandonar los agroquímicos y volver a muchos de los saberes antiguos para fertilizar, y a los sistemas que controlaban las plagas sin pesticidas o herbicidas.
Para los pueblos del maíz en México la Revolución Verde fue cuando se hicieron adictos los cultivos y la tierra a una droga que cada vez se necesita más y más y sirve menos y menos. No sólo nos enfrentamos a la contaminación transgénica, sino a la contaminación de los químicos, a las supermalezas y la resistencia de las plagas que tienen roto el equilibrio dentro de las milpas. La tierra está intoxicada, pero también el agua y los peces se han perdido y se han envenenado. En la milpa también hay que dejar alimento para que coman los animalitos que se pueden volver plaga. Ellos también comen y quieren sobrevivir, una comunidad-milpa incluye también lo que no se come o aparentemente estorba o no es útil en principio. Es muy importante convivir con la diversidad de los animalitos.
También hay que frenar la erosión de los suelos. Cosechar el agua y afianzar la tierra para evitar hundimientos y deslaves. No podemos pensar sólo en la parcela, tiene que ser comunitario, regional. Territorial. Alimentar la tierra, plantar cortinas de árboles, hacer retenes de piedras en las faldas de los cerros para juntar la tierra que baja con las lluvias, sólo podemos hacerlo comunitariamente.

9. Cultivos soberanos. En vez de hablar de autoconsumo, hablemos de cultivos soberanos. Es indispensable intentar salirnos, lo más posible, de la economía del dinero. Producir para vender y comprar para comer nos hacen perder la soberanía alimentaria y laboral de los pueblos del maíz. Un pueblo que compra semilla y que compra comida es un pueblo que no se puede mandar a sí mismo.

Tenemos que estar orgullosos de sembrar maíz para que coma la familia, la comunidad, fortaleciendo los saberes de los mayores y las nuevas técnicas integrales que concuerdan con esos saberes y los complementan.

Como no existen ni subsidios ni fomento ni precios de garantía que apuntalen la economía campesina, es vital juntar subsidios autónomos y precios de garantía propios (regionales), tal vez haciendo un llamado a los migrantes y sus organizaciones. Atrevernos a dejar de gastar en productos industrializados que no son indispensables. Pensar cómo regresar a mercados más chiquitos, a maneras de trueque, a intercambios locales, para que encontremos un modo de vida manejable, con respeto por el todo. Por eso es importante que todo lo que produzcan las comunidades se consuma, para que la comunidad entienda que podemos producir nuestro propio sustento.

10. La contaminación transgénica es intencional. A propósito. Y el gobierno pretende que como ya se contaminó, es el momento de permitir la siembra de transgénicos. O puede proponer el exterminio de variedades nativas “contaminadas”, en un discurso de erradicar la contaminación del maíz. Pero no hay que confiar en el gobierno. No podemos permitir que ajenos a la comunidad (laboratorios, fuerzas armadas, empresas, programas del gobierno) lleguen a nuestras comunidades diciendo que van a ayudarnos.

11. Impedir la entrada de semillas de las que no sabemos su historia. Cerrar nuestras fronteras regionales y nacionales a las semillas de fuera, sean híbridas o forrajeras de las industrias, o las de las tiendas gubernamentales. Dejemos de comprarlas y busquemos el intercambio y la comercialización propia, en donde se pueda. Promovamos y realicemos un sabotaje a los paquetes de ayuda alimentaria de los que desconocemos su origen o las intenciones de quienes nos los quieren otorgar. Exijamos que se suspendan las importaciones agrícolas.

12. Rechacemos las leyes injustas de bioseguridad, acceso genético y propiedad industrial, y exijamos que se mantenga la moratoria a la siembra de maíz transgénico estableciendo alianzas para fortalecerla. Rechacemos también los programas de certificación e individualización de tierras. Son una estrategia para exterminar al maíz y a sus pueblos. por eso debemos defender nuestro territorio y el carácter comunitario, colectivo, inembargable, inalienable de nuestras tierras.

13. Es prioridad reforzar la autonomía, la organización comunitaria. La lucha por la defensa del maíz va con la lucha por el territorio y el autogobierno. Cuando la asamblea es la máxima autoridad, podemos impulsar tácticas agropecuarias y ambientales propias. En nuestros estatutos comunales y reglamentos ejidales puede prohibirse la siembra de transgénicos, y establecer una moratoria de facto decretada por los pueblos indios y campesinos en torno al consumo, la siembra y el trasiego de maíz transgénico. Es indispensable buscar la integridad del territorio indígena mediante el equilibrio que lo ha mantenido como territorio.

El maíz y la autonomía
Defender nuestro maíz (el ámbito sagrado donde se le venera, los saberes ancestrales que lo hicieron posible y el margen de autonomía que otorga sembrarlo para el consumo propio), nos permite fortalecer la lucha por nuestros derechos colectivos, nuestro gobierno comunitario y nuestra historia mientras defendemos el agua, el bosque, el territorio y nuestros propios proyectos de bienestar cuidadoso y autogestionario.
Sólo con maíz propio, nativo (no su desfigurada versión transgénica), sembrado para que coma la comunidad dependiendo lo menos posible, se pueden vivir los ámbitos del nosotros: el trabajo colectivo, la justicia propia, el autogobierno, la asamblea, en una vida a contrapelo de los sistemas planetarios.
Una de las finalidades de los transgénicos es hacer que todos los campesinos tengan que comprar semillas todos los años, y para asegurar eso las empresas están inventando una variedad que sólo se cosecha una vez y sus semillas son estériles, conocida como Terminator.
Si Terminator contaminara a cualquier otra variedad, la volvería estéril, y significaría la dependencia total hacia las compañías diseñadoras y productoras de semillas, que están patentando más y más variedades. Se hace urgente entonces que iniciemos un proceso de reflexión que nos dé horizonte de cómo nos atacan los planificadores y los poderes mundiales, las agroindustrias y los gobiernos.
Desde la milpa se ve el mundo entero. Hay que reivindicar lo que significamos los campesinos en un mundo “globalizado” que quiere convertir en industria incluso la agricultura. El maíz y otros cultivos soberanos son el corazón de la resistencia comunitaria contra el capitalismo y sus megaproyectos.
Mantener nuestra amorosa relación con el maíz nos permite el resquicio suficiente como para no pedirle permiso a nadie para ser, impulsando una resistencia real, política, social, económica, de saberes, dignidad y justicia. Nos permite un autogobierno con sistema de cargos como servicio, eso que los zapatistas llaman “mandar obedeciendo”. Permite el resquicio necesario para reconstruir nuestro camino propio.
Nos hace entender el tejido de relaciones que posibilitan la existencia de este alimento-oficio-relación que es sagrado.
El pueblo wixárika de la sierra de Jalisco en México, lo pone de esta manera:
– Está bien: defender el maíz...
– Para defenderlo tenemos que curar los suelos...
– Entonces hay que dejar de usar los agroquímicos que lo han desgastado. Volvamos a las siembras a la manera antigua.
– Pero entonces debemos buscar que no haya tampoco deslaves ni erosión...
– Para eso ha que reequilibrar el agua...
– Para eso hay que cuidar los bosques, pa’ que detengan la erosión, traigan las lluvias, refresquen con aire bueno la región...
– Pero para eso hay que defender nuestro territorio y emprender acciones en pos de nuestros derechos agrarios y de pueblo...
– Entonces tenemos que tener una organización comunal real, donde quienes sean representantes, de veras obedezcan el mandato de la comunidad.
– O sea reforzar el papel de las asambleas comunitarias, ya no sólo comunales, acercando a las autoridades tradicionales y las agrarias
—pues los gobiernos intentaron siempre separarlas.
– Entonces tenemos que tener maíz, para que quienes asuman un cargo no se vean en la necesidad de trabajar, pero que sí sigan anclados a la tierra, como campesinos en iguales circunstancias que el resto de los comuneros.

Entonces existe una especie de círculo mágico: una propuesta de integralidad donde nada puede estar desvinculado. Se trata de la reconstitución integral de las comunidades, de la organización comunitaria.

Es el cultivo del maíz como corazón de una resistencia y de la posibilidad de una autonomía, ejerciendo plenamente su territorio en todos los planos: desde el más geográfico hasta el sagrado, en la riqueza de las relaciones humanas y con todo, porque todo está vivo. Conclusiones Defender el maíz es defender la vida y la cosmovisión campesina-indígena. Y viceversa.

En ese camino, la gente de las ciudades tiene un papel que apenas comienza a reconocer. Este proceso de resistencia ante las agroindustrias y las instancias de planificación mundiales y sus administradores encarnados en los gobiernos, culmina reforzando la visión con horizonte que los pueblos estrenan apenas hace pocos años.

El horizonte parece negro, pues el maíz y otros muchos cultivos estratégicos están en riesgo, y como tal la viabilidad del ámbito rural, pero también el de las ciudades. Si la gente de las grandes urbes empata con los campesinos sus reflexiones y su crítica aguda, comenzará a entender la importancia de sembrar sus propios alimentos. En el campo, pero inescapablemente también en las ciudades, aunque ahora no todos lo reconozcan como urgente.

Mientras, pese a la violencia y la criminalización, pese a todos los ataques a los pueblos indígenas y campesinos, la esperanza y el maíz siguen vivos.

www.ecoportal.net Biodiversidad, revista de Grain.

