Con el objetivo de difundir la experiencia y los avances en investigación en Misiones –realizadas en conjunto con empresas y diversas ONGs-, profesionales de la Facultad de Ciencias Forestales de la Unam organizaron un taller sobre “Restauración con especies nativas: Biodiversidad y Servicios Ambientales” y la especialisa Florencia Montagnini, de la Universidad de Yale, expuso la experiencia éxitosa en América Latina del sistema de incentivos a propietarios para la conservación.
Por Patricia Escobar / Misiones on line, Argentina
Enfrentar los problemas de la deforestación requiere tanto de la conservación estratégica de los bosques nativos que quedan y de la restauración activa de la cobertura arbórea nativa en las tierras ya deforestadas y degradadas. Dado que muchas de las tierras deforestadas son privadas, una restauración eficaz debe integrar tanto la restauración ecológica como las aspiraciones socio-económicas de los dueños de la tierra; solo con proyectos que encabezados por gobiernos u organizaciones no gubernamentales no son suficientes para la solución a escala del problema.
A su vez, la reforestación necesita ser una opción viable para los dueños de tierra en la matriz de tierras deforestadas, y para atender esta demanda en varios países de América Latina (Costa Rica, Nicaragua, Panamá) se avanzó en el reconocimiento de los “Servicios Ambientales”, por medio de incentivos económicos que son instrumentados por el Estado o empresas, de diversas maneras.
Ante este escenario, y con el objetivo de difundir la experiencia y los avances en investigación en Misiones –realizadas en conjunto con empresas y diversas ONGs-, profesionales de la Facultad de Ciencias Forestales de la Unam organizaron el viernes 22 de junio del corriente año un taller sobre “Restauración con especies nativas: Biodiversidad y Servicios Ambientales”.
Servicios ambientales
Las plantaciones forestales con especies nativas pueden cumplir una función social y económica, ya que ofrecen productos arbóreos y contribuyen a la rehabilitación de áreas degradadas, a la absorción de carbono atmosférico y a la recuperación de la biodiversidad.
A nivel mundial se reconoce que los recursos naturales y en particular los forestales, son capaces de proveer una serie de servicios sociales por sobre la producción de bienes tradicionalmente considerados como trazables en un mercado formal como el referido a los productos maderables.
En este sentido, se presenta la necesidad cada vez mayor de sensibilizar a la sociedad de reconocer los valores de producción de los bosques, como los productos no maderables que se obtienen del mismo, como es, por ejemplo, el ecoturismo. Entre las diferentes funciones que cumplen los bosques, tanto naturales como plantaciones forestales, se mencionan las funciones reguladoras (del ciclo hídrico, del clima, sustento de la biodiversidad, rol en el intercambio gaseoso y captura de carbono, protección y conservación de suelos); funciones portadoras (hábitat de pueblos indígenas, belleza escénica o paisajes); función de producción y funciones informativas (valores simbólicos y espirituales; valores culturales e históricos; valores de investigación y uso científico)
Pago por servicios
A nivel global se establecieron estrategias de conservación de la biodiversidad y se reclama la necesidad de que los países establezcan incentivos económicos a los propietarios que aplican una política de preservación de aquellos sitios con alto valor ambiental.“La problemática mayor del sector forestal está centrada en la tecnología y financiamiento de la sostenibilidad de los proyectos de reforestación, considerando que el retorno de la inversión se produce en el mediano y largo plazo, principalmente para garantizar un buen manejo silvicultural de las plantaciones.
Por tal razón el Estado creó el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo) con la finalidad de buscar alternativas de solución a la falta de financiamiento para el desarrollo de proyectos sostenibles que mejoren la calidad de vida de la sociedad costarricense. Es necesario por tanto evaluar hoy día el Sistema de pago por Servicios Ambientales, como principal fuente de financiamiento para asegurar el éxito en función de rentabilidad financiera de los proyectos de reforestación con especies maderables”, explicó la especialista de la Universidad de Yale, Florencia Montagnini, quien se refirió en el taller realizado en Eldorado a la experiencia en Costa Rica, país donde se especializó en la materia, y también donde se logró una “muy buena experiencia”.
En Costa Rica, se reconoce el Pago por Servicios Ambientales (PSA) a los propietarios de bosque en áreas protegidas comprendidas entre 2 y 300 hectáreas, en conservación, manejo y regeneración de bosque natural; y 1 ha o más para reforestación o manejo de plantaciones Las solicitudes se realizan a través de las oficinas regionales en forma individual y por medio del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo), el cual es el ente financiero que centraliza los recursos y emite los certificados para PSA.
El Poder Ejecutivo establece mediante decreto las áreas prioritarias, el monto a pagar por hectárea y el plazo máximo para la presentación de las solicitudes. Actualmente los montos se dividen en 5 años, y se distribuyen en diferentes porcentajes según la actividad forestal.El PSA por reforestación es el mayor, con un valor de casi el doble al asignado a la conservación de bosque natural. De esta manera, el PSA puede convertirse en un mecanismo de estímulo. El valor de PSA para plantaciones establecidas es bastante menor, casi un tercio del valor para reforestación.
Sin embargo, el PSA para plantaciones establecidas puede ser complementado por otro mecanismo, el de la compra de madera por adelantado. “Hace más de 10 años que en Costa Rica se instrumentó este sistema, como también en El Salvador, Guatemala, Colombia o Nicaragua donde se avanzó en este sentido y es común que se incentive a los productores para que conserven. Argentina aún no se desarrolló en este tema y tiene un gran valor ambiental para hacerlo y actores muy interesados en implementarlos. Este país debiera atender esta demanda que es global, es una tendencia mundial”, dijo Montagnini. “Este sistema generalmente se instrumenta desde el Estado, que destina cierto dinero de impuestos que se cobran a la sociedad, y es así que les pagan a los propietarios de bosques el servicio ambiental que prestan a toda la comunidad.
Es un sistema muy justo que instrumentan los gobiernos, pero también pueden ser implementados por grandes empresas. Conozco ejemplos a nivel internacional donde hay empresas y gobiernos que compensan a los agricultores por el trabajo de manejar o mantener el bosque. El agricultor tiene un costo y el mecanismo de PSA le permite mantener el sistema”, explicó la especialista. “En Argentina y Misiones aún no hay iniciativas. Es sorprendente que, con todas las posibilidades que tienen, aun no se avance en este esquema. Hay que tratar de estar a la altura de lo que ocurre mundialmente, tratar de utilizar los mecanismos posibles para desarrollarnos en forma sustentable, avanzar como país y cuidar el ambiente. Entonces hay que seguir los modelos que son utilizados con éxito en otros países”, recalcó Montagnini.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment