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16 February 2009

México: energía “limpia” española despoja comunidades

http://www.salvalaselva.org/

Desde el 10.02.09 707 personas han participado en la protesta
Pobladores protestan frente al parque eólico Pobladores protestan frente al parque eólico

El Proyecto del Corredor Eólico del Istmo de Tehuantepec es una propuesta con los vientos que corren por esa región. Pero la población ve este proyecto como una nueva conquista española que significa la entrega de sus recursos y soberanía a las empresas multinacionales.

Lo único que les queda a las comunidades locales es el despojo y la privatización de su territorio por parte de empresas extranjeras. Ya históricamente, la población indígena y campesina del Istmo ha sido altamente discriminada y marginada por el modelo socioeconómico polarizante, en beneficio de los sectores dominantes y las transnacionales, con el beneplácito y entreguismo de las autoridades mexicanas. Estas llegan con la promesa de inversiones millonarias, empleo y progreso.

Fuentes de energía como la eólica se presentan como renovables y por eso limpias y aceptables. Pero para la construcción de estos parques eólicos, se necesitarán 130 mil hectáreas del territorio para instalar 5000 aerogeneradores. Cada aerogenerador ocupa casi media hectárea y se rellena con 120 toneladas de cemento y varilla, afectando los mantos freáticos y las siembras. Información verídica, completa y detallada nos fue proporcionada con anterioridad: por ejemplo, sobre el modo en que la tierra sería afectada, desertificación, anegación, etc. Y los contratos de renta por la tierra que se les hizo firmar haciendo uso de engaños a los campesinos resultaron leoninos: van de 40 a 60 años y los pagos son de 100 a 150 pesos anuales. Copias de los contratos firmados no les fueron entregadas. Procedimientos legales ante los juzgados civiles ya han sido iniciados, pidiendo la nulidad de dichos contratos.

De acuerdo a la información facilitada por los afectados, las empresas que negociaron estos contratos son las españolas y vascas Unión FENOSA, Gamesa, Endesa, Acciona, Eoliatec, Preneal, Iberdrola; la alemana Siemens, las estadounidenses General Electric y Enron; así como Energía de Francia. Estas empresas tienen de su lado un enorme poder económico y jurídico.Para las comunidades es muy difícil alcanzar la justicia ya que la desigualdad de poder es muy grande. El Gobierno español y vasco les apoyan incondicionalamente a través de créditos, leyes que favorecen su internacionalización y una cobertura diplomática en caso de que se vean dañados sus intereses económicos. El marco para ello lo proporcionan tratados como el de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLC UE-México) que favorece los intereses comerciales europeos en México.

Esto no está contribuyendo a llevar el progreso y una mejora en la calidad de vida de las comunidades del Istmo, sino todo lo contrario. Por esta razón los ejidatarios y comuneros instan al gobierno español y al vasco a que retiren su apoyo económico, político y diplomático mientras la actividad de las empresas se desarrolle en un contexto de violación de derechos fundamentales. Piden también, que elaboren con urgencia nuevas proposiciones de Ley que tengan como objetivo poner límite a las vulneraciones de derechos fundamentales que las empresas españolas están cometiendo fuera de sus fronteras.

Contrastando con los millones de dólares que las empresas van a obtener del territorio del Istmo, los empleos que prometen son escasos y miserables. Por el contrario, el proyecto sólo beneficiará a los empresarios, con la importación de la tecnología sin pagar impuestos, la venta de la energía generada a Centroamérica y los Estados Unidos de Norteamérica, como parte del Sistema de Interconexión Eléctrica para América Central, SIEPAC. También empresas como Waltmart, Soriana, Cemex, Coca Cola, Pepsi Cola, harán uso de esta energía.

Cabe destacar que la población local sigue pagando altos precios por la energía que consumen y que viene de otros lugares. Ante esto se hacen la siguiente pregunta: ¿dónde está la energía limpia y el progreso para la población?

Ni un parqué eólico más en la región del Istmo de Tehuantepec
El Istmo no es de las empresas trasnacionales.
La tierra y el viento no se venden: se aman y se defienden.

Si usted firma la carta que encontrará abajo, esta se enviará automáticamente a las siguientes direcciones.

Presidente de México
Sr. Felipe Calderón Hinojosa
felipe.calderon@presidencia.gob.mx

Presidente de España
Sr. José Luis Rodríguez Zapatero
jlrzapatero@presidencia.gob.es

Gobernador del estado de Oaxaca
Sr. Ulises Ruiz Ortiz
gobernador@e-oaxaca.gob.mx

Embajada de España en México
embespmx@correo.mae.es

Secretario General de Acción Exterior de la Presidencia del Gobierno Vasco
Sr. D. Iñaki Aguirre Arizmendi
accion-exterior@ej-gv.es

Delegado de Euskadi en México
Ignacio Ramón Ruiz Cuesta
mexico@ej-gv.es

Secretario de Economía del Gobierno de Oaxaca
Sr. Héctor Gómez Núñez
hector.gomez@e-oaxaca.gob.mx

Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca
Sr. Héctor Anuar Mafud Mafud
oaxtsj@infosel.net.mx

Comisión de Asuntos Indígenas del Congreso
Dip. Marcos Matías Alonso
marcos.matias@congreso.gob.mx

Comisión de Energía del Congreso
Dip. David Maldonado González
david.maldonado@congreso.gob.mx

Presidente Municipal de Juchitan Oaxaca
Sr. Mariano López Santana
ayuntamiento2008_2010@hotmail.com

Copia a: Centro de DD. HH. Tepeyac del
Istmo de Tehuantepec. A.C.
cdhtepeyac@yahoo.com.mx

29 January 2009

El 60% de los españoles pagaría un impuesto 'verde' para proteger el medio ambiente

El Diario Montañés
29.01.09 -
R. H. | COLPISA MAEDRID

El abandono de las zonas rurales, motivo de preocupación para el 80%

Un 60% de los ciudadanos españoles se muestra dispuesto a pagar un impuesto 'verde' para proteger el medio ambiente y un 52% está también de acuerdo en contribuir a Hacienda para fomentar el desarrollo y el avance de las zonas rurales. Nada raro si, como se ha constatado, el 83% se manifiesta muy o bastante preocupado por la situación actual del patrimonio natural y la biodiversidad en nuestro país y un 73% opina que es necesario intervenir para evitar la desaparición de especies salvajes amenazadas en determinadas zonas.
Son datos extraídos del sondeo realizado entre 1.200 ciudadanos por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, donde se concluye que los principales problemas que perciben los ciudadanos para conservar la biodiversidad son la construcción y el urbanismo (30%), la contaminación (28%), el abandono de las zonas rurales (17%) y el cambio climático (16%). En el escalafón de prioridades que favorezcan el medio ambiente, los sondeados sitúan la lucha contra la contaminación (39%), el cambio climático (23%), los incendios forestales (11%), la mala gestión del agua (9%), el abandono de las zonas rurales (7,5%), el deterioro de los espacios naturales (5%) y la desaparición de especies y variedades de flora y fauna (3%).
A pesar de que España es el país europeo con mayor biodiversidad, su mención como uno de los principales problemas que afectan a la situación medioambiental es excepcionalmente baja (3%), si bien los autores del estudio arguyen que es compatible con su preocupación por este asunto cuando se les pregunta expresamente por él. Es relevante subrayar que casi un 60% de los ciudadanos desconoce la existencia de la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Por el contrario, el conocimiento concreto de los programas de recuperación de especies salvajes es especialmente alto. Sobre todo en los casos del lince ibérico, el oso pardo y el lobo (entre el 83% y el 67%), y menor, aunque también destacado, en el del quebrantahuesos (47%).
Zonas rurales
Más del 80% expresa su preocupación por el abandono de las zonas rurales. A su juicio, el desarrollo de estas zonas prácticamente deshabitadas sería beneficioso para fomentar el empleo en ellas (92%) o garantizar su futuro avance (90%). También argumentan los consultados que, como consecuencia del desarrollo de estas zonas, mejoraría la calidad de vida de las personas en las ciudades (83%) y se garantizaría la conservación de la naturaleza (83%), así como la protección de las especies salvajes (73%). Y es que el 84% de los entrevistados opina que la recuperación de especies amenazadas aumenta la importancia y el valor de las zonas rurales.
En algunos aspectos, la sociedad parece más preocupada por las consecuencias negativas que el deterioro ambiental les acarrea personalmente que por la naturaleza en sí misma. Así, la pérdida de especies animales y vegetales parece influir más en la esfera personal, ya que los consultados estiman que les afecta directamente tanto en la salud (31%) como en la calidad de los alimentos (31%).