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05 January 2009

México ha perdido 30 por ciento de bosques y selvas, señala organización

La Jornada, lunes 5 de enero de 2009
■ Aprovechar sin control las plantas las pone en riesgo de extinción

Angélica Enciso L.
En el territorio nacional se ha perdido 30 por ciento de los bosques y selvas que había originalmente, por lo que se requieren más acciones de protección, señala la Estrategia Mexicana de Conservación Vegetal. Advierte que en 26 ecorregiones, de 96 que había en el país, existe el 0.05 por ciento de la cobertura de vegetación primaria y se encuentran sobre todo en Veracruz, el centro y sureste del país.
El documento, elaborado por diversas instituciones encabezadas por la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), refiere que México es una de las naciones con mayor diversidad de flora del planeta, con alrededor de 22 mil especies, que representan entre 10 y 12 por ciento del total mundial, pero hasta el momento no existe un inventario y aún se requiere más investigación.
Precisa que a escala nacional existen entre 5 mil y 7 mil especies de plantas que tienen algún uso conocido, “a lo largo de la historia las plantas han proporcionado alimentos, fibra, materiales de construcción, medicinas, combustibles y muchos otros productos para satisfacer múltiples necesidades” de la población. El aprovechamiento de muchas plantas se realiza en forma no sostenible y están en riesgo de extinción, puntualiza.
La estrategia comenzó a elaborarse desde 2007 ante la alarmante pérdida de biodiversidad a escala mundial y en particular de las especies vegetales; se prevé que en 2009 se concluya la elaboración del documento, informa la Conabio.
En el documento, que contiene los objetivos y metas de la estrategia, se señala que se trata de una iniciativa para incrementar e integrar el conocimiento de las especies vegetales mexicanas, con el fin de lograr su conservación, uso sostenible y el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de su aprovechamiento; se espera que para el 2030 el país habrá logrado incrementar e integrar el conocimiento sobre esta diversidad.
Indica que hay diferentes estudios en relación con la riqueza florística, pero la Conabio tiene datos de 22 mil 214 especies vegetales, de acuerdo con catálogos de autoridades taxonómicas y las publicaciones existentes. Detalla que hay 8 mil 778 subespecies y variedades de árboles.
Diversidad vegetal
La mayor diversidad vegetal se encuentra entre los estados de Chiapas y Oaxaca, así como en el centro de Veracruz, Sinaloa y Durango. También, agrega, se ha documentado que los bosques mesófilos de montaña y las selvas tropicales perennifolias son los tipos de vegetación que presentan mayor número de especies por unidad de superficie.
Sin embargo, agrega, el mayor número de especies endémicas se localizan en la vegetación xerófila y las selvas secas del país. “El territorio nacional representa una región donde se han originado y evolucionado un gran número de linajes vegetales”.
Agrega que 52 por ciento del país estaba cubierto con bosques y selvas, pero ahora sólo ocupan 33 por ciento. “De acuerdo con la situación, fragilidad y cobertura de los diferentes tipos de vegetación en México, actualmente se ha identificado que se requiere de mayores acciones de protección para las selvas húmedas y los bosques mesófilos, dado que han sido drásticamente reducidas y sólo hay remanentes de su cobertura original”.
Los esfuerzos de conservación se deben dar, sobre todo, en altitudes medias de las zonas montañosas del país, así como en las zonas costeras de la península de Baja California y la vertiente del Pacífico.
El documento destaca el papel de los jardines botánicos, de los cuales hay 2 mil 500 en 165 países y albergan 80 mil especies, casi un tercio de las plantas vasculares del mundo.
En México hay 40 jardines con 5 mil especies de flora, y los 15 más importantes tienen especies endémicas o amenazadas.
El de la UNAM tiene en 577 colecciones 7 mil 320 especies endémicas del país y 204 de las 981 especies bajo protección especial incluidas en la norma 059.

28 November 2008

La pérdida de biodiversidad lleva a la desintegración comunitaria

La Jornada jueves 27 de noviembre de 2008

■ Relación indivisible, fundamental para diseñar las políticas de desarrollo sustentable, exponen

■ El maíz criollo, elemento de identidad cultural y base de la dieta, no ha sido protegido con seriedad del genéticamente modificado, dice experta

■ Realizan reunión de especialistas en la UNAM

Mariana Norandi

La pérdida de biodiversidad cultural implica pérdida de biodiversidad medioambiental y viceversa, es decir, la degradación de los recursos naturales lleva a una desintegración comunitaria, aseguraron especialistas en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Por lo tanto, agregaron, no se pueden diseñar políticas públicas en materia de desarrollo sustentable sin tener en cuenta la relación indivisible que existe entre sociedad comunitaria y diversidad biológica.

Durante la mesa redonda ¿Siglo XXI, adónde va el país?, presentada en el seminario La ciencias en el desarrollo sustentable, organizado por el Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA), investigadores, académicos y expertos de diferentes disciplinas científicas se reunieron desde el martes hasta hoy para reflexionar sobre los retos medioambientales y proponer acciones para construir un futuro sustentable.

El encuentro contó con la participación de Víctor Manuel Toledo, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas, quien recalcó que no se puede entender la conservación de las riquezas naturales sin tener en cuenta la bioculturalidad que existe en nuestro país. De hecho, precisó, la mayor parte de las reservas naturales se encuentran en zonas bioculturales y la mitad de las aguas del país están en territorios indígenas. “En la cultura indígena y en su relación con la biodiversidad se encuentra la memoria de la especie de la humanidad”, puntualizó.

Resistencia biocultural

Explicó que México ocupa el cuarto lugar en el mundo en bioculturalidad y que existen en el país 14 regiones que viven procesos de resistencia biocultural, en los cuales se han desarrollado medidas de autogestión que manejan los recursos naturales con sustentabilidad.

“Sólo en Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, Michoacán y Puebla existen mil 44 experiencias comunitarias de sustentabilidad. En la península de Yucatán hay 2 mil 800 plantas y siguen existiendo a pesar de la presencia humana desde hace más de 3 mil años, lo cual constata que en esa zona se ha sabido encauzar la coexistencia de cultura con y biodiversidad”.

Postuló la conservación natural en el ámbito de una relación recíproca con la cultura, y la sustentabilidad no como un retroceso a lo tradicional, sino como la creación de una forma de vida alternativa que implique organización social y perspectiva científica con conciencia ecológica.

“La revolución industrial constituye la ruptura entre lo que se había aprendido durante siglos y la modernidad, ésta entendida como una nueva etapa construida con las cenizas de lo tradicional. Pero ahora cada vez más territorios se están convirtiendo en espacios de resistencia que, en contra del modelo dominante industrial capitalista, han desarrollado otro alternativo y sustentable”.

María Elena Álvarez Buylla, del Instituto de Ecología de la UNAM, al hablar de la relación entre vida comunitaria y biodiversidad resaltó la importancia del maíz como elemento de identidad cultural y como base alimentaria. Dijo que en México aún no se ha tomado con suficiente seriedad la protección del maíz criollo del genéticamente modificado, cuando el gobierno está obligado a proteger la biodiversidad del grano en su centro de origen y biodiversidad porque la ley mexicana lo considera; “esta riqueza es crucial para enfrentar retos futuros”.

Explicó que el polen del maíz es “altamente promiscuo” y por medio del viento viaja a distancias impresionantes, lo que provoca fecundaciones cruzadas entre plantas. Esta característica hace que el maíz criollo tenga elevadas posibilidades de ser contaminado por el transgénico y, con ello, además, que las compañías transnacionales reclamen como suyo ese germoplasma.

Distribución sin impedimento

Agregó que el gobierno mexicano ha levantado la moratoria para plantar maíz transgénico y ha aprobado una nueva Ley de Bioseguridad inspirada en la legislación de Estados Unidos, que no se aplica, pero que tampoco impedirá la distribución del producto a todo el país.

Indicó que México está obligado a documentar la existencia de maíz transgénico porque de lo contrario no sólo se pone en riesgo la biodiversidad genética de la semilla, sino también la soberanía alimentaria.

Amparo Martínez Arroyo, del Centro de Ciencias de la Atmósfera, comentó que el alto grado de contaminación de los mares y océanos de México pone en riego la autosuficiencia de muchas comunidades que viven de los recursos naturales que ese medio genera.

Destacó que a pesar de que México tiene 1.5 más territorio marino que terrestre, no hay políticas públicas que atiendan la degradación de sus aguas marinas y, al ser “tierra de nadie”, es un sector altamente vulnerable. Las descargas de aguas residuales al mar han creado problemas de salud de los ecosistemas y de la población. Entonces, al no prestar atención a este problema, se olvida que mucha gente vive del mar. Por ello, la pérdida de los recursos naturales marinos provocará que muchas comunidades pierdan su autosuficiencia.

02 August 2008

AGRICULTURA-PERÚ: El camino de la papa


Por Milagros Salazar, enviada especial


Justino Zuta en plena cosecha.

Crédito: Milagros Salazar/IPS.

CUSCO, Perú, abr (IPS) - La papa (Solanum tuberosum), uno de los alimentos más populares del mundo, se desarrolla en miles de variedades en el corazón de los Andes sudamericanos, el lugar donde fue domesticada hace más de 8.000 años.

