Se calcula que más del 90 por ciento de las medicinas son extraídas de las plantas, así como otro tipo de productos. Foto: Cortesía UNAM
Organización Editorial Mexicana
15 de julio de 2008
Redacción / OEM en Línea
Ciudad de México.- Se estima que en el país existen entre 28 mil y 30 mil plantas vasculares, de las que hasta el momento se han inventariado 24 mil; aún falta por determinar dónde se localiza el resto, señaló el investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, José Luis Villaseñor Ríos.
No obstante, agregó, en México se enfrentan múltiples crisis y una de ellas es la pérdida de los ambientes naturales. Estas especies -caracterizadas por poseer raíz, tallo, hojas y frutos, además de órganos y tejidos-, crecen en el campo, y la tasa de destrucción de los ecosistemas rebasa la posibilidad de registrarlas.
Además, indicó, se calcula que existen 250 mil variedades de este tipo en el planeta, y la nación se ubica como la quinta con más del 10 por ciento.
De los linajes que se han nombrado ya en la flora mexicana y de los que se tiene información confiable, dijo, alrededor del 60 por ciento, más de 13 mil, son endémicas.
El catedrático del Posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, detalló que en el mundo, México es megadiverso y está ubicado entre los cinco primeros lugares en plantas con flores.
En el orbe, Brasil es la nación con mayor riqueza, con 56 mil especies, seguido por Colombia, con 35 mil; China, 27 mil 100; Sudáfrica, 23 mil 420; Borneo, con entre 20 mil y 25 mil; Venezuela, 21 mil 70, y Ecuador, con 20 mil.
Sin embargo, reveló Villaseñor, lo más importante es que el porcentaje de variedades endémicas en el país es de los más altos en el planeta, con el 56.6 por ciento del total en el territorio, sólo superado por Australia con un nivel del 95.4; Nueva Guinea, de entre 70 y 80, y Sudáfrica, con 70 por ciento.
La nación es privilegiada y se debería tener mayor cuidado en el conocimiento y la conservación de estos recursos, porque son exclusivos del patrimonio, y no se sabe cuántas de esas plantas tienen potencial utilitario, puntualizó.
Este endemismo se debe a que hace varios millones de años, México era una península, el punto más austral de Norteamérica, y no había con lo que hoy es Centroamérica.
El biólogo universitario, quien trabaja en la línea de investigación Diversidad y conservación de la riqueza florística de México en la UNAM, consideró fundamental preservar la biodiversidad.
Por ejemplo, en la actualidad el país vive del petróleo, que proviene de fósiles, y si se quiere que dentro de varios millones de años se encuentre este hidrocarburo, se debe permitir que la naturaleza haga su trabajo.
Se calcula que más del 90 por ciento de las medicinas son extraídas de las plantas, así como otro tipo de productos. De hecho, instituciones como el Cancer Research Institute de Estados Unidos tiene programas masivos de investigación sobre productos naturales, para buscar remedios contra diversos tipos de neoplasias, refirió.
Un ejemplo es el estafiate, que se usa para 100 diferentes tratamientos en diversos lugares de la República, con gran potencial económico; mientras que la árnica tiene 75 diferentes usos medicinales y el cempasúchil 60.
Si se suman todas esas variedades, se puede determinar que un pedazo de tierra tenga un valor económico mayor cuando se contemplan los recursos naturales que posee y se sabe hacer buen uso de ellos, que cuando se transforma en un sembradío de maíz o en un área de monocultivo. Aún no se tiene ese conocimiento para transmitirlo a las comunidades y autoridades, precisó.
En la actualidad, la Norma Oficial Mexicana establece que en el país hay unas mil especies en peligro de extinción. No obstante, aclaró, muchas no deberían estarlo, porque los criterios con que se seleccionaron, no fueron los adecuados. Hay otras que deberían incluirse, pero el conocimiento sobre ellas es aún escaso.
Por ello, las afirmaciones de que se pierde una especie cada minuto son "ligeras", ya que no existen datos en México ni en otras zonas del planeta. En algunas islas, como Hawai o Nueva Zelanda, es posible hacer estudios de campo más precisos y determinar que algunos organismos, sobre todo animales grandes, ya se extinguieron, pero no en una planta que crece cada año, advirtió.
Villaseñor Ríos, que ha publicado artículos en revistas internacionales como Biodiversity and Conservation, Journal of Biogeography y Biochemical Systematics and Ecology, consideró que hasta el momento no se sabe con exactitud de qué manera afecta el cambio climático a la riqueza florística.