20 October 2008

Ecuador propone dejar sin tocar el petróleo del parque Yasuní a cambio de una compensación

fuente : El Mundo | 20 Octubre 2008

El dilema lo planteó el Gobierno ecuatoriano hace un año y se ha convertido en un acertijo ético para tiempos de globalización, crisis energética y deterioro ambiental. ¿Debe Ecuador explotar el crudo que yace bajo uno de los últimos rincones vírgenes de la cuenca amazónica? ¿Está la comunidad internacional dispuesta compensar al país por los ingresos que dejaría de percibir si deja el terreno como ésta?

Fue en junio de 2007 cuando el presidente ecuatoriano Rafael Correa anunció que su país renunciaba a extraer los yacimientos de petróleo de un sector del Parque Nacional Yasuní siempre que el resto de estados pagara a Ecuador por no hacerlo.

Esa zona al pie de los Andes es uno de los puntos del planeta con mayor número de especies por metro cuadrado y en 1989 fue declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera. Lo que es de todos, planteaba Correa, debe ser protegido por todos. Daba por hecho que la apertura de carreteras y la actividad extractiva contaminarían y destruirían Yasuní.

Alemania y Noruega dieron tímidas muestras de apoyo. España fue más allá y, en agosto de 2007, por medio de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, de visita oficial en Ecuador, adelantó cuatro millones de dólares para los primeros estudios del proyecto.

Desde entonces poco se ha sabido de la singular propuesta. Ecuador ha puesto de plazo final de 2008 para recibir respuesta. La idea ha ido languideciendo y los ambientalistas temen que la zona acabe explotándose y que la oferta fallida le sirva a Correa para matar la mala conciencia por permitirlo.

Ahora, ONGs y líderes locales quieren están revitalizando la iniciativa. Tras visitar Luxemburgo y Londres, y camino del Parlamento Europeo, se presentaba la semana pasada en Madrid la campaña Yasuní Oro Verde. Los promotores de este movimiento civil pretenden que Ecuador aclare los términos ambiguos de su propuesta y que el resto de países dé una respuesta acorde a la dimensión ética del reto.

El impulsor de la campaña, el español Ginés Haro, ha editado un libro para dar a conocer los valores que se pueden perder en Yasuní, que es un punto caliente de biodiversidad<7b> dentro del ya rico entorno amazónico.

Esa abundancia tiene raíces evolutivas. Durante los periodos glaciares, los cambios de clima hicieron desaparecer muchas especies en el Amazonas. Pero algunos rincones mantuvieron las mismas condiciones y sirvieron como islas de refugio desde las que la flora y la fauna ganaron terreno otra vez.

Yasuní es una de esos reservorios genéticos donde en una hectárea se han clasificado hasta 400 tipos de árboles, más de los que existen en algunos países de Europa. Puesto que en el trópico las especies se multiplican exponencialmente en cada nicho ecológico, el volumen de la riqueza biológica des abrumador. Según Ginés Haro «en un árbol hay más especies de hormigas que en Inglaterra».

Pueblos indígenas
Además, en Yasuní habitan pueblos indígenas que permanecen voluntariamente aislados, como los huaorani, los shuar y los kichwas. Muchos han muerto o han sido desplazados por la actividad petrolera, que empezó a mediados del siglo XX.

Anita Rivas, alcaldesa del municipio de Orellana, que agrupa a los 60.000 habitantes de la zona, denunció en Madrid que el petróleo «ha traído deforestación, desplazamientos, contaminación y enfermedades a la provincia, que a pesar de ello es la segunda más pobre del país».

Rivas denuncia que en la comarca, situada en la cuenca alta del Amazonas, junto a afluentes como el Napo y el Pastaza, los vertidos de petróleo son constantes. Se trata de un crudo pesado, más tóxico, y cuya extracción provoca la salida de un volumen de agua contaminada 10 veces mayor. Recordó que grandes áreas de Yasuní ya están siendo explotadas por multinacionales.

Porque en realidad, lo que ofrece la propuesta de Correa es dejar sin tocar las últimas 700.000 hectáreas (un tamaño igual a la provincia de Orense), «el corazón más salvaje y vivo del parque» como explicó Rivas.

El ministro embajador de Ecuador en España, Santiago Apunte, explicó a elmundo.es los términos exactos de la propuesta de Correa. Se calcula que el bloque ITT, como se llama la zona a explotar de Yasuní, ofrecería 700 millones de dólares anuales de beneficios durante 10 años. Ecuador propone que un fondo fiduciario le entregue 350 millones de dólares anuales durante una década. O sea, la mitad del lucro cesante.

Pero en su oferta, Correa se reservaba poder explotar Yasuní en el futuro, devolviendo para ello el hipotético dinero recibido. La campaña Yasuní Oro Verde apoya la propuesta, pero quiere mejorarla. Piden a Ecuador que la protección sea ilimitada y no tenga vuelta atrás. Además, demandan que se escuche a las comunidades locales y pueblos indígenas. Y que el Gobierno aclare a qué destinará el dinero, que debería revertir en usos sostenibles en la zona.

Ginés Haro lanza una pregunta: «¿Merece la pena destruir Yasuní cuando sus reservas estimadas de petróleo equivalen al consumo mundial de unos cinco a 11 días?». La ecuatoriana Anita Rivas lanzó además un mensaje a los ciudadanos occidentales: «Que ahorren combustible. Cuando gastan petróleo, no ven el daño que su extracción provoca en nuestra tierra».

23 September 2008

Los peligros del doble discurso: el caso carbono neutral

Portaldelmedioambiente
autor : Comunidades Ecologistas la Ceiba-AT | fuente : www.biodiversidadla.org | 23 Septiembre 2008

El cambio climático es sin lugar a dudas la problemática ambiental más grave que sufre hoy en día la humanidad. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el tema (IPCC) ha señalado en su último informe que la temperatura promedio de nuestro planeta ya empezó a incrementarse y podría elevarse entre 3 y 6 grados centígrados durante el presente siglo si no se logran reducciones de emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) en el orden del 60-80%. Sin embargo, pese a la gravedad del tema, los gobiernos y las empresas a menudo lo abordan mediante el doble discurso.

En vez de asumir con responsabilidad este desafío y promover reducciones reales y concretas de emisiones mediante la disminución del uso de combustibles fósiles se limitan a utilizar el juego de las compensaciones y mercados del carbono. Se mantienen de esta manera los mismos niveles de consumo y producción de CO2 mientras se compran a manera de indulgencia o con intención publicitaria las reducciones que supuestamente otros han llevado a cabo.