Perú alberga el banco de germoplasma --semillas, cultivo de tejidos o colecciones de plantas-- más grande del mundo: 5.000 variedades de papa de toda la región andina, más de la mitad originarias de este país. Biólogos, genetistas e ingenieros agrónomos investigan la riqueza del alimento en el laboratorio y en el campo, de la mano de comunidades campesinas.

Este patrimonio científico de la humanidad está en manos del no gubernamental Centro Internacional de la Papa (CIP) que en 1971 comenzó a recolectar muestras en diversas regiones del país y que hoy conserva en su sede de Lima.

De las 4.500 variedades nativas y unas 500 mejoradas o modernas, que conserva la institución, más de 2.500 son peruanas. El taxonomista estadounidense David Spooner, de la Universidad de Wisconsin, ubicó su lugar de origen entre la región surandina del Cusco y el Altiplano compartido con Bolivia, explica a IPS la bióloga Ana Panta, del CIP.

EN EL PARQUE DE LA PAPA

"Nosotros cuidamos estas papas naturales para nuestros hijos, nuestras familias. No usamos fertilizantes, sólo el guano (estiércol) de corral", dice a IPS Mario Paco Gallegos, presidente de la comunidad de Paru Paru y vicepresidente de la Asociación de Comunidades del Parque de la Papa en Cusco, antigua capital de los incas.

Gallegos representa a una de las seis comunidades que acordaron a fines de 2004 trabajar con el CIP para conservar el cultivo y garantizar su uso sostenible mediante el aporte científico y la recuperación de conocimientos ancestrales.

Así surgió el Parque de la Papa, unas 10.000 hectáreas de una microcuenca conformada por lagunas y quebradas con grandes extensiones de "layme" o "muyuy" --conjunto de parcelas comunitarias--, que conduce al Valle Sagrado de los Incas, el Urubamba.

IPS llegó al parque en plena faena de los campesinos de Paru Paru. Hombres y mujeres esperaban con lampas y picos al equipo de investigadores que nos acompañó: el ingeniero agrónomo del CIP, René Gómez, e integrantes de la no gubernamental Asociación Andes.

La tarea que los convocaba era construir un invernadero comunitario para preservar semillas.

El parque está habitado por 1.200 familias, unas 6. 700 personas, según la Asociación Andes.

Aquí observamos una suerte de banco de germoplasma a campo abierto bajo un techo azulado. Entre 620 y 640 variedades de papa están plantadas en alturas de entre 3.950 y 4.400 metros sobre el nivel del mar, explica el agrónomo Gómez. Unas 410 fueron "repatriadas" desde el banco de genes del CIP, luego de ser liberadas de virus y enfermedades.

Gómez, curador del germoplasma del CIP, señala la diferencia de productividad de esas semillas repatriadas: pueden producir hasta 18 toneladas por hectárea mientras los cultivos campesinos sólo llegan a seis toneladas y el promedio nacional es de 12 toneladas.

Se planta por rotación de suelos. El campesino opta por mudar cada año la siembra de la papa a diferentes terrenos para que el suelo descanse y recupere fertilidad. Cada siete años se vuelve al mismo lugar.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la papa peruana se produce en 600.000 pequeñas unidades agrarias distribuidas en 260.000 hectáreas.

MUCHO MÁS QUE UN MUSEO VIVO

"Tenemos la responsabilidad de proteger la colección más grande de papas en el mundo. Esta tarea no tiene final y en ese camino desarrollamos la conservación dinámica al trabajar con comunidades. La idea es devolverles sus papas, sus tesoros, para que mantengan su biodiversidad", afirma a IPS en Lima la directora del CIP, Pamela Anderson, quien subraya el apoyo recibido del gobierno italiano.

En los últimos cinco años, el CIP ha repatriado 25 por ciento de las papas nativas de más de 30 comunidades andinas, afirma Anderson.

El CIP exhibe como en un museo variedades de las siete especies que empezaron a ser domesticadas hace unos 8.000 años y ejemplares de las 150 especies de papas silvestres, sus parientes ancestrales, que la institución conserva en tubos de laboratorio, cámaras frías e incluso en el campo, señala la bióloga Panta.

Sobre una mesa, identificados con sus nombres tradicionales en quechua y aymara y científicos en latín, reposan siglos de historia de la alimentación: papas de piel oscura, clara, roja, azul, amarilla, jaspeada, de formas alargadas, enroscadas o incluso arracimadas.

Estas últimas son conocidas como "pusi qachun waqachi" (la que hace llorar a la nuera), nombre vinculado a costumbres de las comunidades campesinas. "Cuando la suegra quiere poner a prueba a la mujer que se va a casar con su hijo, le da esta papa para que la pele. Si ella no daña la pulpa, quiere decir que es una buena cocinera y podrá cuidar bien al hijo", relata Panta.

COLORES Y SABORES

Hay hasta nueve colores de papas peruanas nativas. Las diferencias no radican sólo en el tono de la piel, sino en el sabor, los usos, los valores nutricionales y la resistencia frente a las durezas del clima.

Algunas atraen a las escuelas de alta cocina, que buscan ingredientes exóticos, y han sido utilizadas en exhibiciones internacionales por su sabor, como la V Cumbre Internacional de Gastronomía Madrid Fusión de 2007, que eligió a la papa peruana como una de las siete materias primas emblemáticas de los fogones del mundo.

Los caminos del paladar también pueden coincidir con el rescate del valor nutritivo de este alimento. En este Año Internacional de la Papa, la FAO convocó a cocineros de América Latina a preparar platillos originales con el tubérculo como ingrediente principal, como parte del programa Chefs contra el Hambre.

Esas creaciones gastronómicas conformarán el primer recetario internacional de la papa, una de las actividades del año declarado por las Naciones Unidas.

PROTEÍNAS, VITAMINAS Y ENERGÍA

Guisadas, hervidas, asadas, fritas, secas, en puré, ralladas, rellenas o convertidas en harina, las papas se han adaptado a la tradición culinaria de casi todo el planeta. Son el cuarto alimento humano básico, después del maíz, el trigo y el arroz, con una producción anual de más de 323 millones de toneladas.

Además de su riqueza en hidratos de carbono, vitaminas y minerales, es el tubérculo con más proteínas, según la FAO, y puede constituir una alternativa alimentaria importante para los 13 millones de pobres que viven en este país.

Sin embargo, el consumo peruano ha caído en los últimos 30 años de 120 kilogramos anuales por habitante a sólo 65. El gobierno se propone elevarlo a unos 100 kilogramos, promoviendo la elaboración de pan con harina de papa.

Empresas privadas ofrecen productos como hojuelas de papas nativas o tubérculos frescos, de 25 variedades diferentes, empacados en bolsas de buena presentación.

Pero algunos expertos reclaman equilibrio entre la producción de papas nativas para introducir al mercado y la conservación de la diversidad del alimento, que es básico en la dieta de las zonas andinas.

SOPORTANDO EL CLIMA

Los agricultores aseguran que las plantaciones de papa ya soportan los efectos del cambio climático. Este año, sequías y nevadas inusuales dañaron los cultivos.

Además, "como en este tiempo se está calentando la tierra, vienen las enfermedades. Antes la papa crecía sana", afirma Paco Gallegos al confirmar que, para evitar el calor, los cultivos ya se trasladan a zonas más altas.

Aquí también juega su papel la diversidad. La cosecha siempre es productiva si se cuenta con variedades más resistentes que otras.

"Esta vez hemos sacado poca producción. No es suficiente", dice preocupado a IPS Justino Zuta, "varayoc" (líder tradicional) de la comunidad de Pampallacta, al que hallamos cosechando papas "compish" junto a su hijo Rosinaldo, de cuatro años.

Él nos muestra varios tubérculos agusanados y diminutos mezclados en la montaña de papas extraídas en una jornada de 12 horas.

Hay que mejorar el nivel de vida de estos agricultores de papa, porque "los grandes beneficiarios son los más de 820 millones de personas que padecen hambre en el mundo. Sólo en América Latina, son más de 52 millones personas subnutridas", dice a IPS el representante de la FAO en Perú, Jean-François Ghyoot.

La papa puede aportar mucho más "a la seguridad alimentaria del planeta", agrega.(FIN/2008)

11 June 2008

False Solutions to Food Crisis will Escalate Starvation, Accelerate Climate Change and Devastate Biodiversity

For Immediate Release World Environment Day, 5 June 2008

A Black Day for the Environment: False Solutions to Food Crisis will Escalate Starvation, Accelerate Climate Change and Devastate Biodiversity

Rome, Italy--The Global Forest Coalition, a worldwide coalition of environmental NGOs and Indigenous Peoples' Organizations, has called World Environment Day 2008 a black day for the environment, now that it appears the FAO Summit on World Food Security will fail to agree on an immediate halt to all forms of support for agrofuels. Instead, countries like the U.S. seem eager to exploit the current human tragedy for the promotion of a new 'Green Revolution,' which will have devastating impacts on both the climate and biodiversity.

"The rapid expansion of large-scale unsustainable agriculture that is being promoted at this Summit will lead to massive deforestation, thus contributing significantly to climate change," warns Dr. Miguel Lovera, the chairperson of the Global Forest Coalition. "In a country like Paraguay we have seen how the expansion of large-scale agro-industrial monocultures like soy has displaced small farmers and Indigenous Peoples, destroyed their forests, and contaminated their water resources with agro-chemicals, with devastating impacts on the health, welfare, and nutrition of rural communities."

