Greenpeace Boletín 08080/ 10 de julio de 2008
- Más del 50% de lo que plantó Proárbol correspondió a nopales y especies exóticas
- Infringe Proárbol las leyes General de Vida Silvestre y de Desarrollo Forestal Sustentable
Con tal de cumplir con la meta de plantar durante el año pasado 253 millones 208 mil 686 arbolitos en el país, al amparo del Proárbol se plantaron esencialmente nopales forrajeros, magueyes y otras especies exóticas, denunció Greenpeace México.
Para denunciar este verdadero fraude forestal, la organización ambientalista instaló un cementerio en el Zócalo capitalino, representando lo que ocurrirá con los bosques de México si Proárbol continúa con este tipo de programas de “reforestación”. Más de 60 activistas colocaron 200 árboles sobre ataúdes con la leyenda “víctima del Proárbol”, simbolizando el resultado real de las campañas de reforestación y su impacto sobre los bosques del país. Los activistas portaban máscaras con el rostro de Felipe Calderón y sujetaban coronas de flores con la leyenda “Nuestros bosques, víctimas de Proárbol”.
“De los 253 millones 208 mil 686 arbolitos plantados en las campañas de reforestación en 2007, por lo menos 52 por ciento corresponde a nopales forrajeros, agaves, magueyes y especies exóticas. Es decir, se trata de especies no forestales o inadecuadas para nuestro país, ya que son ajenas a los ecosistemas que se pretenden restaurar. Por ello, los bosques de México son víctimas de este programa gubernamental”, afirmó Héctor Magallón, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.
De acuerdo con el Reporte Ejecutivo Proárbol 2007, dado a conocer por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) este año (1), 49 por ciento de los “árboles” utilizados para reforestar son nopales, 1.6 por ciento son agaves y magueyes, y 1.4 por ciento son especies exóticas como eucalipto, pirul, melina, teca, jacaranda, nogal y nim.
“Es escandaloso que la reforestación, el programa preferido del presidente Calderón y la principal estrategia del Proárbol para `proteger´ nuestros bosques, utilice especies que no son forestales o son exóticas para `recuperar´ y `restaurar´ las 600 mil hectáreas de bosques que perdemos año tras año (2). La reforestación por definición no puede detener la deforestación porque tiene como propósito reponer las zonas forestales que se han perdido. Es ridículo utilizar especies que sirven de forraje para ganado, como el nopal, o para hacer pulque o mezcal, como el agave y el maguey. Nuestros bosques son la principal víctima de la política forestal”, explicó Patricia Arendar, directora de Greenpeace.
“Es difícil comprender por qué en estados eminentemente forestales como Chihuahua y Durango, el 50 por ciento de plantas sembradas para `reforestar´, fueron nopales. En otros estados como Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí y Coahuila, esto es más grave aún, ya que más del 90 por ciento de lo que se plantó, fueron también nopales y agaves. Si a esto le sumamos que por todo el país sembraron 3 millones y medio de plantas de especies exóticas e invasoras, como eucalipto y pirul, es claro que el objetivo del Proárbol de `combatir la pobreza, recuperar masa forestal e incrementar la productividad de bosques y selvas de México´(3) no se está cumpliendo y que se manipulan las cifras con elfin de tener impacto mediático, a costa del medio ambiente y de nuestros bosques”, explicó Magallón.
Esta situación se agrava si se considera que el propio secretario de medio ambiente, Juan Elvira, ha reconocido que la tasa de supervivencia de los árboles plantados es de apenas 10 por ciento (4). Los resultados preliminares de un estudio de campo que está llevando a cabo Greenpeace para documentar los resultados de las campañas de reforestación del Proárbol en 2007, confirman estas declaraciones: 90 por ciento de los árboles plantados en los sitios visitados se murieron a menos de un año de la reforestación.
“Los datos proporcionados por la Conafor y el secretario Elvira son consistentes con lo que hemos encontrado en nuestro estudio de campo, cuyos resultados finales tendremos listos a principios de septiembre. Por ejemplo, en Aguascalientes encontramos un caso de un predio de 70 hectáreas en el que se plantaron 56 mil plántulas de una especie exótica e invasora, Eucaliptus camaldulensis (eucalipto). En este caso la supervivencia no llegó ni siquiera al 10 por ciento ya que, a ocho meses de la plantación, todos los ejemplares están muertos. Esto representa claramente el fracaso de la reforestación”, denunció Paloma Neumann, integrante de la campaña de bosques de Greenpeace.
La utilización de especies exóticas para reforestar tiene serios impactos sobre la biodiversidad y, de acuerdo con la Comisión Nacional para el conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio), “la introducción de especies exóticas ocupa el segundo lugar en importancia (en cuanto a amenazas a la biodiversidad de plantas) después de la destrucción del hábitat, al actuar de manera sinérgica con las otras amenazas” (5). Por si esto fuera poco, el usar este tipo de plantas viola diversas disposiciones establecidas en la Ley General de Vida Silvestre (6) y la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable (7).