Mas que reducir emisiones de su fuente, el Carbono Neutral enfatiza la compensación mediante el comercio de las emisiones. El problema es que a menudo los créditos de carbono ( un crédito es igual a una tonelada de carbono que supuestamente se deja de emitir o se retira de la atmósfera) que se venden en los mercados no son tan confiables, ni tienen la “calidad” y los niveles de permanencia para garantizar que el clima no continúe por la ruta del calentamiento.

Uno de los esquemas de compensación utilizados, por ejemplo, está relacionado a la siembra de arbolitos. En teoría los arbolitos crecen y fijan en su madera carbono que toman de la atmósfera. A menudo se dice que sembrar 2 hectáreas de bosque tropical compensa el carbono emitido por europeo promedio durante un año. Pero no se especifica que no es bosque lo que se siembra si no plantaciones de monocultivos de árboles que hacen uso de grandes cantidades de insumos agropecuarios y destruyen la biodiversidad. A menudo también se dice que con $25 se financia la siembra de cinco arbolitos que compensan el carbón emitido durante un viaje en avión para llevar a cabo turismo C-neutral. Pero nadie garantiza el futuro de los arbolitos, no se sabe si son árboles grandes que ya fijaron el gas que se va a emitir o si por el contrario su siembra es apenas un proyecto; a menudo ni siquiera se garantiza la sobrevivencia del primer año. Mucho menos se informa si las compañías encargadas de la siembra desplazaron campesinos o indígenas para sembrar esos arbolitos.

No se reflexiona tampoco, sobre el hecho de que las cuentas de carbono no son para nada exactas, que las estimaciones de fijación de CO2 por parte de una plantación de árboles posee niveles altos de incertidumbre por lo que las emisiones del viajero tienen también una alta probabilidad de continuar flotando en la atmósfera.

En Costa Rica, la actual política oficial para enfrentar el Cambio Climático se limita al discurso C-Neutral. Se publicita la siembra de 5 millones de arbolitos durante el 2007, pero no se menciona que el 90 % fueron árboles de especies exóticos de crecimiento rápido que son sembrados por empresas como parte de su negocio regular. No se menciona tampoco que estos arbolitos van a ser cortados mediante tala rasa en un lapso relativamente corto y que una buena parte serán aprovechados en la fabricación de tarimas utilizadas en la exportación de frutas. Estas tarimas por lo general se desechan a los pocos días, liberando el carbono fijado. No es casual que la primera empresa en declararse C- Neutral fue justo una transnacional productora de fruta. La misma declaró que iba a neutralizar únicamente las emisiones producto del transporte terrestre de su fruta en Costa Rica mediante la compra de créditos de carbono a la institución que justamente subvenciona las plantaciones de arbolitos utilizados en la producción de tarimas.

En el fondo nada cambia. Mientras los mercados de carbono han crecido exponencialmente alcanzando tasas de crecimiento de hasta el 300 % en los últimos años, generando intercambios por montos que alcanzan varios cientos de millones de euros al año, las emisiones también han continuado creciendo exponencialmente mientras las inversiones en la producción de combustibles fósiles han tenido un incremento de un 70%, llegando a los 340 millones de euros anuales hacia la mitad de la década actual. En otras palabras, los mercados de carbono no nos están ayudando a disminuir nuestra dependencia a consumir combustibles fósiles.

Claro que conservar bosques y sembrar árboles nos ayuda a paliar el Cambio Climático. Por supuesto que los países industrializados cargan con una deuda ecológica y climática para con el resto del mundo. Pero el mercado libre y voluntario no es la manera de saldar esa deuda ni de financiar la conservación de bosques. Se deben establecer, a nivel internacional, cánones y regulaciones drásticas a la contaminación de la atmósfera. Se necesita crear, a partir de estos cánones, fondos internacionales de fomento a la restauración y conservación de bosques cuya administración incluya la participación de los pueblos indígenas y las comunidades relacionadas al bosque. Se requiere erradicar también la íntima relación que se ha gestado entre los gobiernos y las empresas del petróleo, del transporte y de la fabricación y comercialización de vehículos para empezar a fomentar políticas alternativas que nos desintoxiquen de los combustibles fósiles. Urge promover, tal y como lo señalan organizaciones ecologistas y campesinas en todo el mundo, la soberanía alimentaria sustentada en la parcela campesina , en sistemas agroforestales y en mercados locales, que reduzcan drásticamente las necesidades de transporte masivo de alimentos y de uso de agroquímicos que caracteriza la producción agropecuaria actual.

¡Hay mucho por hacer como para estar perdiendo el tiempo con el juego de las indulgencias climáticas y los mercados de carbono!; estos están atrasando los cambios estructurales que requieren las sociedades libres de combustibles fósiles y en el mejor de los casos no son sino un paliativo que permite perpetuar por unos añitos más el devastador modelo actual de desarrollo.

22 September 2008

Indigenous Groups Criticize Climate Talks

From: Ben Block, Worldwatch Institute, More from this Affiliate
Environmental News Network
Published September 22, 2008 09:32 AM

/climate/article/38244

As international climate negotiations move closer to including forests in the successor agreement to the Kyoto Protocol, indigenous and traditional peoples realize they have either a lot to gain or everything to lose.

If industrialized countries are allowed to purchase the carbon rights of forests, groups from the Americas, Africa, and Asia fear their ancestral lands may be taken away. They worry that the benefactors of the carbon market will be governments or wealthy landholders, and not them.

At a time when their concerns should be at the forefront of debates, the venues for indigenous peoples to express themselves have so far been limited. They are granted observer status at United Nations climate negotiations, but they do not have voting rights - leading many to demand a stronger voice in the process.

"When you don't have recognized status, you're not existent. You're not at the table," said Kanyinke Sena, the Indigenous People of Africa Coordinating Committee's Eastern Africa representative.

Forests were not considered as carbon sinks in the Kyoto Protocol, but realization that deforestation accounts for almost 18 percent of global greenhouse gas emissions has led to their reconsideration. Industrialized nations may be allowed to offset their emissions by paying developing nations to protect their forests, known as reducing emissions from deforestation and forest degradation (REDD).

Several indigenous groups initially opposed REDD due to their suspicion that it would be another form of Western land-grabbing. But climate negotiators say a solution would ideally benefit the traditional stewards of the world's forests through some sort of financial compensation. As awareness grows about the potential benefits for forest peoples, some indigenous leaders are shifting towards wary support. But they still emphasize that without official land rights for indigenous peoples, REDD will likely lead to further suffering.

Indigenous representatives from across the globe have joined The Forest Dialogues - a gathering of environmentalists, business leaders, financial donors, and government officials who are forming a joint policy recommendation on REDD. Their inclusion should lead to a greater presence in the REDD debate.

"This is the first time indigenous and non-indigenous groups are meeting at this type of forum," said Parshuram Tamang, the International Alliance of Indigenous and Tribal Peoples of Tropical Forests' climate negotiations representative and a member of the Tamang ethnic group of Nepal. "This is very important for indigenous people."

The presence of indigenous groups at the dialogues' meetings has helped shape a consensus, which although it has yet to be finalized, stresses the "fundamental importance of the free, prior, and informed consent of Indigenous Peoples, small forest owners, and local communities."

Participation in the dialogue meetings, held last week at the World Bank, has also provided indigenous leaders with access to a network of influential forestry officials. Leaders of the Amazon Alliance, representatives of indigenous organizations and NGOs from nine South American countries, hand-delivered a letter to World Bank President Robert Zoellick that demanded the Bank "cease its exclusion of indigenous peoples and the violation of our rights." Zoellick told them that the bank will try to work on these issues.