It is widely acknowledged that the current food crisis has been caused by a combination of factors: climate change, a history of corporate-led globalization of food production and trade, increased consumption of meat and dairy products and the rapid expansion of agrofuels.

"Considering these factors, the one quick measure Heads of States could have taken to save the lives of many of the thousands of people currently starving, is to call for an immediate halt of all subsidies and other kinds of support to agrofuel production," stated Dr. Rachel Smolker of Global Justice Ecology Project, and the lead agrofuel researcher for the Global Forest Coalition. Dr. Smolker concluded, "By failing to take this emergency measure, countries like the U.S. have made it clear that their main allegiance is to the agro-industrial interests that are capitalizing on the current crisis to promote their biotechnology, agro-chemicals, artificial fertilizers and other false solutions to the food crisis. This model of industrial agriculture is a major contributor to climate change, deforestation, rural depopulation as well as starvation. The 'solutions' being proposed by FAO will only worsen the situation. Food production, land and water rights must be put back into the hands of people, not corporations if we are to find a true solution to this crisis."

Climate change will have a particularly devastating effects in regions like Africa and the Pacific, that are already suffering disproportionately from the current food crisis. "By the end of this century 15 out of 27 nations in the Pacific will either no longer exist or will be totally uninhabitable," alerts Sandy Gauntlett, chairperson of the Pacific Indigenous Peoples Environment Coalition. He ends, "The reality of agrofuels is that it is an economic measure that allows big industry to peddle psychological relief to the European and American consumer while the Pacific drowns and slowly starves."

For more information, please contact:

Orin Langelle, media coordinator, Global Forest Coalition, +1.802.482.2689 (office), +1.802.578.6980 (mobile)
In Rome, Italy: Dr. Rachel Smolker, tel:+39 333 211 8630 (English)
In Asunción, Paraguay: Dr Miguel Lovera, tel: +595-21-6636543 or +595-971-201957 (English, Spanish, French, Portugese and Italian

Mapapa: nuestra papa para el Perú y el mundo

RPP noticias, Perú
Martes, 10 de Junio del 2008 - 11:34:58

La historia de nuestro ancestral tubérculo andino y su recorrido por el mundo, así como recetas que tienen como ingrediente principal a este fruto de la tierra, se unen en el libro "Mamapapa": nuestra papa para el mundo, de la escritora Josefina Barrón y la chef Karissa Becerra, que Corporación Wong lanza al mercado con ocasión de celebrarse el Día Nacional de la Papa.

El texto es una investigación de la travesía que ha seguido la papa desde su descubrimiento por parte del mundo occidental hasta apoderarse de la culinaria de cada país. La migración del tubérculo ha logrado que la mayoría de los países del orbe cuenten con un platillo nacional que la lleva como ingrediente principal.

Hoy su cultivo es tan universal que cada país ha desarrollado diversas variedades. Esta internacionalización, sin embargo, no ha mermado que el Perú sea el país con la mayor variedad de papa. "Nuestra riqueza está en nuestra biodiversidad", coinciden las autoras.

El libro también rinde un homenaje al sacrificio y tesón del hombre del ande, guardián de la biodiversidad de las papas nativas que ha rescatado especies que se creían desaparecidas.

Entre las especies nativas que se mencionan figura la papa 'Llumchuy Waqachi' ("la que hace llorar a la novia"). Según la tradición, una novia que desea casarse debe pelar perfectamente este tipo de papa, de superficie irregular y rugosa, delante de sus futuros suegros.

El libro recoge, además, interesantes datos y anécdotas sobre las más conocidas formas de presentación de la papa y las disputas que existen, por ejemplo, entre franceses y belgas en torno a la paternidad de las papas fritas.

Mención especial merecen las 45 recetas gastronómicas que incluyen las peruanísimas papa a la huancaína, papa rellena, carapulcra y platos internacionales, todos desde la interpretación personal de Karissa, chef y estilista de cocina, quien ha realizado deliciosas innovaciones a los platillos, siempre respetando la esencia de los mismos.

La Corporación Wong siguiendo su política de protección a la biodiversidad y de revaloración de nuestros productos bandera, edita "Mamapapa": nuestra papa para el mundo, un libro de 160 páginas, dividido en cinco capítulos impresos a todo color en papel couché y tapa dura.

Con fotografías de Luis Felipe Soto y Alejandro Balaguer y una presentación a cargo del destacado escritor Santiago Roncagliolo, el texto puede ser adquirido en todos los supermercados Wong a solo S/. 39.00 + 550 puntos bonus. Precio normal S/. 59.90.

04 June 2008

UNA NUEVA ALIANZA MUNDIAL UNIVERSAL PARA LA PROTECCIÓN DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA ESTABLECIDA EN BONN

Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica
COMUNICADO DE PRENSA
No es un documento oficial

UNA NUEVA ALIANZA MUNDIAL UNIVERSAL PARA LA PROTECCIÓN DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA ESTABLECIDA EN BONN

Bonn, 30 de Mayo de 2008 - Representantes de 191 Partes y más de 100 ministros han producido nuevas e importantes medidas para aumentar el establecimiento de áreas protegidas y para negociar un conjunto internacional de normas sobre acceso y distribución de los beneficios de los abundantes recursos genéticos del mundo. Al hacerlo, hicieron una contribución muy importante para el logro de la meta 2010 de la diversidad biológica.

"La reunión de Bonn sobre la diversidad biológica será recordada por haber iniciado una nueva era en la implementación del Convenio sobre la Diversidad Biológica" dijo el Sr. Ahmed Djoghlaf,
Secretario Ejecutivo del Convenio sobre la Diversidad Biológica.

En la actualidad el mundo está perdiendo especies de plantas y animales a una tasa de 100 a 1,000 veces la tasa de extinción natural. La pérdida de especies disminuye los recursos genéticos necesarios para los avances de la medicina, para asegurar un suministro seguro de alimentos, y para garantizar que los ecosistemas del mundo puedan proporcionar las funciones necesarias que son esenciales para la vida.

El Sr. Djoghlaf. Continuó diciendo: "Estamos a menos de 2 años de 2010, año en que los jefes de Estado determinaron como objetivo para reducir sustancialmente el ritmo de pérdida de la diversidad biológica. Estos acuerdos – los acuerdos de Bonn sobre la Diversidad Biológica - si son aplicados con rapidez por las partes interesadas, contribuirán en gran medida para ayudarnos a lograr nuestras metas."

Entre los resultados de la reunión fue la creación de un importante mecanismo de financiamiento
para las áreas protegidas. La iniciativa del Tejido de la Vida proporcionará recursos importantes para garantizar la aplicación del programa de trabajo sobre las áreas protegidas en todo el mundo. En menos de 2 días después de su lanzamiento, más de 60 Partes han anunciado su decisión de participar en esta iniciativa.

En su declaración de apertura para el Segmento de Alto Nivel, la Canciller de Alemania Angela Merkel, anunció la disposición de 500 millones de euros para la protección de los bosques hasta el
año 2012 y 500 millones de euros un año más tarde. Esto se complementó con un anuncio de Noruega de cientos de millones de euros en fondos adicionales.

La participación de nuevos grupos de interesados se prolongó durante la reunión de Bonn sobre la Diversidad Biológica mediante la celebración de una serie de actos paralelos entre ellos la
Conferencia sobre la Diversidad del Planeta, una Cumbre sobre el aspecto Científico, y una Cumbre Mundial sobre Ciudades. El vínculo entre la diversidad biológica y la cultura también se reforzó mediante la celebración de un concierto en vivo en la naturaleza, un festival de cine y una exposición de fotografía en colaboración con la revista GEO.

De acuerdo al Sr. Djoghlaf "Los Acuerdos sobre la Diversidad Biológica establecerán el plan de
trabajo del Convenio sobre el camino a tomar para la próxima reunión de la Conferencia de las Partes en Nagoya, Japón en 2010", dijo el Sr. Ahmed Djoghlaf.

La continuidad de las políticas del Convenio a largo plazo se aseguró con la movilización de las
presidencias de Japón para la décima Conferencia de las Partes y de Ecuador para la onceava reunión.

"Las soluciones para las crisis de la diversidad biológica requieren un pensamiento a largo plazo",
dijo el Sr. Ahmed Djoghlaf. "Esta triple Presidencia de COP de Alemania, Japón y Ecuador asegurará que estamos planeando para el futuro y no trabajando de manera ad hoc."

"El día de hoy marca el nacimiento de una alianza mundial universal de todos los interesados, para combatir la pérdida de diversidad biológica, agravada por el cambio climático", dijo el Sr. Ahmed Djoghlaf.

Apoyo a los tres objetivos del Convenio:
Los delegados acordaron en una serie de medidas para apoyar la conservación, y las formas para
garantizar su uso sostenible y un conjunto de normas para garantizar que los beneficios de la
utilización de los recursos genéticos se distribuyan equitativamente. Estos acuerdos incluyen la
adopción de medidas sobre:

Un reparto equitativo de los recursos genéticos: Los delegados acordaron en un proceso firme para lograr el establecimiento de normas internacionales sobre el acceso a los recursos genéticos y la distribución equitativa del uso de los beneficios. La reunión elaboró un plan para las negociaciones que no sólo establece un plan de trabajo claro hacia la meta de 2010, sino que también proporciona una breve lista de opciones en cuanto a qué elementos deben ser jurídicamente vinculantes y cuales no lo son.

Las Áreas protegidas: Los países acordaron en enfocarse más hacia el desarrollo de una red mundial de áreas protegidas que garantice la conservación de la diversidad biológica. Los delegados acordaron en un marco de investigación, identificación y financiamiento que permitan a las áreas protegidas existentes en tierra y en mar para no sólo para ampliarse sino para representar los más importantes ecosistemas del mundo. Alemania, el anfitrión de la conferencia, inició su iniciativa del Tejido de la vida, que prevé el financiamiento de las áreas protegidas en todo el mundo.

Los Biocarburantes: Si bien los países acordaron en que la producción y el uso de los biocarburantes podría tener muchas aportaciones positivas, su éxito depende de los métodos de producción, las reservas de materiales y las prácticas agrícolas de las cuales forman parte. Los países también hicieron un llamado para el desarrollo de una política sólida de marco para los biocarburantes dentro del Convenio y que para el desarrollo de esta también se podría recurrir a las herramientas existentes del Convenio.

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB)
Abierto para firma en la Cumbre para la Tierra en Río de Janeiro en 1992, el Convenio sobre la
Diversidad Biológica (CDB) es el marco internacional para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica y la distribución equitativa de sus beneficios. Con 191 Partes, incluida la Comunidad Europea, el CDB tiene una participación casi universal de los países que se han comprometido a preservar la vida sobre la Tierra. En el CDB trata de abordar todas las amenazas a la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas, así como las amenazas del cambio climático, a través de evaluaciones científicas, la elaboración de instrumentos, incentivos y procesos, la transferencia de tecnología, buenas prácticas y la plena y activa participación de los interesados, incluidos los indígenas y las comunidades locales, los jóvenes, las organizaciones no
gubernamentales, las mujeres y la comunidad empresarial. La sede de la Secretaría del Convenio se encuentra en Montreal.

Para obtener información adicional, póngase en contacto con Marie Aminata Khan al teléfono +1 514 287 8701, correo electrónico: marie.khan@cbd.int

20 May 2008

FAO: BIODIVERSIDAD, CLAVE EN CRISIS ALIMENTARIA

ROMA, 18 (ANSA) - El subdirector general de la FAO, Alexander Müller, afirmó que la abundante diversidad biológica de la Tierra es la clave "para enfrentar la peor crisis alimentaria de la Historia moderna", pero advirtió sobre la reducción de la misma durante el último siglo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Roma, si bien reconoció "la importancia de la biodiversidad" para enfrentar esa crisis, también "lanzó una advertencia" al respecto.
La FAO estimó que en el último siglo "se perdieron en torno a las tres cuartas partes de diversidad genética de las variedades de cultivos agrícolas, y que cientos de las 7.000 razas animales registradas en sus bases de datos están amenazadas de extinción".
La mayor parte de los alimentos del mundo proceden actualmente sólo de "doce cultivos y catorce especies animales" "Una menor diversidad genética significa menos oportunidades para el crecimiento y la innovación necesarios para impulsar la agricultura en una época de precios alimentarios en alza", afirmó la Organización de la ONU. Müller, que encabeza el departamento de gestión de recursos naturales y medio ambiente en la FAO, sostuvo también que "La erosión de la biodiversidad para la agricultura y la alimentación pone gravemente en peligro la seguridad alimentaria mundial". Según el experto, se requiere intensificar los "esfuerzos para proteger y gestionar de modo inteligente la biodiversidad", pues "su uso sostenible es fundamental para conseguir un sistema de abastecimiento alimentario seguro y sostenible".
"Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que intensifique su acción y compromiso para integrar las preocupaciones de la seguridad alimentaria y la biodiversidad", destacó.
Las declaraciones de Müller coinciden con el inicio de una conferencia mundial sobre la biodiversidad, 19 al 30 de mayo de 2008, en Bonn, Alemania, del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).
En esa conferencia participarán representantes de unos 190 países, junto a otros de organizaciones internacionales.
En tanto, los precios del pan, el arroz, los productos de maíz, el aceite, la soja (soya) y otros alimentos básicos aumentaron bruscamente en estos últimos meses en todos los países en desarrollo. (ANSA). MRZ
19/05/2008 16:09
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07 April 2008

El I Congreso Nacional de la Papa se realizará en Huancayo

El Comercio, Perú

17:11 | El principal objetivo de la cita es promover la mejora de la cadena de producción, comercialización y de industrialización de este tubérculo

La ciudad de Huancayo será sede del I Congreso Nacional de la Papa, que se realizará del 20 al 23 de mayo en el marco de las celebraciones por el Año Internacional de la Papa.
La cita, organizada por el Ministerio de Agricultura, a través del Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA), tiene como objetivo básico promover el encuentro entre los agentes de la cadena de valor de la papa y busca dinamizar los negocios y fortalecer las alianzas entre los agentes, con relevancia en los eslabones productivo, comercial, industrial y de provisión de servicios.
El congreso se llevará a cabo en las instalaciones del Colegio Andino (Jr. Guido Nº 512) y será también el marco propicio para promover el mayor consumo de dicho tubérculo.
La temática del Congreso girará en torno a cuatro áreas: Comercialización y Procesamiento; Gastronomía, Consumo y Cultura; Producción y Genética; y Conservación de la Biodiversidad.
Asimismo, en paralelo a las conferencias magistrales y a las mesas de debate, se realizarán actividades complementarias como la exhibición y degustación de platos y bebidas y de productos con valor agregado elaborados sobre la base de papa.
También habrá una exhibición de la biodiversidad de papas nativas; la presentación de libros y un concurso gastronómico.
Los participantes podrán participar, además, en la visita a comunidades nativas, instituciones de investigación, plantas procesadoras y atractivas rutas turísticas.
El 2008, nominado por las Naciones Unidas como el "Año Internacional de la Papa", constituye una gran oportunidad para conjugar esfuerzos y revalorar este ancestral producto andino, cuyo centro de origen, como lo demuestran los estudios científicos, está en el Perú.
Según informa el Ministerio de Agricultura, actualmente el consumo per cápita de papa en el país no supera los 77 kilos. La meta del gobierno es elevar este nivel a más de 100 kilos.
Nuestro país alberga la más grande, valiosa y rica diversidad de papas del mundo, ya que produce 91 de las 191 especies conocidas y cerca de 3.000 variedades nativas de todas las especies existentes.

19 March 2008

El Arca de Noé vegetal en el Ártico

El Mercurio digital, España
Miércoles 19 de Marzo de 2008

Escrito por F. William Engdahl 14-03-2008 a las 14:45:31

En uno de los lugares más alejados del mundo, en Svalbard (cerca del océano Ártico), Bill Gates ha invertido millones de dólares en una cámara blindada para concentrar todas las semillas del mundo. Sus socios son: la Fundación Rockefeller, Monsanto, la Fundación Syngenta y el gobierno de Noruega. ¿Qué esconde este proyecto, el de un “Arca de Noé vegetal”?

y de las sociedades agroalimentarias estadounidenses, era el hecho de que la Revolución Verde se basara en la proliferación de nuevas semillas híbridas para el desarrollo de los mercados. ???? La característica fundamental de las semillas híbridas es su falta de capacidad reproductiva. Los híbridos fueron desarrollados para evitar la proliferación. Contrariamente a la polinización libre de especies naturales, en donde la semilla rinde en forma similar a sus parientes, el rendimiento de la semilla que porta una planta híbrida es sensiblemente inferior al de la primera generación.

Esta base de rendimiento propia de los híbridos implicaba que los agricultores normalmente debían comprar las semillas cada año para obtener un rendimiento elevado. Por otro lado, el rendimiento menor de la segunda generación eliminaba el comercio de semillas que con frecuencia realizan los productores sin autorización del semillero. Esto impedía la redistribución de semillas de cultivos comerciales por parte de intermediarios. Si las grandes semilleras multinacionales estaban en condiciones de controlar desde el origen la semilla de las líneas parentales, ningún competidor o agricultor sería capaz de producir el híbrido en cuestión. La concentración mundial de patentes de semillas híbridas en un puñado de gigantescas semilleras, conducidas por Pioneer Hi-Bred de DuPont y Dekalb de Monsanto, preparaba el terreno para la posterior revolución de semillas OGM (4).

En realidad, la introducción de tecnología agrícola estadounidense moderna, los fertilizantes químicos y las semillas híbridas comerciales, convirtió a todos los agricultores locales de los países en desarrollo –en particular a los más grandes y sólidos- en dependientes del exterior, sobre todo de los insumos del agronegocio y de la petroquímica estadounidenses. Era la primera etapa de lo que había sido un proceso cuidadosamente planificado por varias décadas.

Gracias a la Revolución Verde, el agronegocio se abrió camino ampliamente en los mercados, en donde el acceso estaba antes limitado a los exportadores estadounidenses. La tendencia fue enseguida bautizada “Agricultura orientada al mercado”. Se trataba en realidad de la agricultura controlada por el agronegocio.

A través de la Revolución Verde, la Fundación Rockefeller y más tarde la Fundación Ford trabajaron codo a codo, elaborando y luego defendiendo los objetivos de la política exterior de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y de la CIA.

