Fuente: revicien http://www.revicien.net
En: Boletín de la Asociación Española de Entomología
Un estudio propone nuevas normas y estrategias para hacer un inventario de la biodiversidad, aprovechando las posibilidades que ofrece Internet
Al ritmo actual de descubrimientos, harían falta casi 3.500 años para poder clasificar los 15 millones de especies que se supone que habitan la TierraAhora que los países comienzan a valorar su riqueza biológica, y no sólo los bienes materiales o culturales, los científicos vuelven a tropezarse con un viejo problema: cómo registrar la biodiversidad. Elaborar un inventario de todos los seres vivos del planeta es una tarea que desborda a los biólogos, y en particular a los entomólogos, que se encargan del estudio de los insectos, uno de los órdenes más numeroso y variado. Por ello un nuevo estudio, publicado por el Boletín de la Asociación Española de Entomología, reclama cambios en el sistema de clasificación de los seres vivos partiendo de que el propio sistema se ha convertido en un obstáculo para completar un registro básico a corto plazo."Si suponemos que pueden habitar el planeta unos 15 millones de especies, al ritmo que hasta ahora se descubren se tardaría casi 3.500 años en catalogarlas", afirma Carolina Martín, autora del estudio. Los taxónomos ya han registrado alrededor de un millón de especies desde que el primero de ellos, el sueco Linneo, comenzó la tarea hace más de 250 años. Pero a pesar del avance, el listado de especies de animales y plantas no sólo sigue incompleto, sino que los especialistas son incapaces de asegurar cuál es el número total de especies que pueblan la tierra y temen que muchas de ellas no llegarán a conocerse nunca, pues a este paso se extinguirán antes de ser descubiertas.
Sin un registro central.
Carolina Martín, conservadora de la Colección de Entomología del Museo Nacional de Ciencias Naturales, llama la atención sobre la baja proporción de investigaciones dedicadas a descubrir nuevas especies y el insuficiente número de taxónomos, que se ha estancado en todo el mundo durante las últimas décadas a pesar de la creciente preocupación por la biodiversidad. Además, estos especialistas a menudo se encuentran con que una nueva especie ya había sido descrita con otro nombre o con que los errores invalidan un nuevo descubrimiento al poco tiempo de realizarse. A esto hay que añadir las dificultades que tienen los propios investigadores para acceder a la información sobre especies ya catalogadas y a los ejemplares de las colecciones con los que comparar sus descubrimientos. Carolina Martín admite que "en medio de este sombrío panorama, existen proyectos de colaboración internacional que están al servicio de la comunidad investigadora a través de Intertet y ya comienzan a dar resultados". En su artículo destaca iniciativas ambiciosas en este sentido, como la Global Biodiversity Information Facility (http://www.gbif.org), que pretende recopilar y poner a disposición de todo el público los datos básicos de la biodiversidad.
Una demanda de la sociedad
Sin embargo, el estudio va más allá de proponer el uso de bases de datos en Internet para compartir la información sobre las especies y recomendar un mejor control de calidad de las investigaciones. Carolina Martín propone, entre otras medidas, reformar el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica, para convertir en obligatorias normas que ahora son meras recomendaciones y que de cumplirse harían más práctico el proceso de descripción de nuevas especies. Reclama además planes de formación para los taxónomos, destacando que su labor es "una necesidad que demanda la sociedad desde los ámbitos más variados, como el de la propia Administración que necesita un listado de especies presentes en la zona donde se proyecta una obra, o el caso de un particular preocupado por la presencia de algún animal en su domicilio".
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1 comment:
Un saludo a todos los entomólogos/as del mundo. Estoy tan emocionado. Por esas especies descubiertas en Tahilandia.
Creí que yo era el único loco, que se lleva un buen tiempo exáminando la vegetación y levantando piedras, en busca de especímenes.
Soy un aficionado a la coleóptología.
En estos momentos me encuentro trabajando, y en mi mochila tengo una guía de coleópteros, ja, ja,.
Un saludo a todos/as.
Edu.
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