The alliance's letter also accused the bank of ignoring indigenous people in a REDD pilot program that was launched in July with 14 tropical nations. "I am trying to show the World Bank that indigenous people are well organized," said Juan Carlos Jintiach, the alliance's executive co-director and a member of the Shuar tribe of Ecuador. "I don't want them to ever forget us. There are not just trees there; there are human begins there now."

Despite the criticisms, the pressence of indigenous peoples at United Nations Framework Convention on Climate Change meetings has increased recently, according to Steve Schwartman, co-director of the Environmental Defense Fund's international program. "More indigenous leaders are there participating as observers," he said. "There is much more discussion going on about it. Issues are slowly gaining visibility."

Also, the World Bank has held several workshops with indigenous leaders in Africa, Asia, and Latin America this year to inform them about the REDD negotiations. And the United Nations Permanent Forum on Indigenous Issues made climate change awareness a theme of its annual meeting in April.

But for leaders such as Tamang, being informed is not enough. "[The U.N.] should give indigenous people specialty status... because we are affected by the decision," he said. "We are the victims of climate change and we are the impact of a solution to climate change."

Ben Block is a staff writer with the Worldwatch Institute. He can be reached at bblock@worldwatch.org.

20 August 2008

La compañía aérea Aerosur compensará sus emisiones de CO2 con la plantación de un bosque en Bolivia

MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

La compañía aérea boliviana Aerosur compensará sus emisiones de dióxido de carbono con la plantación de un bosque de cerca de 40 hectáreas en el municipio de San Juan (Bolivia), una iniciativa que cuenta con la colaboración de la Fundación +árboles.

"Se trata de un proyecto pionero en América Latina" destacó en rueda de prensa en Madrid un representante de la aerolínea, Emilio Álvarez. Por su parte, el presidente de la fundación, Javier Sánchez, hizo un llamamiento a otras comunidades bolivianas para participar en esta iniciativa que "promoverá la diversidad de la zona".

Para la creación de este bosque se tendrán en cuenta las necesidades autóctonas de la zona, el fomento de la biodiversidad y la no utilización de monocultivos, para lo que se utilizarán técnicas de permacultura y cultivo ecológico que respecten el entorno, la fauna y flora preexistente y la capacidad de regenerar la atmósfera y compensar emisiones de CO2.

En opinión de Sánchez, "nuestro estilo de vida está provocando un aumento de las emisiones de CO2" por lo que abogó "por compensar" estas emisiones a través de iniciativas de este tipo, que siguen la senda marcada por otras compañías aéreas como Clickair, que ha promovido la plantación de un bosque de especies mediterráneas en El Prat de Llobregat (Barcelona).

A nivel internacional, el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) plantará en los próximos dos años un árbol por cada tres habitantes del planeta -- cerca de 7.000 millones de ejemplares -- para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

15 August 2008

Now Online: "State of the Voluntary Carbon Markets 2008"

by The Ecosystem Marketplace Team
http://ecosystemmarketplace.com

OTC volume of voluntary emission offsets nearly tripled in 2007, and Ecosystem Marketplace has once again teamed up with New Carbon Finance to crunch and analyze this fascinating market. The full report is now available for download.

Subtitled "Forging the Frontier" to highlight the emergence of more than twenty independent standards for verifying and validating voluntary offsets, this year's State of the Voluntary Carbon Markets report has been compiled from 150 suppliers of carbon offsets, as well as registries and brokers.

The report was made possible with funding from top sponsors MGM International, EcoSecurities, Evolution Markets, APX Inc., as well as sponsors Blue Source, Baker McKenzie, Cantor CO2e, Sterling Planet, TÜV SÜD, and Equator Environmental.

This year's survey identified several key trends in the voluntary carbon markets. Among the highlights:

• The average price paid to offset one tonne of CO2 or equivalent greenhouse gases rose 49% from 2006 to 2007, from $4.10/t to $6.10/t. Prices ranged from as a low as $1.80/t to as high as $300/t.

• Volume in the over-the-counter (OTC) market nearly tripled in 2007, to 42 million tonnes of carbon credits. Combined with the 23 million tonnes transacted on the CCX in 2007, a confirmed total volume of 65 million tonnes was transacted in the voluntary carbon market in 2007.

• Ecosystem Marketplace and New Carbon Finance valued the international OTC market at $258 million in 2007. Together with the CCX, which was valued at $72 million, the global voluntary market was worth a total of $331 million in 2007. This more than triples the 2006 market value of $97 million.

• In the OTC market, energy efficiency, renewable energy, methane destruction, and forestry/land based projects were the most dominant project types in 2007.

• The percentage of projects sourced from Asia nearly doubled, from 22% in 2006 to 39% in 2007, while the percentage of projects sourced in Africa actually declined both in market share (6% to 2%) and – more disturbingly – in absolute terms.

• Buyers of voluntary credits tend to purchase offsets that most closely resemble those of the compliance market rather than indulge in the sort of experimentation and innovation that many believe the markets offer.

"We're seeing significant growth, almost tripling in volume, as well as signs of maturation in the market, such as standards and registries," explained Katherine Hamilton, an author of the report and Associate Director at Ecosystem Marketplace.

"According to our estimates, the market value has even grown stronger than absolute volumes as buyers are willing to pay more for their offsets. Relative to 2006 the market value has grown by 240%, which is significantly higher than even the regulated markets," noted Milo Sjardin, Head of North American Operations at New Carbon Finance.

About the Voluntary Carbon Marke

Environmentally-aware companies have been funding clean development projects to offset their CO2 emissions for two decades, and until the Kyoto Protocol came into force, such transactions were entered into voluntarily, rather than to comply with emerging mandatory cap-and-trade schemes. Since the advent of the Kyoto Protocol, the voluntary niche has served as testing ground for new technologies and methodologies.

About Ecosystem Marketplace

Ecosystem Marketplace, a project of the non-profit Forest Trends, is a leading source of information on environmental markets and payment schemes for ecosystem services. In particular, we are interested in market-based approaches to the conservation of water-related ecosystem services, carbon sequestration, and the myriad benefits of biodiversity. Our publicly available information sources include annual reports, quantitative market tracking, weekly articles, daily news, and newsletters designed for different payments for environmental services stakeholders.

About New Carbon Finance

New Carbon Finance is the leading provider of information, analysis and insights into the North American, European and global carbon markets. New Carbon Finance constantly strives to provide the most accurate projections of future carbon market prices using proprietary fundamental analysis and models. The research underlying this report provides a crucial quantitative platform that will substantially enhance the understanding of the fast moving voluntary carbon market.

07 May 2008

Los Indígenas Critican la postura del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Asuntos Indígenas en relación con el comercio de Carbono

De "Grazia Borrini-Feyerabend"
Asunto: FW: IPs critical of position on Carbon Trading of UNPFII
Fecha: 7 May 2008 16:18:01 +0200

Traducido por: Francisco Chapela

Viernes 2 de Mayo de 2008

Los Indígenas Critican la postura del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Asuntos Indígenas en relación con el comercio de Carbono

Contactos: Juan Carlos, Amazon Alliance, 202-285-0153 (En español)
Marcial Garcia, Pueblo Kuna, ariasmarcial@hotmail.com (En español)
Jihan Gearon, Indigenous Environmental Network, 218-760-1370 (English)

New York City, NY – Los Indígenas que participan en el Foro Permanente están consternados por que en el reporte de la 7a sesión del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Asuntos Indígenas (PFII, por sus siglas en inglés) ignoró su rechazo al mercado de carbono. El reporte final del PFII se congratula del financiamiento del Banco Mundial al comercio de carbono, como el Mecanismo de Desarollo Limpio, como "buenos ejemplos" de asociaciones a pesar de las violaciones a los derechos humanos y la destrucción ambiental que han causado.