Uno de los principales efectos de la Revolución Verde fue el despoblamiento del campo, el forzar a los campesinos a huir hacia las barriadas pobres alrededor de las ciudades, en búsqueda desesperada de trabajo. No era el azar. Era parte de un plan con miras a crear reservas de mano de obra barata para las venideras industrias multinacionales estadounidenses, la “globalización” de estos últimos años.

Cuando la auto-promoción en torno a la Revolución Verde se calmó, los resultados eran muy diferentes a lo que había sido prometido. Surgieron problemas a partir del uso indiscriminado de nuevos pesticidas químicos, frecuentemente con graves consecuencias para la salud. Con el tiempo, el monocultivo de las nuevas variedades de semillas híbridas redujo la fertilidad del suelo y el rendimiento. Los primeros resultados eran impresionantes: doble e incluso triple rendimiento de ciertos cultivos como el trigo y más tarde el maíz en México. Rendimientos que rápidamente cayeron.

La Revolución Verde iba generalmente acompañada por grandes proyectos de irrigación, frecuentemente con préstamos del Banco Mundial para la construcción de nuevas enormes represas y, en el proceso, la inundación de regiones anteriormente pobladas y fértiles.Asimismo, el enorme rendimiento del super-trigo se produjo saturando los suelos con enormes cantidades de fertilizantes por acre, en base a nitratos y petróleo, materias primas que controlaban las “Seven Sisters”, las siete gigantescas compañías petroleras dominadas por los Rockefeller.

Se utilizaron también enormes cantidades de herbicidas y pesticidas, creando nuevos mercados para los gigantes de la industria petrolera y química. Tal como dijo un analista, la Revolución Verde no fue otra cosa que una revolución química. Los países en desarrollo nunca podrían pagar las enormes cantidades de fertilizantes y pesticidas químicos. Obtendrían así créditos graciables del Banco Mundial y préstamos especiales del Chase Bank y de otros grandes bancos de Nueva York, siendo el garante el gobierno de los Estados Unidos.

Estos préstamos fueron concedidos en su mayoría a grandes propietarios terratenientes. Para los pequeños campesinos, la situación que se les presentaba era bien otra: no podían pagar los productos químicos y otros insumos modernos. Debieron entonces pedir prestado dinero.

Al principio, diversos programas gubernamentales intentaron suministrar préstamos a los agricultores, de modo que pudieran comprar semillas y fertilizantes. Los agricultores que no pudieron participar de este tipo de programas, debieron endeudarse en el sector privado. A causa de las tasas de interés exorbitantes, muchos pequeños campesinos no pudieron siquiera beneficiarse de los primeros rendimientos, más elevados. Luego de la cosecha, debieron vender la mayor parte cuando no la totalidad de su producción para reembolsar los préstamos y los intereses. Con frecuencia perdieron sus tierras, al volverse dependientes de los prestamistas hipotecarios y los negociantes. Incluso con préstamos a tasas preferenciales a través de los organismos gubernamentales, los cultivos de susbsistencia fueron desplazados por la producción de cultivos comerciales. (5)

Décadas más tarde, los mismos intereses, en particular los de la Fundación Rockefeller que sostuvieron la Revolución Verde inicial, trabajan en la promoción de la nueva “Revolcuión Genética” - como la denominó hace algunos años Gordon Conway, el presidente de la Fundación Rockefeller - es decir la difusión de productos de la agricultura industrial y comercial, especialmente de semillas OGM patentadas.

GATES, ROCKEFELLER Y LA REVOLUCIÓN VERDE EN ÁFRICA

Si tenemos clara conciencia de la experiencia probada de la Revolución Verde de la Fundación Rockefellera partir de los años 50, es de resultar realmente curioso que la misma Fundación Rockefeller, junto a la Fundación Gates, que han invertido hoy en día millones de dólares en la preservación de todas las semillas, contra un eventual escenario “apocalíptico”, inviertan también millones en un proyecto denominado Alianza para la Revolución Verde en África (AGRA).

AGRA, como ella misma se ha dado en llamar, es una alianza con la misma Fundación Rockefeller que ha creado la “Revolución Genética”. Confirmamos esto echando una mirada al consejo de adminsitración de AGRA.

Como presidente, nada menos que Kofi Annan, el antiguo Secretario General de las Naciones Unidas. En su discurso de asunción durante una reunión del Foro Económico Mundial en Cape Town, Sudáfrica, en junio de 2007, Kofi Annan afirmó: “Acepto este desafío con gratitud hacia la Fundación Rockefeller, la Fundación Bill & Melinda Gates, y hacia todos aquellos que sostienen nuestra campaña africana”.

Además, el consejo del AGRA incluye a un sudafricano, Strive Masiyiwa, que es funcionario de la Fundación Rockefeller; Sylvia M. Mathews de la Fundación Bill & Melinda Gates; Mamphela Ramphele, antiguo director general del Banco Mundial (2000-2006); Rajiv J. Shah de la Fundación Gates; Nadya K. Shmavonian de la Fundación Rockefeller; Roy Steiner de la Fundación Gates. Por último, una Alianza para AGRA incluye a Gary Toenniessen, el director general de la Fundación Rockefeller, y Akinwumi Adesina, el director asociado de la Fundación Rockefeller.

Para completar, los Programas del AGRA incluyen a Peter Matlon, director general de la Fundación Rockefeller; Joseph De Vries, director del Programa para los Sistemas Semilleros de África y director asociado de la Fundación Rockefeller; Akinwumi Adesina, director asociado de la Fundación Rockefeller. Al igual que lo fueron las viejas experiencias fallidas de la Revolución Verde en México y la India, la nueva Revolución Verde en África es claramente una prioridad de la Fundación Rockefeller.

Si bien hoy en día mantienen un perfil bajo, se sospecha que Monsanto y los principales gigantes del agronegocio de los OGM se encuentran en el centro de la cuestión, usando a Kofi Annan de AGRA para diseminar sus semillas OGM patentadas en toda África, bajo la etiqueta tramposa de la “biotecnología”, el nuevo eufemismo para semillas genéticamente modificadas patentadas. Al día de hoy, Sudáfrica es el único país africano que autoriza legalmente la plantación de cultivos OGM. En 2003, Burkina Faso autorizó ensayos de OGM. En 2005, el Ghana de Kofi Anann elaboró leyes de bioseguridad y los principales funcionarios expresaron su intención de proseguir la investigación sobre los cultivos OGM.

África es el próximo blanco de la campaña de diseminación mundial de OGM que ha emprendido el gobierno estadounidense. Sus ricos suelos hacen del continente un candidato ideal. Claro que muchos gobiernos africanos sospechan lo peor de los sponsors de los OGM, pues una multitud de proyectos de ingeniería genética y de bioseguridad han sido iniciados en África, con el objetivo de introducir OGMs en los sistemas agrícolas del continente. Se trata en particular de patrocinios ofertados por el gobierno estadounidense para formar a científicos africanos en ingeniería genética en los Estados Unidos; proyectos de bioseguridad financiados por la USAID y por el Banco Mundial; investigación sobre OGM a partir de cultivos de subsistencia nativos del África.

La Fundación Rockefeller ha trabajado durante años - sin éxito, en gran medida - en la promoción de proyectos para introducir OGMs en los campos de África. Ha financiado la investigación que sostiene la aplicabilidad del algodón GM en Makhathini Flats, en Sudáfrica.

Monsanto, que se ha introducido sólidamente en la industria de semillas tanto GM como híbridas en Sudáfrica, ha ideado un ingenioso programa para pequeños productores, conocido con el nombre de Campaña “Semillas y Esperanza”, que ofrece a los productores pobres un paquete de la Revolución Verde a pequeña escala, seguido -claro está- por semillas GM patentadas de Monsanto (6).

Syngenta AG de Suiza, uno de los “Cuatro Jinetes del Apocalipsis de los OGM”, está invirtiendo millones de dólares en acondicionar territorio en las sierras de Nairobi para desarrollar maíz GM resistente a insectos. Syngenta forma parte del CGIAR (7).

HACIA SVALBARD

¿Se trata entonces simplemente de sentimentalismo filosófico excesivo? ¿Qué es lo que conduce a las Fundaciones Gates y Rockefeller a financiar al mismo tiempo la proliferación de semillas patentadas -pronto Terminator- por África entera, un proceso que, como ha sucedido en cada lugar de la Tierra en donde el monocultivo industrializado del agronegocio fue introducido, ha destruido la diversidad de semillas vegetales? ¿Y al mismo tiempo, invierten decenas de millones de dólares para preservar todas las variedades de semillas conocidas en una cámara blindada a prueba del apocalipsis ubicada próxima al Círculo Ártico, “a fin que la diversidad vegetal pueda ser preservada para el futuro”, citando su comunicado de prensa oficial?

No es fortuito que las Fundaciones Rockefeller y Gates se asocien para preconizar una Revolución Verde estilo “OGM” en África, al tiempo que financian discretamente el “arca de Noé vegetal” de Svalbard. Los gigantes del agronegocio OGM están totalmente involucrados en el proyecto de Svalbard.