Muchas especies se verán beneficiadas por estas modificaciones, y otras serán perjudicadas, pero no se conoce el grado de afectación para afirmar que desaparecerán, concluyó.
Ciudad de México.- Se estima que en el país existen entre 28 mil y 30 mil plantas vasculares, de las que hasta el momento se han inventariado 24 mil; aún falta por determinar dónde se localiza el resto, señaló el investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, José Luis Villaseñor Ríos.
No obstante, agregó, en México se enfrentan múltiples crisis y una de ellas es la pérdida de los ambientes naturales. Estas especies -caracterizadas por poseer raíz, tallo, hojas y frutos, además de órganos y tejidos-, crecen en el campo, y la tasa de destrucción de los ecosistemas rebasa la posibilidad de registrarlas.
Además, indicó, se calcula que existen 250 mil variedades de este tipo en el planeta, y la nación se ubica como la quinta con más del 10 por ciento.
De los linajes que se han nombrado ya en la flora mexicana y de los que se tiene información confiable, dijo, alrededor del 60 por ciento, más de 13 mil, son endémicas.
El catedrático del Posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, detalló que en el mundo, México es megadiverso y está ubicado entre los cinco primeros lugares en plantas con flores.
En el orbe, Brasil es la nación con mayor riqueza, con 56 mil especies, seguido por Colombia, con 35 mil; China, 27 mil 100; Sudáfrica, 23 mil 420; Borneo, con entre 20 mil y 25 mil; Venezuela, 21 mil 70, y Ecuador, con 20 mil.
Sin embargo, reveló Villaseñor, lo más importante es que el porcentaje de variedades endémicas en el país es de los más altos en el planeta, con el 56.6 por ciento del total en el territorio, sólo superado por Australia con un nivel del 95.4; Nueva Guinea, de entre 70 y 80, y Sudáfrica, con 70 por ciento.
La nación es privilegiada y se debería tener mayor cuidado en el conocimiento y la conservación de estos recursos, porque son exclusivos del patrimonio, y no se sabe cuántas de esas plantas tienen potencial utilitario, puntualizó.
Este endemismo se debe a que hace varios millones de años, México era una península, el punto más austral de Norteamérica, y no había con lo que hoy es Centroamérica.
El biólogo universitario, quien trabaja en la línea de investigación Diversidad y conservación de la riqueza florística de México en la UNAM, consideró fundamental preservar la biodiversidad.
Por ejemplo, en la actualidad el país vive del petróleo, que proviene de fósiles, y si se quiere que dentro de varios millones de años se encuentre este hidrocarburo, se debe permitir que la naturaleza haga su trabajo.
Se calcula que más del 90 por ciento de las medicinas son extraídas de las plantas, así como otro tipo de productos. De hecho, instituciones como el Cancer Research Institute de Estados Unidos tiene programas masivos de investigación sobre productos naturales, para buscar remedios contra diversos tipos de neoplasias, refirió.
Un ejemplo es el estafiate, que se usa para 100 diferentes tratamientos en diversos lugares de la República, con gran potencial económico; mientras que la árnica tiene 75 diferentes usos medicinales y el cempasúchil 60.
Si se suman todas esas variedades, se puede determinar que un pedazo de tierra tenga un valor económico mayor cuando se contemplan los recursos naturales que posee y se sabe hacer buen uso de ellos, que cuando se transforma en un sembradío de maíz o en un área de monocultivo. Aún no se tiene ese conocimiento para transmitirlo a las comunidades y autoridades, precisó.
En la actualidad, la Norma Oficial Mexicana establece que en el país hay unas mil especies en peligro de extinción. No obstante, aclaró, muchas no deberían estarlo, porque los criterios con que se seleccionaron, no fueron los adecuados. Hay otras que deberían incluirse, pero el conocimiento sobre ellas es aún escaso.
Por ello, las afirmaciones de que se pierde una especie cada minuto son "ligeras", ya que no existen datos en México ni en otras zonas del planeta. En algunas islas, como Hawai o Nueva Zelanda, es posible hacer estudios de campo más precisos y determinar que algunos organismos, sobre todo animales grandes, ya se extinguieron, pero no en una planta que crece cada año, advirtió.
Villaseñor Ríos, que ha publicado artículos en revistas internacionales como Biodiversity and Conservation, Journal of Biogeography y Biochemical Systematics and Ecology, consideró que hasta el momento no se sabe con exactitud de qué manera afecta el cambio climático a la riqueza florística.
Muchas especies se verán beneficiadas por estas modificaciones, y otras serán perjudicadas, pero no se conoce el grado de afectación para afirmar que desaparecerán, concluyó.
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