"Los Indígenas que participamos en la 7a sesión del Foro Permanente estamos profundamente preocupados por que nuestras recomendaciones clave respecto al cambio climático no estén siendo tomadas en cuenta por el Foro Permanente. Esre Foro Permanente fué creado precisamente para recognocer, promover, y apoyar los derechos de Pueblos Indígenas," dice Florina Lopez, Coordinadora de la red de mujeres y biodiversidad de Abya Yala.

A lo largo de las dos semanas del Foro Permanente los representantes de la comunidad Indígena han testificado de manera constante las injusticias asociadas con los proyectos del mecanismo de desarrollo limpio y hn pedido que el Foro Permanente no promueva esos proyectos. Sin embargo, en el reporte final del Foro Permanente (documento E/C.19/2008/ L.2) adoptado el día de hoy, se han ignorado esas injusticias.

En respuesta, muchos grupos bajo el nombre de Caucus Indigena de Abya Yala tomó el foro hoy para expresar sus preocupaciones. Su declaración afirmó que las recomendaciones del Foro Permanente no refleja de manera adecuada sus posiciones. Aprovecharon la oportunidad para afirmar su rechazo a los mecanismos de comercio de carbono y sus preocupaciones sobre sus formas específicas de implementación. Más de 30 organizaciones ante el Foro hicieron un llamado para que el report final inclya una sección que subraye sus preocupaciones.

En el documento de referencia para esta sesión (Documento E/C.19/2008/ 10), se presentan tres proyectos para ilustrar "proyectos de desarrollo limpio que se están implementando en territorios de pueblos indígenas con buenos resultados." Sin embargo, hay graves problemas con cada uno de esos proyectos, entre los cuales están violaciones de los derechos consagrados en la Declaración de las NU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Por ejemplo, el proyecto eólico Jeripachi en Colombia no obtuvo el consentimiento libre, previo e informado del pueblo Wayuu para construir esa granja eólica en un territorio sagrado del pueblo Wayuu. las organizaciones de Indígenas reclaman por el asesinato de más de 200 Wayuu antes de la implementación del proyecto para dejar limpia el área para este y otros proyectos.

Adicionalmente, la mayoría de la energía generada por esta granja eólica se usa para la mina de Cerrajón, la mayor explotación minera a cielo abierto del mundo, que es también conocida por sus numerosas violaciones a los derechos humanos y daños ambientales. Los representantes de los Wayuu que participaron en el Foro Permanente no sabían siquiera que el proyecto estaba siendo promovido como un buen ejemplo.

"Al promover proyectos de comercio de carbono dentro del mecanismo de desarrollo limpio, el Foro Permanente está permitiendo que las empresas petroleras, que son las mayores emisoras de gases de efecto inernadero, sigan contaminando," dice Tom Goldtooth, Director Ejecutivo de la Indigenous Environmental Network. "El promover la comodificación del aire es una forma de corrupción de nuestras enseñanzas tradicionales y viola las líneas originales de los Indigenas.

13 March 2008

Financia Pemex proyectos sociales en Veracruz por más de siete mdp

Milenio diario, México
13 de Marzo de 2008

La paraestatal informó que en dicho estado actualmente se reforestan 200 ejidos con mil hectáreas de manglar y de tierras altas en el Sistema Lagunar de Alvarado, con la participación de 300 jóvenes y 18 escuelas rurales del lugar.

México, DF.- Petróleos Mexicanos destinó al Fondo para la Comunicación y la Educación recursos por más de siete millones de pesos para financiar proyectos de educación, conservación y restauración ambiental en Veracruz.

La paraestatal informó en un comunicado que en dicho estado actualmente se reforestan 200 ejidos con mil hectáreas de manglar y de tierras altas en el Sistema Lagunar de Alvarado, con la participación de 300 jóvenes y 18 escuelas rurales del lugar.

En la zona de Alvarado, subrayó, los manglares representan una barrera natural contra los huracanes, incrementan la producción pesquera, sirven para el desove y reproducción de la fauna y detienen los sedimentos y contaminación que arrastran los ríos.

Asimismo, destacó que el Sistema Lagunar de Alvarado representa la mayor reserva de manglar en Veracruz, con 14 mil 334 hectáreas y su restauración permitirá incrementar la cobertura vegetal, absorberá los gases de efecto invernadero, disminuirá la erosión y azolve en cuerpos de agua, además sustentará e incrementará la biodiversidad.

México es el segundo país del mundo en cuanto a biodiversidad se refiere; el tercero en longitud de litorales, y en todo el territorio nacional se registran 660 mil hectáreas de manglares, de las cuales 90 por ciento están deterioradas, resaltó.

Pemex refirió que es fundamental trabajar en un contexto de responsabilidad social, toda vez que su eje estratégico de conservación y compensación en cuencas petroleras se efectúa con la colaboración de organizaciones de la sociedad civil.

Notimex

14 August 2007

Low deforestation countries to see least benefit from carbon trading

mongabay.com
August 13, 2007


Compensation for global warming mitigation through carbon offsets could bypass those countries that are the most deserving

Countries that have done the best job protecting their tropical forests stand to gain the least from proposed incentives to combat global warming through carbon offsets, warns a new study published in Tuesday in the journal Public Library of Science Biology (PLoS). The authors say that "high forest cover with low rates of deforestation" (HFLD) nations "could become the most vulnerable targets for deforestation if the Kyoto Protocol and upcoming negotiations on carbon trading fail to include intact standing forest."

Carbon emissions from deforestation are one of the largest sources of greenhouse gases, accounting for around one fifth of total annual emissions from anthropogenic activities. Carbon emissions from tropical deforestation are expected to increase the atmospheric carbon dioxide concentration by 29 to 129 ppm within 100 years. Concentrations presently stand around 380 ppm.

To slow emissions from deforestation and other forms of land use change, scientists and policy makers have proposed an "avoided deforestation" initiative whereby tropical countries would be compensated by reducing their deforestation rates (RED). Compensation would come through carbon credits which companies in industrialized countries could use to offset their emissions. As currently proposed, compensation would be tied to historical deforestation rates, a link that sets up a troubling paradox: tropical countries will be presented with significant financial incentives to ramp up forest clearing until the framework takes effect in order capture the highest value from reducing deforestation from their historical baseline.



The value (in $US millions) of avoided deforestation credits to HFLD countries. Estimated by da Fonseca et al (2007) assuming a reference emission rate of one-half of the global average deforestation rate (-0.11%/year) for HFLD countries and a carbon price of US$10 per ton of CO2)



The new PLoS paper argues that “preventive credits" could help avoid this temptation, while at the same time rewarding countries that have effectively protected their forest cover.

"Since current proposals would award carbon credits to countries based on their reductions of emissions from a recent historical reference rate, HFLD countries could be left with little potential for RED credits. Nor would they have the potential for reforestation credits under the Kyoto Protocol's Clean Development Mechanism," wrote the authors. "Without the opportunity to sell carbon credits, HFLD countries would be deprived of a major incentive to maintain low deforestation rates. Since drivers of deforestation are mobile, deforestation reduced elsewhere could shift to HFLD countries, constituting a significant setback to stabilizing global concentrations of greenhouse gases at the lowest possible levels."

“The minute that you exclude those countries, their forests lose economic value in the global carbon market, leaving governments with little reason to protect them,” said study lead author Gustavo Fonseca, a scientist at Conservation International (CI) and Brazil’s Universidade Federal de Minas Gerais.

