BBCmundo.com
martes 21 de abril de 2009
María Elena Navas
Se calcula que en el mundo hay unos 350 millones de indígenas, el 6% de la humanidad.
A pesar de que en los últimos años se han debatido mucho las consecuencias del cambio climático, se ha hablado poco sobre el impacto de éste en unas de las comunidades más vulnerables del planeta: los pueblos indígenas.
Varias aldeas alrededor del mundo ya han tenido que ser reubicadas debido a inundaciones provocadas por el aumento en el nivel del mar.
Y los cambios en las temperaturas han tenido un grave impacto en la salud, la agricultura y biodiversidad de las cuales dependen muchas de estas comunidades.
Para encontrar formas de adaptarse y mitigar estos cambios, más de 400 pueblos indígenas de unos 80 países están reunidos en Anchorage, Alaska, en la primera Cumbre Global de Pueblos Indígenas sobre Cambio Climático.
"Tan sólo en Alaska hay 26 comunidades indígenas, principalmente inuit (esquimales) que necesitan ser reubicadas en los próximos dos años" dijo a BBC Ciencia Sam Johnston investigador de la Universidad de Naciones Unidas, una de las organizaciones patrocinadoras de la reunión.
"Otros 60 pueblos inuit deberán reubicarse en cinco o diez años" agregó.
"Pero hay otros casos en el mundo, como el de la isla Carteret en Papúa Nueva Guinea donde toda la comunidad de la isla tuvo que ser reubicada al territorio principal debido al aumento en el nivel del mar".
Hay otros ejemplos, explica el experto, como en México donde los agricultores maya en las montañas han tendio que encontrar fuentes alternativas de irrigación y de cultivo debido a las más cortas temporadas de lluvia y los cambios inusuales en las temperaturas.
Y en la región andina en Perú se ha visto un aumento en las enfermedades respiratorias en los pobladores y una reducción en la producción de alpaca debido a los cambios en los patrones del clima.
"En los trópicos otra amenaza para los pueblos indígenas es la malaria" dice Sam Johnston.
"La mayoría de los pueblos indígenas han establecido sus comunidades unos 20 metros sobre la línea de mosquitos, pero con el aumento en las temperaturas la línea de mosquitos se ha elevado y ahora muchos de estos poblados se han visto afectados con la enfermedad", agrega el investigador.
En el mundo de han identificado unos 5.000 grupos distintos de indígenas en más de 70 países y se calcula que su población global combinada es de entre 300 y 350 millones, lo que representa un 6% de la humanidad.
Tal como afirman los expertos, los pueblos indígenas son quienes menos han contribuido al problema del cambio climático, y sin embargo, son quienes más se están viendo afectados con el impacto de este fenómeno.
"Son a menudo los más pobres y los que viven en los ambientes más vulnerables" dice Sam Johnston.
Según un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, las comunidades indígenas en mayor riesgo debido a eventos producidos por el cambio climático son las del ártico, el caribe, Amazonas, sur de Chile y Argentina y sur de África.
La mayoría se verán afectadas por sequías más frecuentes, aumento en el nivel del mar e inundación de costas, expansión de enfermedades como malaria y dengue y desaparición de glaciares.
Se espera que durante la conferencia los distintos pueblos compartan experiencias y observaciones sobre el impacto en sus comunidades y las prácticas y conocimientos tradicionales que podrían ayudar a la humanidad a adaptarse a estos cambios.
Sabiduría milenaria
Los indígenas han desarrollado estrategias para mitigar el impacto del cambio climático.
Por ejemplo, en Honduras, donde ha habido un aumento de huracanes y cambios cada vez más drásticos de clima, el pueblo Quezungal ha desarrollado un método agrícola que requiere plantar cosechas bajo los árboles para que las raíces "sujeten" el cultivo y reduzcan la pérdida durante desastres naturales.
De hecho, durante el devastador huracán Mitch que azotó a Centroamérica en 1998, se informó que la única región cuya agricultura sobrevivió casi intacta fue la de Lempira, en el sur de Honduras, y el secreto fue el método quezungal practicado por las 84 comunidades indígenas de la zona.
Otros ejemplos son el de Camerún oriental y Congo, donde los pigmeos Baka y la comunidad Mambendzele han desarrollado también nuevos métodos de pesca y caza para adaptarse a la reducción en la precipitación fluvial y al aumento en los incendios forestales.
En Guyana, los pueblos indígenas han optado por un estilo de vida nómada para vivir en zonas más forestadas durante la temporada de sequía y ahora cosechan yuca, su alimento básico, en las llanuras aluviales donde previamente era demasiado húmedo para plantar la cosecha.
"El propósito de esta cumbre es obtener un panorma holístico del impacto del cambio climático en los pueblos indígenas, la forma como han respondido a este impacto y cómo el conocimiento de sus ecosistemas y su ambiente puede conducir a nuevas formas de reducir los gases de efecto invernadero y de adaptación a estos cambios" afirma Sam Johnston.
Y agrega que "la sabiduría, conocimientos y estrategias de estos pueblos podrían hacer una gran diferencia a la forma como podríamos solucionar el cambio climático".
Se espera que cuando la cumbre concluya el viernes se firme una declaración que será presentada en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático en Copenhague en diciembre próximo.
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