En efecto, la empresa de Svalbard toda y quienes están involucrados en ella evocan imágenes catastróficas peores que las del best-seller de Michael Crichton, La variedad Andrómada, un thriller de ciencia ficción en el que una enfermedad mortal de origen extraterrestre que provoca la rápida y fatal coagulación de la sangre, amenaza a toda la especie humana. En Svalbard, el futuro depósito mundial de semillas más seguro del mundo será custodiado por los policías de la Revolución Verde OGM, por las Fundaciones Rockefeller y Gates, Syngenta, DuPont y el CGIAR.

El proyecto de Svalbard será administrado por un organismo llamado Trust Mundial por la Diversidad Vegetal (GCDT, por su sigla en inglés). ¿Quiénes son ellos para tomar en sus manos una tamaña responsabilidad referida a la diversidad de las semillas del planeta entero? El GCDT fue fundado por la FAO y por Biodiversity International (antes el International Plant Genetic Research Institute), una ramificación del CGIAR. El GCDT tiene su base en Roma. Su consejo está presidido por Margaret Catley-Carlson, una canadiense que fue también miembro del comité consultivo del Group Suez Lyonnaise des Eaux[Grupo Suez Lionés de Aguas], una de las mayores sociedades privadas del agua. Catley-Carlson fue también presidente hasta 1998 del New York-based Population Council [Comité sobre la Población establecida en Nueva York], la organización de John. D. Rockefeller dedicada a la “reducción de poblaciones” creada en 1952 para acelerar el programa de eugenesia de la familia Rockefeller so pretexto de promover la “planificación familiar”, el sistema de control de natalidad, la esterilización y el “control poblacional” de los países en desarrollo.

Los restantes miembros del consejo del GCDT son el antiguo ejecutivo del Bank of America, actualmente jefe de Hollywood DreamWorks Animation, Lewis Coleman. Coleman es también administrador de Northrup Grumman Corporation,uno de los mayores contratistas de la industria militar del Pentágono.

Jorio Dauster (de Brasil) es también presidente del consejo de administración de Brasil Ecodiesel. Fue embajador de Brasil ante la Unión Europea, y jefe negociador de la deuda externa de Brasil para el Ministerio de Finanzas. Dauster también ha cumplido las funciones de presidente del Instituto brasilero del Café y de coordinador del Proyecto para la Modernización del Sistema de Patentes de Brasil, que consiste en legalizar las patentes sobre las semillas genéticamente modificadas, algo que estaba hasta hace poco prohibido por la legislación de Brasil.

Cary Fowler es director ejecutivo del GCDT. Fue profesor y director de investigación del Departamento de Estudios Internacionales sobre Medioambiente y Desarrollo en la Universidad noruega de Ciencias de la Vida. Fowler fue también consejero superior del director general de Biodiversity International. Allí representaba a los Centros de Cosecha del Futuro del CGIAR en las negociaciones del Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos. En los años 90 dirigía el Programa Internacional sobre Recursos Fitogenéticos de la FAO. Dio inicio y supervisó las negociaciones del Plan Mundial de Acción para los Recursos Fitogenéticos de la FAO adoptado por 150 países en 1996. Es un antiguo miembro del Comité Nacional sobre los Recursos Fitogenéticos de los Estados Unidos y del consejo de administración del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT) de México, otro proyecto de la Fundación Rockefeller y del CGIAR.

El Dr. Mangala Rai de India, miembro del consejo de adminsitración del GCDT, es Secretario del Departamento de Investigación Agrícola y Educación (DARE) de la India, y director general del Consejo Indio para la Investigación Agrícola (ICAR). Es también miembro del consejo administrativo del IRRI de la Fundación Rockefeller, que promovió el primer mayor experimento con OGM, que tuvo tanta publicidad mediática y que resultó ser un fiasco, el “Golden Rice” (arroz dorado). Rai se desempeñó como miembro del consejo de adminsitración del CIMMYT y como miembro del consejo ejecutivo del CGIAR.

El Trust de Donantes para la Diversidad Mundial de Semillas o los sponsors financieros conllevan también - parafraseando a Humphrey Bogart en el clásico Casablanca – “todas las sospechas habituales”. Además de la Fundaciones Rockefeller y Gates, los donantes incluyen a los gigantes de los OGM, DuPont-Pioneer Hi-Bred, Syngenta de Basilea en Suiza, CGIAR y la enérgica promotora de los OGM, USAID. Parece ser que efectivamente se trata de las alimañas de los OGM y la reducción de poblaciones custodiando el paraíso de la humanidad, la diversidad mundial de semillas en el depósito de Svalbard. (8)

¿Y AHORA POR QUÉ SVALBARD?

Podemos legítimamente preguntarnos porqué Bill Gates, la Fundación Rockefeller junto a los principales gigantes del agronegocio de la ingeniería genética como DuPont y Syngenta, y el CGIAR construyen un arca vegetal de Noé en el Ártico.

Para empezar, ¿quién utiliza este tipo de bóvedas blindadas para semillas? Quienes fundamentalmente utilizan genes contenidos en cámaras blindadas son los seleccionadores e investigadores. Hoy en día, los principales reproductores son Monsanto, DuPont, Syngenta y Dow Chemical, los gigantes mundiales de plantas OGM patentadas. Desde principios de 2007, Monsanto es dueño, junto al gobierno de los Estados Unidos, de los derechos mundiales de patentes sobre las plantas llamadas “Terminator” ó Tecnología de Restricción en el Uso Genético (GURT, por su sigla en inglés). Terminator es una tecnología siniestra que causa que una semilla comercial patentada se “suicide” luego de la primera cosecha. El control de los semilleros privados es absoluto. En toda la historia de la humanidad, jamás han existido control y poder tales sobre la cadena alimentaria.

Esta ingeniosa característica terminator producida por la ingeniería genética fuerza a los agricultores a recurrir cada año a Monsanto u otras semilleras OGM para obtener nuevas semillas de arroz, soja, maíz, trigo, de todos los principales cultivos que se necesitan para alimentar a la población. Si esta tecnología se expande y adopta a nivel mundial, podríamos quizás en una decena de años encontrarnos con la mayoría de los productores de alimento del mundo convertidos en siervos feudales sometidos a tres o cuatro gigantes semilleros como Monsanto, DuPont o Dow Chemical.

También podría suceder que este panorama, de presentarse, permitiera a los dueños de sociedades privadas - posiblemente bajo las órdenes de su gobierno, de Washington - negar las semillas a uno u otro país en desarrollo al entender que su política está enfrentada a la de Washington. Quienes afirman “Eso no podría suceder” deberían observar más atentamente el curso de los acontecimientos mundiales. La sola existencia de esta concentración de poder en tres o cuatro gigantes privados del agronegocio estadounidense implica el poder de prohibición jurídica de todo cultivo OGM -mismo si la ganancia de la cosecha fuera soberana- lo cual manifiestamente no es el caso.

Estas compañías privadas, Monsanto, DuPont, Dow Chemical, no poseen antecedentes precisamente intachables en lo que respecta a gestión de la vida humana. Han desarrollado y multiplicado innovaciones tales como la dioxina, los PCBs y el Agente Naranja. Han escondido durante décadas las pruebas evidentes de los peligros de cáncer y de otras graves consecuencias para la salud humana que tienen su origen en el uso de productos químicos tóxicos. Han ocultado serios informes científicos referidos al herbicida más difundido a nivel mundial, el glifosato, el ingrediente base del herbicida Roundup de Monsanto, relacionado con la compra de la mayoría de las semillas genéticamente modificadas de Monsanto, y que es tóxico cuando se infiltra en el agua potable. (9) Dinamarca prohibió el glifosato en el 2003, cuando se confirmó que causaba la contaminación de las napas freáticas del territorio del país. (10)

La diversidad de semillas almacenadas en las bóvedas blindadas para genes de semillas es la materia prima para el fitomejoramiento y para numerosas investigaciones de biología básica. Varios cientos de miles de muestras son distribuidas cada año a tales fines. La FAO ha catalogado cerca de 1.400 bóvedas blindadas de semillas, la mayoría de ellas en manos del gobierno de los Estados Unidos. Otras bóvedas están en manos de China, Rusia, Japón, India, Corea del Sur, Alemania y Canadá, en orden decreciente de tamaño. Adicionalmente, el CGIAR maneja una cadena de estas bóvedas blindadas en selectos centros ubicados en todo el mundo.

El CGIAR, creado en 1972 por las Fundaciones Rockefeller y Ford para propagar su modelo de Revolución Verde del agronegocio, controla la mayoría de las bóvedas blindadas privadas para semillas desde Filipinas, pasando por Siria y hasta Kenia. En total, todas estas cámaras blindadas de semillas contienen hoy en día más de seis millones y medio de variedades, de las cuales cerca de dos millones de ellas son “diferenciadas”. El arca de Noé vegetal de Svalbard tendrá la capacidad de alojar cuatro millones y medio de semillas diferentes.

¿LOS OGM COMO ARMA DE GUERRA BIOLÓGICA? Hemos llegado ahora al punto central de la peligrosidad y del potencial de uso abusivo inherentes al proyecto de Bill Gates y de la Fundación Rockefeller en Svalbard. El desarrollo de semillas patentadas para la mayoría de los cultivos de subsistencia como son el arroz, el maíz, el trigo, y para los cereales forrajeros como la soja, ¿puede a fin de cuentas ser utilizado en una horrenda forma de guerra biológica?