HFLD countries -- consisting of Panama, Colombia, Democratic Republic of Congo, Peru, Belize, Gabon, Guyana, Suriname, Bhutan and Zambia, along with French Guiana -- contain 20 percent of Earth’s remaining tropical forest and 18 percent of tropical forest carbon.

"Given the very large – and likely still underestimated – role of tropical deforestation in causing climate change, these forest-rich countries should be at the forefront of worldwide efforts to sequester carbon, rather than being left out entirely,” said co-author and CI President Russell A. Mittermeier.

The study estimates that at $10 per ton of CO2, preventative credits could be worth US$365 million to $1.8 billion annually to HFLD countries, depending on how compensation is calculated.

While the authors are hopeful for preventative credits, they caution that policymakers would need to proceed carefully.

"Introducing an additional source of carbon credits could lower the price of carbon, weakening the incentive to reduce deforestation in countries where rates are high," they wrote. "However, preventive credits should be evaluated in light of their net effect in reducing global CO2 emissions. The volume of preventive credits necessary to create an advance incentive against deforestation in HFLD countries would be 10–49 million tons of carbon annually, depending on which reference rate is selected. This is equivalent to just 1.3%–6.5% of developing countries' emissions from deforestation. The greater the global demand for carbon credits, the less impact this increase in supply would have on carbon price. In return, preventive credits would extend substantial protection to nearly one-fifth of tropical forest carbon."


CITATION: Gustavo A. B. da Fonseca, Carlos Manuel Rodriguez, Guy Midgley, Jonah Busch, Lee Hannah, Russell A. Mittermeier (2007). No Forest Left Behind. PLoS Biol 5(8): e216 doi:10.1371/journal.pbio.0050216

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27 June 2007

Pagos por servicios ambientales, una materia pendiente en Argentina y una oportunidad para Misiones

Con el objetivo de difundir la experiencia y los avances en investigación en Misiones –realizadas en conjunto con empresas y diversas ONGs-, profesionales de la Facultad de Ciencias Forestales de la Unam organizaron un taller sobre “Restauración con especies nativas: Biodiversidad y Servicios Ambientales” y la especialisa Florencia Montagnini, de la Universidad de Yale, expuso la experiencia éxitosa en América Latina del sistema de incentivos a propietarios para la conservación.

Por Patricia Escobar / Misiones on line, Argentina

Enfrentar los problemas de la deforestación requiere tanto de la conservación estratégica de los bosques nativos que quedan y de la restauración activa de la cobertura arbórea nativa en las tierras ya deforestadas y degradadas. Dado que muchas de las tierras deforestadas son privadas, una restauración eficaz debe integrar tanto la restauración ecológica como las aspiraciones socio-económicas de los dueños de la tierra; solo con proyectos que encabezados por gobiernos u organizaciones no gubernamentales no son suficientes para la solución a escala del problema.
A su vez, la reforestación necesita ser una opción viable para los dueños de tierra en la matriz de tierras deforestadas, y para atender esta demanda en varios países de América Latina (Costa Rica, Nicaragua, Panamá) se avanzó en el reconocimiento de los “Servicios Ambientales”, por medio de incentivos económicos que son instrumentados por el Estado o empresas, de diversas maneras.
Ante este escenario, y con el objetivo de difundir la experiencia y los avances en investigación en Misiones –realizadas en conjunto con empresas y diversas ONGs-, profesionales de la Facultad de Ciencias Forestales de la Unam organizaron el viernes 22 de junio del corriente año un taller sobre “Restauración con especies nativas: Biodiversidad y Servicios Ambientales”.

Servicios ambientales
Las plantaciones forestales con especies nativas pueden cumplir una función social y económica, ya que ofrecen productos arbóreos y contribuyen a la rehabilitación de áreas degradadas, a la absorción de carbono atmosférico y a la recuperación de la biodiversidad.
A nivel mundial se reconoce que los recursos naturales y en particular los forestales, son capaces de proveer una serie de servicios sociales por sobre la producción de bienes tradicionalmente considerados como trazables en un mercado formal como el referido a los productos maderables.
En este sentido, se presenta la necesidad cada vez mayor de sensibilizar a la sociedad de reconocer los valores de producción de los bosques, como los productos no maderables que se obtienen del mismo, como es, por ejemplo, el ecoturismo. Entre las diferentes funciones que cumplen los bosques, tanto naturales como plantaciones forestales, se mencionan las funciones reguladoras (del ciclo hídrico, del clima, sustento de la biodiversidad, rol en el intercambio gaseoso y captura de carbono, protección y conservación de suelos); funciones portadoras (hábitat de pueblos indígenas, belleza escénica o paisajes); función de producción y funciones informativas (valores simbólicos y espirituales; valores culturales e históricos; valores de investigación y uso científico)

Pago por servicios
A nivel global se establecieron estrategias de conservación de la biodiversidad y se reclama la necesidad de que los países establezcan incentivos económicos a los propietarios que aplican una política de preservación de aquellos sitios con alto valor ambiental.“La problemática mayor del sector forestal está centrada en la tecnología y financiamiento de la sostenibilidad de los proyectos de reforestación, considerando que el retorno de la inversión se produce en el mediano y largo plazo, principalmente para garantizar un buen manejo silvicultural de las plantaciones.
Por tal razón el Estado creó el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo) con la finalidad de buscar alternativas de solución a la falta de financiamiento para el desarrollo de proyectos sostenibles que mejoren la calidad de vida de la sociedad costarricense. Es necesario por tanto evaluar hoy día el Sistema de pago por Servicios Ambientales, como principal fuente de financiamiento para asegurar el éxito en función de rentabilidad financiera de los proyectos de reforestación con especies maderables”, explicó la especialista de la Universidad de Yale, Florencia Montagnini, quien se refirió en el taller realizado en Eldorado a la experiencia en Costa Rica, país donde se especializó en la materia, y también donde se logró una “muy buena experiencia”.
En Costa Rica, se reconoce el Pago por Servicios Ambientales (PSA) a los propietarios de bosque en áreas protegidas comprendidas entre 2 y 300 hectáreas, en conservación, manejo y regeneración de bosque natural; y 1 ha o más para reforestación o manejo de plantaciones Las solicitudes se realizan a través de las oficinas regionales en forma individual y por medio del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo), el cual es el ente financiero que centraliza los recursos y emite los certificados para PSA.
El Poder Ejecutivo establece mediante decreto las áreas prioritarias, el monto a pagar por hectárea y el plazo máximo para la presentación de las solicitudes. Actualmente los montos se dividen en 5 años, y se distribuyen en diferentes porcentajes según la actividad forestal.El PSA por reforestación es el mayor, con un valor de casi el doble al asignado a la conservación de bosque natural. De esta manera, el PSA puede convertirse en un mecanismo de estímulo. El valor de PSA para plantaciones establecidas es bastante menor, casi un tercio del valor para reforestación.
Sin embargo, el PSA para plantaciones establecidas puede ser complementado por otro mecanismo, el de la compra de madera por adelantado. “Hace más de 10 años que en Costa Rica se instrumentó este sistema, como también en El Salvador, Guatemala, Colombia o Nicaragua donde se avanzó en este sentido y es común que se incentive a los productores para que conserven. Argentina aún no se desarrolló en este tema y tiene un gran valor ambiental para hacerlo y actores muy interesados en implementarlos. Este país debiera atender esta demanda que es global, es una tendencia mundial”, dijo Montagnini. “Este sistema generalmente se instrumenta desde el Estado, que destina cierto dinero de impuestos que se cobran a la sociedad, y es así que les pagan a los propietarios de bosques el servicio ambiental que prestan a toda la comunidad.
Es un sistema muy justo que instrumentan los gobiernos, pero también pueden ser implementados por grandes empresas. Conozco ejemplos a nivel internacional donde hay empresas y gobiernos que compensan a los agricultores por el trabajo de manejar o mantener el bosque. El agricultor tiene un costo y el mecanismo de PSA le permite mantener el sistema”, explicó la especialista. “En Argentina y Misiones aún no hay iniciativas. Es sorprendente que, con todas las posibilidades que tienen, aun no se avance en este esquema. Hay que tratar de estar a la altura de lo que ocurre mundialmente, tratar de utilizar los mecanismos posibles para desarrollarnos en forma sustentable, avanzar como país y cuidar el ambiente. Entonces hay que seguir los modelos que son utilizados con éxito en otros países”, recalcó Montagnini.

