28 de Noviembre de 2008.
Mantener el equilibrio ecológico adecuado entre los peces herbívoros puede ser de valor crítico para combatir el declive global de los arrecifes coralinos. Ésta es la conclusión de un nuevo estudio.
Los arrecifes coralinos dependen de que los peces se coman las algas con las que compiten los corales, y sin esta labor de desbroce, los arrecifes sufren un declive progresivo a medida que las algas van invadiendo el hábitat de los corales. Peces diferentes comen distintas especies de algas, a causa de las diferentes propiedades químicas y físicas de los vegetales.
De las muchas y distintas especies de peces que forman parte de los ecosistemas coralinos, hay un pequeño número de especies verdaderamente críticas para mantener a raya a las grandes algas, y evitar que maten a los corales. Este estudio demuestra que además de tener suficientes cantidades de herbívoros, los ecosistemas coralinos necesitan las proporciones correctas entre las especies para desbaratar las diversas tácticas defensivas de las algas.
Conociendo qué especies de peces son más críticas para mantener la salud de los corales, las autoridades responsables de la conservación de los arrecifes coralinos podrán concentrarse en proteger a las especies de peces de mayor eficacia y promover el aumento de su población. En situaciones donde las comunidades humanas locales dependen de la pesca, mejor sería que los pescadores explotasen sólo las especies menos críticas para el coral, con el fin de proteger los arrecifes de los que la pesca depende, ya que estos son uno de los centros de reproducción más importantes de la mayor parte de las especies de plataforma.
Hasta donde saben sus autores, esta investigación es la primera en demostrar la importancia de la diversidad de los herbívoros para garantizar el buen crecimiento de los arrecifes de coral. El trabajo ha sido realizado en el Centro Nacional de Investigación Submarina en Cayo Largo, Florida.
Trabajando a unos 18 metros de profundidad, cerca del laboratorio subacuático Aquarius, Mark Hay (profesor de biología en el Instituto Tecnológico de Georgia) y Deron E. Burkpile (quien está actualmente en la Universidad Internacional de Florida en el Norte de Miami), construyeron 32 jaulas en un arrecife coralino. Cada jaula tenía cerca de dos metros de lado y un metro de altura, y todas fueron selladas de manera que los peces más grandes no pudieran entrar ni salir.
El número y el tipo de los peces encerrados en cada jaula de cuatro metros cuadrados eran diferentes. Las jaulas fueron observadas durante un período de diez meses, y se midieron los cambios en el crecimiento vegetal de las algas y en la cobertura coralina.
Para las jaulas en las que los científicos mezclaron dos especies complementarias de herbívoros, los peces fueron capaces de eliminar una mayor cantidad de algas, y los corales en esas áreas incrementaron su cobertura en más del 20 por ciento durante los 10 meses del estudio. Ésta es una gran tasa de crecimiento para un arrecife caribeño.
Información adicional en:
* Scitech News
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