“Está claro que para alcanzar la anunciada meta de plantar 250 millones de árboles, la Conafor recurrió a especies que no son árboles, que no son especies forestales y que son exóticas e invasoras, aunque esto sea ilegal. Además, incluyó plantaciones forestales comerciales para reportarle a la ONU que se plantaron 334 millones de `arbolitos´ en la reforestación. ¿A qué van a recurrir este año para alcanzar la meta de plantar 280 millones de árboles? Los resultados hablan por sí solos. Es momento de que se corrija la política forestal para dejar de tirar el dinero a la basura y tomar medidas que sí ayuden a conservar los bosques que todavía tenemos (8)”, cuestionó Magallón.
“Ya basta de tirar el dinero a la basura. Ya basta de campañas de reforestación que sólo buscan un impacto mediático pero que no benefician a los bosques (9), no ayudan a mitigar el cambio climático (10), nos vuelven más vulnerables a sus impactos y no combaten la pobreza de los 12 millones de personas que viven en las regiones forestales de nuestro país. Le hacemos un llamado al presidente Felipe Calderón a corregir el rumbo, a que deje de priorizar la reforestación y le de un mucho mayor impulso al Manejo Forestal Sustentable por parte de las comunidades. Sólo así, nuestros bosques dejarán de ser víctimas del Proárbol”, concluyó Arendar.
Las prioridades del Proárbol
Durante 2007, los programas destinados a promover las plantaciones forestales comerciales y la reforestación recibieron 2 mil 300 millones de pesos (mdp), de los 4 mil 123 millones de pesos asignados a Proárbol. En 2008, este presupuesto se incrementó a 2 mil 664 millones de pesos. En cambio, los programas que promueven el Manejo Forestal Sustentable (MFS) por parte de comunidades y ejidos, que en conjunto poseen 80 por ciento de los bosques de México, recibieron sólo el 14 por ciento de estos recursos, lo que ha tenido como consecuencia que menos del 15 por ciento de la superficie forestal de nuestro país se encuentre bajo esquemas de MFS.
Notas:
1. http://www.conafor.gob.mx/proarbol/index.htm
2. “Assessing Land Use⁄ Cover Changes: a Nationwide Multidate Spatial Database for Mexico”, Mas et al, International Journal of Applied Earth Observation and Geoinformation, 5, 2004: 249-261; FAO, State of Forestry in Mexico, 2000.
3. http://www.conafor.gob.mx/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=24&Itemid=49
4. Periódico Excélsior, 29 de enero de 2008, primera plana y pag 15.
5. http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/exoticas/doctos/presentacion.html
6. “Artículo 27. El manejo de ejemplares y poblaciones exóticos sólo se podrá llevar a cabo en condiciones de confinamiento, de acuerdo con un plan de manejo que deberá ser previamente aprobado por la Secretaría y en el que se establecerán las condiciones de seguridad y de contingencia, para evitar los efectos negativos que los ejemplares y poblaciones exóticos pudieran tener para la conservación de los ejemplares y poblaciones nativos de la vida silvestre y su hábitat”. Ley General de Vida Silvestre.
7. “Artículo 131- … Los tres órdenes de gobierno impulsarán la reforestación con especies forestales autóctonas o nativas… La norma oficial mexicana definirá las especies de vegetación forestal exótica, que por sus características biológicas afecten los procesos o patrones de distribución de la vegetación forestal nativa en terrenos forestales y preferentemente forestales, cuya autorización esté prohibida”. Ley de Desarrollo Forestal Sustentable.
8. Estudios realizados por el Instituto de Geografía (UNAM) en Quintana Roo y Guerrero, demuestran que en zonas donde comunidades y ejidos llevan a cabo un MFS la tasa de deforestación es menor a la de las ÁNP. “Los bosques comunitarios de México. Logros y desafíos”, David B. Bray y Leticia Merino, 2004.
9. La propia Conafor reconoce que las campañas de reforestación no contribuyen a detener la deforestación. Durante una entrevista, el coordinador de conservación y restauración de Conafor, Vicente Arriaga, declaró: “no nos confundamos en el sentido de que reforestamos para contrarrestar la deforestación. Sería como intentar llenar un barril sin fondo, si es que el proceso de deforestación activa no se frena”.
10. Al menos 14 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestro país provienen de la deforestación. “México, tercera comunicación nacional ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático”, Instituto Nacional de Ecología, Secretaría de Medio Ambiente, 2006.
Más información con Raúl Estrada en los tels. 04455-2746-3236 / 04455-33-96-46-54 y 5687 9595 ext. 120, email: raul.estrada@mx.greeenpeace.org o en la página www.greenpeace.org.mx.
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