16 April 2007

Ecosistemas naturales y sus servicios ambientales

Ecos de la Costa, Colima, México
Fragmento del Informe de la situación del medio ambiente en México, transcrito por Juan G. Jiménez Rivera. Semarnat delegación Colima.

Para un gran número de personas, los ecosistemas naturales tan sólo representan atractivos paisajes accesibles por programas de televisión o revistas de entretenimiento donde quizás pocos, estarán conscientes de que muchos de los bienes y servicios de los que gozan en sus casas o lugares de trabajo, son consecuencia, en gran parte, de la existencia de muchas especies de plantas, animales y microorganismos y de sus interacciones con el medio ambiente en los ecosistemas terrestres, de agua dulce y de las zonas marinas y costeas del planeta.
Entre los bienes que obtenemos directamente de la biodiversidad, están los alimentos que consumimos –carnes, frutos, verduras y condimentos- la madera que empleamos para muebles, leña y papel, las fibras para telas, los principios activos de muchos medicamentos, las resinas empleadas en solventes, pinturas y barnices, así como las ceras, tintes y esencias que se emplean en distintas industrias, entre muchos otros. Sin embargo, sólo hasta hace unos cuantos años se ha empezado a hacer conciencia de que este tipo de bienes son tan sólo una fracción del universo de beneficios que obtenemos de la naturaleza. Los llamados “servicios ecosistémicos” o simplemente “servicios ambientales”, son ese otro gran conjunto que apenas empezamos a reconocer. En realidad, estos últimos constituyen los beneficios indirectos de la biodiversidad, opuestos a los directos que se han mencionado anteriormente. Los servicios ambientales se refieren básicamente a un amplio espectro de condiciones y procesos por los cuales los ecosistemas naturales y las especies que los integran, ayudan a sostener y satisfacer las necesidades de la sociedad humana.
Entre ellos están, la purificación del aire y el agua, la mitigación de las sequías e inundaciones, la generación y conservación de los suelos, la descomposición de los desechos, la polinización de los cultivos y de la vegetación natural, la dispersión de las semillas, el reciclaje y movimiento de nutrimentos, el control de las pestes agrícolas, la protección de las costas ante la erosión del oleaje, la estabilización parcial del clima y el amortiguamiento de los climas extremos y sus impactos. Si se estimara económicamente el valor de estos servicios en el mundo, podrían alcanzar varios trillones de dólares por año.
Desafortunadamente, la transformación y degradación de los ecosistemas naturales también ha llevado al deterioro de la calidad de sus servicios ambientales. En una isla de Filipinas, a mediados de los años ochenta, por ejemplo, la remoción del bosque en ciertas zonas montañosas incrementó cerca de 235 veces la erosión del suelo, lo cual promovió el azolvamiento de los arrecifes coralinos y redujo las ganancias pesqueras en aproximadamente 50%. Ejemplos como este, pueden citarse muchos.
Podría decirse que las amenazas a los servicios ambientales provienen, en última instancia, de dos importantes factores: por un lado, del desmedido crecimiento de las necesidades de la sociedad humana (dados por el creciente tamaño poblacional y el consumo per cápita, así como por los impactos ambientales que producen las tecnologías que generan y abastecen los productos) y por otro, la falta de congruencia entre las políticas de incentivos económicos que benefician a unos cuantos en el corto plazo y perjudican la visión del bienestar social de las generaciones futuras en el largo plazo.
Sumando a lo anterior, debe mencionarse que los servicios ambientales que aportan los ecosistemas y su biodiversidad, no se valoran económicamente de manera adecuada: muchos de ellos no se comercializan o cotizan en los mercados, otros tantos ofrecen beneficios a la sociedad, pero no son redituables para los dueños de las tierras donde se reducen y, en muchas ocasiones, los subsidios estimulan la conversión de los terrenos hacia otros usos con actividades económicas más rentable. Debe agregarse que muchas de las actividades productivas que afectando los servicios ambientales por medio de la trasformación de los ecosistemas o la utilización de la biodiversidad, no pagan directamente los costos de los servicios ambientales que perturban.
En este sentido, es fundamental la definición y asignación del valor económico justo a los servicios ecosistémicos y a la biodiversidad que los produce. De lograrse esta tarea, podrían obtenerse beneficios altamente significativos a la sociedad, entre los que podemos citar dos: 1.- Que muchos de los ecosistemas y su biodiversidad se coticen a precios cada vez mayores en el mercado, lo que podría convertirlos en bienes más atractivos para la inversión que los usos del suelo alternativos que comúnmente los reemplazan (agropecuarios, por ejemplo) y, 2.- que el pago por los servicios ambientales que brindan los ecosistemas, podría favorecer que la inversión en su recuperación sea más atractiva, lo que propiciaría la recuperación de la cubierta vegetal y su biodiversidad, particularmente en las zonas rurales.
En México se han desarrollado distintos programas que buscan preservar los servicios ambientales que ofrecen los ecosistemas y sus especies. Destacan el Programa de Pago por Servicios Ambientales Hidrológicos (PSAH) y el Programa para Desarrollar el Mercado de Servicios Ambientales por Captura de Carbono y los Derivados de la Biodiversidad y para Fomentar el Establecimiento y Mejoramiento de Sistemas Agroforestales (PSA-CABSA), fortalecidos paralelamente con estrategias que, aunque no están encaminadas directamente a la preservación de los servicios ambientales, lo hacen por medio de la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad, tales como las áreas naturales protegidas (ANP’s), las Unidades para la Conservación de la Naturaleza (UMA’s) y el Programa de Desarrollo Forestal (Prodefor), con los que se busca impulsar la reversión del deterioro que impacta a nuestros suelos, agua y aire y, favorecer progresivamente, el bienestar de la sociedad y el crecimiento nacional, a favor de todos los mexicanos.