El objetivo explícito del lobby de los eugenistas, financiado a partir de los años veinte por ricas familias de élite como los Rockefeller, los Carnegie, los Harriman y otras tantas, incorporaba lo que ellos llamaban la “eugenesia negativa”, el exterminio sistemático de linajes indeseables. Margaret Sanger, una astuta eugenista, fundadora de la Planificación Internacional de la Maternidad (Planned Parenthood International) e íntima de la familia Rockefeller, creó en el año 1939 un proyecto llamado The Negro Project, con base en Harlem, que - como lo confiara en una carta dirigida a un amigo - se fundaba en el hecho que “queremos exterminar las poblaciones negras”, tal como lo expresaba. (11)

En 2001, Epicyte, una pequeña empresa biotecnológica de California, anunció el desarrollo de un maíz genéticamente modificado que contenía un espermicida que convertía en estériles a los hombres que lo ingerían. Epicyte tenía en esa época un acuerdo co-empresarial para difundir su tecnología con DuPont y Syngenta, dos de los sponsors del arca de Noé vegetal de Svalbard. Epicyte fue luego comprada por una sociedad biotecnológica de Carolina del Norte. Fue realmente sorprendente averiguar que Epicyte había desarrollado su maíz GM espermicida con fondos de investigación provistos por el Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el mismo Ministerio que, a pesar de la oposición mundial, continuó financiando el desarrollo de la tecnología Terminator, actualmente en manos de Monsanto.

Durante la década de los noventa, la OMS lanzó una campaña de vacunación supuestamente contra el tétanos - una enfermedad que puede originarse por caminar sobre un clavo oxidado -, dirigida a mujeres de entre 15 y 45 años en Nicaragua, México y Filipinas. Los adultos y niños varones no eran vacunados, a pesar del hecho de ser presumiblemente tan susceptibles como las mujeres de caminar sobre clavos oxidados.

A causa de esta curiosa anomalía, el Comité Pro Vida de México, una organización laica católica romana, sospechó e hizo analizar una muestra de la vacuna. Los análisis revelaron que la vacuna antitetánica que estaba siendo entregada por la OMS únicamente para las mujeres en edad fértil, contenía Gonadotrofina Coriónica o hCG, una hormona natural que, combinada con una anatoxina tetánica, activaba anticuerpos que provocaban la incapacidad de la mujer para mantener su embarazo. Ninguna de las mujeres fue informada de esto.

Se supo luego que la Fundación Rockefeller con el Comité Poblacional de Rockefeller, el Banco Mundial (que alberga al CGIAR), y el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos, estuvieron todos implicados en un proyecto iniciado en 1972 -y sostenido por veinte años- para desarrollar para la OMS un agente abortivo oculto en una vacuna contra el tétanos. Adicionalmente, el gobierno de Noruega, el anfitrión del arca de Noé vegetal de Svalbard, había donado 41 millones de dólares para desarrollar la especial vacuna antitetánica, con capacidad abortiva. (12)

¿Y es una concidencia que esas mismas organizaciones, desde Noruega hasta la Fundación Rockefeller, pasando por el Banco Mundial, estén del mismo modo involucradas en el proyecto de la bóveda de semillas en Svalbard? Según el profesor Francis Boyle, redactor de la Ley sobre anti-terrorismo y armas biológicas, promulgada por el Congreso de los Estados Unidos en 1989, el Pentágono está “ahora preparándose para disputar y ganar la guerra biológica”, en el marco de dos directivas de la estrategia nacional de Bush adoptadas en el 2002 “sin la evaluación y el conocimiento públicos”, remarca el profesor.

Boyle agrega que, entre los años 2001 y 2004, el gobierno estadounidense invirtió 14,5 mil millones de dólares únicamente en dos proyectos ligados al bio-terrorismo civil, una suma extraordinaria.

Richard Ebright, biólogo en la Universidad Rutgers, estima que más de 300 instituciones científicas y cerca de 12.000 personas tienen acceso hoy en día en los Estados Unidos a agentes patógenos aptos para la guerra biológica. El Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos cuenta con 497 subvenciones únicamente para la investigación en enfermedades infecciosas con potencial para una guerra biológica. Por supuesto, todo esto es justificado bajo la excusa de preparación para la defensa contra un eventual ataque terrorista, como lo son tantas cosas hoy en día.

Muchos de los dólares del gobierno estadounidense destinados a la investigación de la guerra biológica implican la ingeniería genética. Jonathan King, profesor en biología del MIT (Massachusetts Institute of Technology), afirma que “los programas de bio-terrorismo en plena expansión representan el nacimiento de un importante peligro para nuestra propia población”. King agrega, “más allá de que estos programas sean llamados defensivos, con las armas biológicas los programas defensivos y ofensivos se superponen casi completamente.” (13)

El tiempo dirá - Dios no lo quiera así - si el arca de Noé vegetal de Svalbard de Bill Gates y de la Fundación Rockefeller es parte o no de alguna otra Solución Final - una que implique la extinción definitiva del Gran Planeta Tierra.

NOTAS

1 F. William Engdahl, Seeds of Destruction, Montreal, (Global Research, 2007).
2 Ibid, pp.72-90.
3 John H. Davis, Harvard Business Review, 1956, citado por Geoffrey Lawrence en Agribusiness, Capitalism and the Countryside, Pluto Press, Sydney, 1987. Ver también Harvard Business School, The Evolution of an Industry and a Seminar: Agribusiness Seminar, aquí
4 Engdahl, op cit., p. 130.
5 Ibid. P. 123-30.
6 Myriam Mayet, The New Green Revolution in Africa: Trojan Horse for GMOs?, mayo 2007, African Centre for Biosafety, aquí
7 Grupo ETC, Green Revolution 2.0 for Africa?, Comunicado de Prensa #94, marzo/abril 2007.
8 Página Web de Global Crop Diversity Trust: www.croptrust.org/main/donors.php.

9 Engdahl, op. cit., pp.227-236.
10 Anders Legarth Smith, Denmark Bans Glyphosates, the Active Ingredient in Roundup, Politiken, 15 septiembre de 2003: aquí
11 Tanya L. Green, The Negro Project: Margaret Sanger's Genocide Project for Black American's:
aquí
12 Engdahl, op. cit., pp. 273-275; J.A. Miller, Are New Vaccines Laced With Birth-Control Drugs? Informes HLI, Human Life International, Gaithersburg, Maryland; junio/julio de 1995, Volumen 13, Número 8.
13 Sherwood Ross, Bush Developing Illegal Bioterror Weapons for Offensive Use, 20 de diciembre de 2006: aquí

***

F. William Engdahl es autor de Semillas de Destrucción, la agenda oculta de la Manipulación Genética (en inglés. Seeds of Destruction. The Hidden Agenda of Genetic Manipulation) que acaba de ser publicado por Global Research. Es autor también de Petróleo, una guerra de un siglo: el orden mundial anglo-americano (en francés. Pétrole, une guerre d'un siècle : L'ordre mondial anglo-américain). Para contactarlo vía correo electrónico: info@engdahl.oilgeopolitics.net

Original en inglés, publicado el 04/12/2007.

Traducción al francés: Dany Quirion y Pétrus Lombard para Alter Info, publicado el 15/12/2007

Traducción al español: María Eugenia Jeria

12 February 2008

Crecieron 384 por ciento las compras de maíz blanco a EU

Feb. 12, 2008. La Jornada.

No obstante, en México se produce suficiente: Siacomex


(Matilde Pérez U.)

A pesar de que en el país hay suficiente maíz blanco para consumo humano, en enero las importaciones del grano procedentes de Estados Unidos se elevaron 384 por ciento, en comparación con el año pasado, al llegar a cerca de 50 mil toneladas, dijo Ismael Flores, director de
Siacomex, brazo comercializador de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo.

Flores advirtió que el incremento de las compras en el exterior del grano blanco –a la cual se suman las 751 mil 500 toneladas de adquisiciones del amarillo– demuestra que la eliminación de los aranceles a partir de este año, como se establece en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es nociva para los campesinos, ya que el objetivo de las grandes empresas es mantener un precio interno deprimido, contrario a la tendencia en el mercado internacional.

Los campesinos están "entre la espada y la pared", ya que los compradores aseguran que pueden importar cualquier volumen de maíz de Estados Unidos y Canadá en cualquier momento, y con ello presionar a los primeros para que acepten el precio que imponen.

Flores explicó que los importadores adquirieron el grano blanco a 240.50 dólares por tonelada libre a bordo en Nueva Orleáns, y al llegar a Yucatán, Veracruz y Chiapas, los costos registrados fueron de 3 mil a 3 mil 253 pesos por tonelada, mientras que a los productores nacionales se les paga 2 mil 300 pesos por tonelada.

La única forma de evitar la especulación de las grandes empresas y el desaliento de los productores es que el gobierno establezca un mecanismo de administración de las importaciones y exportaciones de maíz blanco y ordene la creación de una reserva nacional de maíz para
el consumo nacional, afirmó.

Recordó que de 1994 a 2006, según datos de la Secretaría de Agricultura, se importaron 65 mil 266.2 millones de toneladas, de las cuales 26 mil 689 millones se adquirieron fuera de la cuota establecida pero no pagaron arancel, por lo que no ingresaron al fisco
3 mil 800 millones de dólares.