12 April 2007

Conciliar la ganadería con el medio ambiente

Agritotal, Argentina

De no tomarse medidas correctivas mayores, las repercusiones ambientales del ganado se agravarán drásticamente...
Un estudio realizado por la FAO señala que "el futuro de la interfaz entre el ganado y el medio ambiente estará determinado por la forma en que se resuelva el equilibrio entre dos demandas: la de productos animales, por una parte, y la de servicios ambientales, por otra".
Un estudio reciente de la FAO (aquí los detalles) revela que la producción pecuaria es una de las principales causas de los problemas ambientales más apremiantes del mundo, incluido el calentamiento del planeta, la degradación de la tierra, la contaminación de la atmósfera y del agua y la pérdida de biodiversidad.
El estudio señala que "el futuro de la interfaz entre el ganado y el medio ambiente estará determinado por la forma en que se resuelva el equilibrio entre dos demandas: la de productos animales, por una parte, y la de servicios ambientales, por otra".
En un informe al Comité de Agricultura (COAG), la FAO expone las principales medidas de corrección que son urgentes para contrarrestar el impacto ambiental del ganado, las cuales, advierte "se agravará drásticamente".
1 Fomentar la eficiencia mediante precios adecuados en el mercado
Los precios actuales de la tierra y el agua, así como los de los piensos utilizados en la producción pecuaria no reflejan la escasez verdadera de estos recursos, lo que conduce a una explotación excesiva de los mismos y a una gran ineficacia.
Por lo tanto, las políticas destinadas a proteger el medio ambiente deben introducir precios de mercado adecuados para los principales insumos, por ejemplo, aplicando comisiones al pastoreo y precios al uso de agua que reflejen la disponibilidad real de estos recursos.
Si bien hay una serie de opciones técnicas eficaces para atenuar las repercusiones ambientales, su adopción y aplicación generalizadas exigirán señales de precios más fieles a la escasez real de los factores de la producción, así como corregir
"Es necesario tener en cuenta explícitamente en las políticas las externalidades ambientales mediante la aplicación del principio "el proveedor recibe, el que contamina paga"
las distorsiones que dan insuficientes incentivos para un uso eficaz de los recursos. La creación reciente de mercados del agua en algunos países es un paso en esa dirección.

2 Tomar en cuenta las externalidades ambientales
Eliminar las distorsiones de los precios incrementará considerablemente la eficacia técnica del uso de los recursos naturales, pero muchas veces podría no ser suficiente. Es necesario tener en cuenta explícitamente en las políticas las externalidades ambientales, tanto las negativas como las positivas, mediante la aplicación del principio "el proveedor recibe, el que contamina paga".
Los ganaderos que generan externalidades positivas deben recibir una compensación, proporcionada ya sea por el beneficiario inmediato (como los usuarios del agua de río abajo) o por el público en general (por ej. por la fijación de carbono al revertirse la degradación de los pastizales).
En el futuro se podrían cobrar impuestos por los daños ambientales y dar incentivos por los beneficios ambientales proporcionados, para atender primero las externalidades locales y también cada vez más las repercusiones transfronterizas.

3 Acelerar el cambio tecnológico
Las repercusiones de la ganadería en el medio ambiente podrían atenuarse mediante una serie de opciones técnicas. Por ejemplo, en los sistemas intensivos, las prácticas agrícolas correctas pueden reducir la utilización de plaguicidas y la pérdida de fertilizantes en los cultivos forrajeros.
La gestión intensiva de los pastizales y los sistemas extensivos de producción pecuaria podrían contribuir a la conservación de la biodiversidad mediante la adopción de métodos silvopastorales.
Los adelantos tecnológicos deben destinarse a incrementar la eficacia de la alimentación y la cría de los animales, así como de la sanidad pecuaria. La investigación y la gestión de cultivos forrajeros han de tener como objetivo incrementar la producción a través de sistemas adaptados a las condiciones locales que respeten el medio ambiente.

4 Reducir los efectos ambientales y sociales adversos de la producción intensiva
Los problemas ambientales creados por los sistemas industriales -que representan el 80 por ciento de todo el crecimiento del sector pecuario- obedecen antes que nada a su concentración en zonas favorecidas por acceso al mercado o disponibilidad de piensos.
En cambio, las unidades pecuarias industriales deben situarse lo más cerca posible a tierras agrícolas que se puedan utilizar para eliminar los desechos. Las opciones políticas incluyen la zonificación, planes obligatorios de gestión de los nutrientes, suministro de incentivos financieros y acuerdos contractuales entre los productores pecuarios y los agricultores.
La reglamentación también debe ocuparse de los residuos de medicamentos y metales pesados en los piensos y de los desechos, el impacto en el medio ambiente asociado a la producción intensiva de cereales para piensos y otros piensos concentrados.

5 Reorientar el pastoreo extensivo hacia la prestación de servicios ambientales
Los costos de oportunidad de la producción pecuaria extensiva están cambiando debido a que hay más competencia para dar otros usos a las tierras de pastoreo, tales como servicios relacionados al agua, conservación de la biodiversidad y biocombustibles.
Dado el potencial mundial de las extensas zonas de pastoreo para fijar grandes cantidades de carbono, es necesario elaborar y desplegar mecanismos que utilicen este posible medio económico para afrontar el cambio climático.
El cambio desde las actuales prácticas de pastoreo "extractivo" hacia un pastoreo orientado a un servicio ambiental plantea dos cuestiones decisivas: cómo distribuir las ganancias producidas por esos servicios y qué hacer con el gran número de personas pobres cuyos medios de sustento dependen del pastoreo extensivo.
No sería posible pagar fácilmente los servicios ambientales derivados de una producción pecuaria sostenible asignando de inmediato precios a los productos.
También es necesario generar empleos alternativos y redes de protección social, integrados a otras actividades rurales.
Retos planteados. Las repercusiones del sector pecuario sobre el medio ambiente no se están tratando correctamente, señala el informe de la FAO: "...el problema reside sobre todo en los obstáculos institucionales y políticos y la falta de mecanismos para proporcionar retroinformación ambiental, cerciorarse de que se tengan en cuenta las externalidades e incorporar en el sector la gestión de los recursos de propiedad común."
El reto más importante es crear entre las partes interesadas conciencia de la magnitud del problema ambiental y de cómo la acción correctiva debe ir más allá de la protección de ecosistemas específicos.
Señala la FAO: "la movilidad de la industria ganadera permite reubicar las explotaciones sin que parezcan surgir grandes problemas. La intensificación puede, por ejemplo, reducir la presión sobre las tierras de pastoreo, pero al mismo tiempo aumentar la que se ejerce sobre los cursos de agua".
El hecho de que los medios de subsistencia de tantas personas dependan de la ganadería limita las opciones de que disponen los encargados de elaborar las políticas y requiere tomar decisiones políticamente delicadas para lograr un equilibrio.
La expansión económica del sector, que se beneficia de las economías de escala y tiene normas más estrictas en materia de inocuidad de los alimentos, crea obstáculos a los pequeños productores.
Asimismo es posible corregir las distorsiones y las externalidades, pero el aumento consiguiente de los precios de los insumos habrá de pasarse a los consumidores.

Cuatro líneas de acción.
Dado que los recursos naturales del planeta son finitos, y teniendo en cuenta las demás demandas planteadas al medio ambiente por una población mundial más rica y en constante crecimiento, es indispensable que el sector pecuario haga cambios de largo alcance. La FAO recomienda cuatro líneas de acción:
Primera, tratar de utilizar los recursos con mayor eficiencia en la producción pecuaria corrigiendo los precios de los insumos y sustituyendo los métodos actuales de producción, que no son óptimos, con otros métodos más avanzados.
Segunda, aceptar que es inevitable la intensificación de la producción pecuaria pero dar sostenibilidad ambiental a este proceso, por ejemplo, reciclando los desechos en las tierras agrícolas y aplicando una tecnología apropiada, en especial en la alimentación del ganado y la gestión de los desechos.
Tercera, ajustar la producción basada en los pastizales para que incorpore como objetivo principal, y tal vez el más importante en las zonas vulnerables, el suministro servicios ambientales.
Cuarta, trascender los marcos normativos locales, nacionales e internacionales de hoy. Se requiere una fuerte voluntad política para dar inicio a la acción y la inversión con creatividad, a fin de evitar los riesgos ambientales que supondría "seguir como siempre".
El informe propone que la FAO cree un programa específico para la interacción del ganado con el medio ambiente, a través de consultas de alto nivel, ayuda a los países para formular y aplicar marcos normativos destinados a atender las cuestiones ambientales transfronterizas, y elaboración de directrices, documentos de políticas e instrumentos de apoyo a las decisiones.